Tras un año de estancamiento productivo, el reto al que se enfrentan las energías renovables en España pasa porque el Gobierno establezca un marco regulativo del sector capaz de perdurar en el tiempo.
Esta es la principal necesidad que plantearán Israel García, asociado del estudio de abogados Garrigues, y Ander Muelas, socio director de Grupotec, durante la celebración de las II Jornadas sobre Energías Renovables de la Universidad Politécnica de Valencia (UPV), que tendrán lugar el próximo 3 de noviembre. «De este modo, se asegura el interés del empresariado a realizar inversiones y se da seguridad a las entidades bancarias para financiar proyectos», explicó García.
Las palabras del abogado hacen referencia al nacimiento en 2007 de un Real Decreto que fue sustituido en 2008 por otro nuevo para regular la actividad, en concreto de la energía solar fotovoltaica. Además, comentó, «en estos últimos meses se han ido lanzando globos sonda alertando de que volverán a bajar las primas y no sólo en fotovoltaica, también en termosolar y eólica».
Al respecto, Muelas opinó que «los deberes los tienen que hacer los legisladores para crear mecanismos que estimulen a la iniciativa privada a invertir en estas tecnologías». El empresario recordó que en 1998 las condiciones para el desarrollo de proyectos solares fotovoltaicos y eólicos eran muy beneficiosas. «La rentabilidad rondaba el 16%, los bancos concedían el 100% de la inversión, por lo que se multiplicaron por 10 los objetivos planteados de producción de kilovatios».
Con la entrada en vigor del decreto de 2008, que estipulaba una bajada de los incentivos estatales, muchos de los empresarios no tardaron en poner el grito en el cielo, asegurando pérdidas económicas y en cuanto a generación de empleo. Muelas, en cambio, se mostró en sus declaraciones más contenido y aseguró que «está bien pensado pero es tardío porque crea un efecto precipicio. Al bajar la prima, mucha gente paraliza su inversión ante la incertidumbre».
Efectuada ya su principal petición, los representantes del sector señalaron otros retos para el crecimiento de las llamadas energías limpias. El primero de ellos sería potenciar mejoras tecnológicas en las instalaciones para lograr una mayor eficiencia. Por otra parte, la internacionalización figura como una iniciativa estratégica en la que, según García, «España tiene mucho que decir porque llegó a representar el 50% del mercado fotovoltaico mundial».
En este sentido, marcan a Italia, Grecia y Francia como los países idóneos para dar el salto, tanto por proximidad como porque ya han puesto en marcha sistemas regulatorios de estas energías.
Aparte de la apertura de nuevos mercados, el director de las jornadas y Profesor Doctor Ingeniero Industrial de la UPV, Antonio Reig, comentó que otra oportunidad de negocio sería el mantenimiento de las instalaciones. «En una primera etapa se hablaba mucho de instalación. Ahora que ya hay mucho instalado, conviene cuidar el mantenimiento porque estamos hablando de plantas vivas que perduran más de 25 años».
Estabilidad al sol
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