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sábado, junio 3, 2023

Zapatero descalificado por la Administración Obama

No ha podido ser. El viaje a la Casa Blanca le dejó claro a Moncloa que la ‘sintonía planetaria’ con Obama no llega al primer intento, ni como Moncloa quería.  Zapatero se despeja la alfombra de la presidencia europea, trata de quitarle las manchas que Bruselas le ha echado a su mix energético y agota todos sus cartuchos para tomar cualquier atajo -diplomático, empresarial o académico- que le acerque a la “revolución de las renovables” de Obama, pero encaja aún el ‘tentetieso’ de las Cumbres de Pittsburg y Londres. EE UU no le dejará a Madrid el cetro del cambio climático, menos ahora que los informes de la Agencia Internacional de la Energía y el Comité Mundial llenan de manchas sus aspiraciones. No es otro que Juan Verde -el asesor de Obama- el que recordaba que está a la cola europea del cambio climático, de la reducción de las emisiones del CO2 y de la investigación. Bruselas y la AIEA vaticinan que España no alcanzará sus horizontes del 20% de renovables en 2020 y le sacan a Zapatero los colores de las ayudas al carbón y la fiscalidad verde. El Consejo Mundial de la Energía la sitúa entre los gobiernos con peor eficiencia energética de los países ricos. Y el G20, la OCDE y la AIEA le advierten de que la ecuación de la energía limpia y sostenible pasa por la nuclear, una fórmula que Zapatero no quiere digerir. Moncloa ha comenzado ya a ordenar todos sus alfiles exteriores: el lobby verde trabaja con los ministros, la fundación Ideas y hasta más de un ‘exiliado’ -Narbona y Manuel Marín- a bordo. Ante Bruselas, le da cuerda a nuevos discursos e informes. Ante Obama, el viaje de Sebastián la próxima semana intentará ‘limpiar’ el desencuentro energético y las protestas de empresas estadounidenses tras los vaivenes regulatorios de la energía termonuclear en el Senado español. A Zapatero le preocupa tanto que tratará de hacer de esa intersección entre la política exterior, la energía y el climático uno de los burladeros del pacto de estado, o al menos de una tregua con el PP durante seis meses. La nueva consigna del ‘Plan Made in Spain’ en su arista energética es arrimarse a la foto de los méritos de las empresas españolas que han conseguido subirse a la ‘ola verde’ de Obama. Ni en Moncloa ni en la Fundación Ideas olvidan que fue en la fábrica de Gamesa en Pensilvania donde Obama puso de largo en plena campaña electoral, sus planes para las ‘energías limpias’. España puede convertirse en “la gran aliada de EE UU en la ‘revolución verde’ de Obama. Por eso, ya que el 13 de octubre Zapatero no pudo consumar la ‘sintonía renovable’ en la Casa Blanca, el ‘lobby verde de Ferraz’ se sube a los vientos que impulsan a las grandes empresas de renovables españolas en el mercado estadounidense. Miguel Sebastián intentará consumarlo. España ha sido el tercer inversor extranjero en su país mientras que EEUU ha sido el primero en España, es el mismísimo Obama el que se lo recordaba a Zapatero durante su primera visita a EE UU. El presidente español quiere aprovechar la oportunidad y ya ha encargado al ministro de Industria la primera gran misión de esta nueva etapa de diplomacia económica. El 26 de octubre, encabezará una delegación con 80 empresarios españoles en un viaje por California, Colorado y Tejas, en el que habrá parada en el Laboratorio Nacional de Energías Renovables de Denver-al que han sido invitados personalmente por el secretario de Energía, Steven Chu- y en una de las dos mayores plantas eólicas de Iberdrola en Colorado. Sebastián se ‘arrimará’ a Acciona Solar Power, ahora que acaba de ser seleccionada por el Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Tierra de Estados Unidos para desarrollar un macroproyecto solar de 500 MW. Tiene la orden expresa de Moncloa de despejar todas las dudas al ‘halo’ de las termosolares españolas…

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