Análisis Global y Sectorial de la evolución del consumo y de la intensidad energética en España. Comparación a nivel europeo
En el año 2008 se mantiene la senda de mejora de eficiencia energética iniciada a partir del año 2004. Esto se constata a través de la reducción del consumo energético y de los indicadores de intensidad energética, tanto en términos de energía primaria como final, mostrando estos últimos una convergencia con la situación media de la Unión Europea en cuanto a tendencias de eficiencia. A esta situación se suma la favorable evolución experimentada en los últimos años por las energías renovables, con participación creciente en el sistema energético, alcanzando el 7,6% de la cobertura a la demanda de energía primaria en 2008, y contribuyendo, junto al gas natural, a la mejora de eficiencia del sistema transformador.
Respecto al uso final de la energía, la mejora de eficiencia se traslada a casi todos los sectores consumidores. Esto es así incluso en el sector de la industria, quien a pesar de registrar en 2008 un cierto aumento en la intensidad energética, la tendencia media es a la mejora, comparando con los años precedentes. En general, son varias las causas que explican este hecho, tales como cambios estructurales ocurridos en los últimos años en el conjunto de la economía y mejoras tecnológicas, a los que se suma el efecto positivo de la intensificación de políticas de eficiencia energética como los Planes de Acción de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética (E4). En el contexto actual de incertidumbre causado por la crisis económica, continúa la mejora de la eficiencia; es presumible que se mantenga debido al efecto catalizador que la crisis puede tener en la realización de soluciones innovadoras y reformas estructurales adicionales que, en definitiva, conduzcan a más largo plazo a un ahorro energético-económico y mejoras de la competitividad.
CONSUMO DE ENERGÍA PRIMARIA
En el año 2008, el consumo de energía primaria en España ascendió a 142.075 ktep, es decir un 3,1% inferior respecto al año anterior. Este descenso consolida la tendencia a la baja iniciada en el año 2005. Por fuentes energéticas, el consumo del gas natural registró un aumento del 10,1%, impulsado por su demanda en la generación eléctrica tanto en cogeneración como en las nuevas centrales de ciclos combinados. Con ello, este combustible recupera el ritmo de crecimiento de años precedentes. Las siguientes fuentes que experimentaron una evolución favorable en el 2008 fueron la nuclear, debido a la mayor disponibilidad de las centrales, y las energías renovables, cuyas producciones respectivas crecieron un 7 y 9%. Estas tres fuentes contribuyeron a compensar parcialmente las menores producciones derivadas de los productos petrolíferos y, de manera más acusada del carbón, que respectivamente en 2008 cayeron un 3,9% y 31,6%.
Evolución de Consumo de Energía Primaria por Fuentes en España, 1990-2008

El consumo de energías renovables en el año 2008 fue de 10.848 ktep, lo cual confirma la tendencia favorable iniciada en años anteriores, y especialmente evidente en el año 2005. La evolución de las renovables en 2008 supuso una contribución de estas fuentes a la demanda de energía primaria del 7,6%, lo que a su vez se tradujo en un incremento del 12% respecto año anterior. A ello han contribuido principalmente la energía eólica, solar y biocarburantes, cuyas producciones han aumentado respectivamente un 14,6%, 154% y 55,7%. No obstante, la biomasa es el recurso renovable más relevante, cubriendo cerca del 50% de toda la producción de energía primaria procedente de las energías renovables.
Consumo de Energía Primaria por Fuentes, 2008

La creciente participación de las energías renovables y del gas natural en la cobertura a la demanda de energía primaria, unida a políticas de eficiencia en el consumo de energía final, ha supuesto una contribución positiva en la mejora de eficiencia del sistema energético, tal y como se desprende de la tendencia a la baja en el consumo de energía primaria.
Variación del Consumo de Energía Primaria y Cobertura de las Renovables y Gas Natural

A ello ha contribuido positivamente el desarrollo de las infraestructuras del gas y de la electricidad, en línea con las previsiones de la Planificación de los Sectores de Electricidad y Gas 2002-2011, y su Revisión 2005-2011. A ello se espera que igualmente contribuya la Planificación de los Sectores del Gas y Electricidad, 2008-2016, por la cual se ha aprobado un volumen de inversiones superior a 19.000 M€ en nuevas infraestructuras eléctricas y gasistas. Eso posibilitará una mayor penetración, no solo del gas natural, sino especialmente de las energías renovables, cuya cobertura a la demanda de energía primaria al 2016 se espera que se duplique hasta alcanzar el 15,8% de la misma.
La comparación a nivel europeo de la estructura de demanda energética permite observar que las diferencias más importantes entre España y UE-27 son el mayor recurso al petróleo y sus derivados en España, que suponen casi la mitad de la cobertura a toda la demanda —principalmente del sector transporte—, mientras que en la UE-27, esta participación no alcanza el 40%; y la mayor presencia de la energía nuclear en la UE-27. La mayor importancia del petróleo en el suministro energético español, cubierto principalmente en base a importaciones, explica en gran parte la elevada dependencia energética de España, por encima del 80%.
Respecto al carbón, gas natural y energías renovables, no hay apenas diferencias entre la UE-27 y España. Las energías renovables representan tanto en España como en la UE-27 en torno al 7% de la cobertura, que en España se cubre principalmente con energía eólica y con biomasa, si bien esta última fuente presenta una contribución menor que en el conjunto de la UE. La participación de la energía eólica, con casi un 2% de la cobertura a la demanda, destaca frente a la mayoría de países de la UE, donde ese porcentaje se reduce por debajo del 1%.
En cuanto al consumo de energía primaria, España ocupa el quinto lugar entre los países de la UE, encontrándose en una posición más distante en términos de consumo per cápita, concretamente en el puesto duodécimo.
INTENSIDAD DE ENERGÍA PRIMARIA
En el año 2008, la disminución del 3,1% en el consumo de energía primaria estuvo acompañada de un crecimiento del Producto Interior Bruto del 0,9%, lo que dio como resultado una reducción de la intensidad de energía primaria del 3,95%. Con ello, este indicador mantiene por cuarto año consecutivo el cambio de tendencia iniciado en el año 2004, momento a partir del cual se constata un presumible desacoplamiento entre la actividad económica y la demanda energética.
En definitiva, la evolución de este indicador implica una convergencia con las tendencias registradas en los últimos años en cuanto a mejora de la eficiencia energética a nivel de la media europea, así como de países de nuestro entorno geográfico.
Intensidad Primaria en España y UE

En general, la mejora observada en la intensidad ocurre con anterioridad al inicio de la actual crisis económica y financiera de carácter internacional. La crisis indudablemente está teniendo impacto en la riqueza y actividad económica nacional, según se evidencia del menor ritmo de crecimiento del PIB en el 2008 respecto al 2007 en que la economía creció un 3,6%. No obstante, el descenso más acusado en la demanda energética parece indicar la existencia de factores ajenos a la crisis, que repercuten en la mejora de la intensidad energética, y con ello, en el desacoplamiento de la actividad económica y demanda energética, registrado desde el año 2005.
Sólo la futura evolución de estos indicadores permitirá obtener conclusiones más acertadas sobre la influencia de la crisis en la eficiencia energética. A pesar de la incertidumbre, cabe esperar que la crisis actúe como elemento catalizador para acometer cambios necesarios orientados a mejoras potenciales en la eficiencia y ahorro energético, que a más largo plazo supondrán un ahorro económico y mejora de competitividad.
El análisis de indicador en términos de paridad de poder de compra permite una comparación más ajustada entre países de las tendencias de la intensidad energética. Este nuevo indicador tiene como objeto eliminar las diferencias entre países en cuanto al nivel de precios, dando lugar a un ajuste en el PIB de los distintos países, disminuyendo así la intensidad en países como España, con menor coste de vida, o aumentando en aquellos otros países donde sucede lo contrario. En cualquier caso, el uso de las paridades de poder de compra no afecta a las tendencias de las intensidades, resultando un indicador más realista a efectos de comparaciones a nivel internacional, y por tanto, de mayor utilidad de cara a las políticas comunitarias y nacionales orientadas a la mejora de la eficiencia energética y competitividad de sus economías.
Este nuevo indicador muestra para nuestro país cierta estabilización con una ligera tendencia a la baja, aproximándose la posición relativa al nivel de la media europea, donde en términos generales se vienen registrando mejoras interanuales de la intensidad energética del entorno del 1% desde 1990.
Intensidad Primaria a Paridad de Poder de Compra

Este indicador, al igual que el anterior, refleja un cambio de tendencia a partir del 2004, lo cual conduce en el 2008 a una reducción acumulada en dicho periodo del 11% en el consumo energético necesario para la obtención de una unidad de Producto Interior Bruto. A ello han podido contribuir cambios estructurales ocurridos en el conjunto de la economía.
CONSUMO DE ENERGÍA FINAL
El consumo de energía final en el año 2008, excluyendo los usos no energéticos, registró un descenso del 2,6% respecto al año previo, alcanzándose los 98.643 ktep. A esta situación contribuyeron prácticamente todas las fuentes energéticas, que a excepción de las energías renovables, vieron disminuir su participación en la demanda. Esto fue especialmente notable en el caso de los productos petrolíferos —responsables del 53,6% de la cobertura a la demanda de energía final—, y del carbón, cuyos consumos se redujeron respectivamente en un 4,3% y en un 10,3%.
Consumo de Energía Final (ktep) en España: Global y Sectorial, 2008 (1)

En cuanto al gas natural y a la electricidad, si bien registraron una leve contracción en sus demandas, éstas se mantuvieron prácticamente estabilizadas. Las energías renovables, por su parte, vieron aumentar su participación en un 4%, alcanzando así el 4,5% de la cobertura a la demanda de energía final, lo que equivale al doble de la aportación del carbón. Esto se vio favorecido principalmente por las demandas de biocarburantes en el sector transporte y de energía solar térmica, básicamente en el sector edificios.
Consumo de Energía Final por Fuentes y Sectores de Uso Final en España, 2008

INTENSIDAD DE ENERGÍA FINAL
Esta evolución del consumo final acompañada de un cierto crecimiento económico ha supuesto una mejora del 3,47% de la intensidad de energía final, lo que a su vez parece consolidar el cambio positivo registrado en la evolución de este indicador a partir del año 2004. Ello implica un mayor acercamiento a la tendencia mostrada por la media del conjunto de países de la UE15 y UE27, así como de los países próximos geográficamente.
Intensidad Final en España y UE

Una observación adicional a la evolución de este indicador es que el descenso más acusado experimentado por el indicador de la intensidad primaria (3,95%) frente al de la final, se explica en parte por la mejora de la eficiencia en la generación eléctrica causada por la penetración progresiva de las energías renovables y del gas natural en centrales de ciclos combinados.
Tendencias de las Intensidades de Energía Primaria y Final en España

La corrección del indicador de intensidad final a paridad de poder de compra nos sitúa a un nivel similar, si bien ligeramente por encima, al de la medida de la UE15 y de la UE27, y por debajo de países como Bélgica. Con ello se evidencia una cierta estabilización del indicador corregido con tendencia a la baja en los últimos años de igual modo que en la mayoría de países comunitarios.
Intensidad Final a Paridad de Poder de Compra

El análisis de la evolución del indicador de intensidad final en España con las correcciones climáticas según grados día y a estructura constante del 2000 permite diferenciar la mejora imputable a efectos estructurales de la debida a otras causas como el efecto combinado de posibles mejoras tecnológicas y políticas de eficiencia energética. Así, de acuerdo a la información última disponible, en el periodo 2000-2007 se observa una mejora acumulada del 2,6% debida a cambios estructurales producidos en el conjunto de nuestra economía.
Evolución de la Intensidad Final a Estructura Constante 2000-2007

Lo anterior encuentra apoyo a partir de la observación de la evolución de las intensidades final del conjunto de la economía y de los distintos sectores que la integran.
Evolución de las Intensidades Final y Sectorial en España

Se puede comprobar que en términos globales, desde comienzos del nuevo milenio, es la industria el sector que ha contribuido en mayor medida a la mejora acumulada de la intensidad final. Un detalle adicional de la evolución de la intensidad energética de los distintos sectores y de sus particularidades se ofrece a continuación.
ANÁLISIS SECTORIAL DE LA EFICIENCIA ENERGÉTICA EN LOS DISTINTOS SECTORES CONSUMIDORES
Sector Industria
Durante el año 2008, la demanda de energía final del sector industria, excluyendo usos no energéticos, se incrementó un 0,02%, ascendiendo a 29.962 ktep, equivalente al 30,4% del consumo de energía final. Este aumento se debió al incremento de la demanda de los productos petrolíferos, que en dicho año se incrementó en un 23,6%, compensando la menor demanda asociada a las restantes fuentes energéticas, que disminuyeron entre un 1,4% y un 9,9%.
Consumo de Energía Final (ktep) en el sector Industria en España en 2008 (1)

En concreto, la mayor demanda de los productos petrolíferos se concentró en cuatro sectores —el químico; la industria de la alimentación, bebidas y tabaco; el cementero; y el siderúrgico—, quienes conjuntamente absorbieron el 70% del incremento del consumo energético derivado de los mismos.
Principales Indicadores en el Sector Industria

El aumento del consumo energético unido a una disminución de Valor Añadido del conjunto del sector en el año 2008 ha supuesto un incremento del 1,5% en el valor de la intensidad energética de este sector. No obstante, una comparación de la situación respecto al año anterior permite apreciar una mejora en la evolución de este indicador en 2008, habiendo disminuido en un 60% el empeoramiento mostrado el año anterior. Por otra parte, del análisis comparativo de la evolución de este indicador en el contexto europeo se constata unos valores superiores a la media, así como una tendencia a la divergencia respecto a esta, que se interrumpe en el año 2005, mostrando desde entonces una cierta tendencia al acercamiento, así como a la mejora.
Por países, presentan interés Alemania, Italia y Francia con menores intensidades que la española, y por constituir un referente en la mejora de la competitividad a la que debe tender nuestra economía.
Intensidad Energética Sector Industria en España y UE

Una de las causas del elevado valor de la intensidad energética de la industria nacional obedece al subsector de Minerales no metálicos, con elevada representatividad en el consumo energético del sector —aproximadamente un cuarto del consumo energético de toda la industria—, y en contraste, reducida aportación al Valor Añadido Bruto de dicho sector. Esta rama de la industria, y en concreto la producción cementera, se encuentra ligada al sector de la construcción, que a diferencia de otros países de nuestro entorno, presenta gran importancia en la estructura productiva de la industria española, alcanzando el 33% del Valor añadido de este sector en 2007.
Consumo Energético del Sector Industria, 2008

La expansión de la construcción, especialmente desde los 90, y la demanda asociada de productos como los citados con anterioridad, de producción muy intensiva en energía, es lo que en definitiva explica la evolución del indicador de intensidad frente a la de la media europea, donde, en cambio, predominan otras ramas menos intensivas de la industria como las ligadas a los bienes de equipo. En la actualidad, el contexto de crisis coyuntural que afecta al sector de la construcción, es previsible que tenga impacto en su demanda energética, y con ello en el indicador de la intensidad.
La siguiente rama de la industria con influencia decisiva en la intensidad energética del sector es la industria química, quien absorbe el 17,4% del consumo energético. No obstante, si se considera los usos no energéticos, aquéllos utilizados como materia prima en determinados procesos productivos, como por ejemplo la elaboración de naftas, la representatividad del sector químico se eleva hasta alcanzar la primera posición con un 25% del total del consumo total final.
Diferenciando la intensidad de la industria en sus componentes, esto es, la intensidad asociada a las demandas eléctrica y térmica de la industria, se observa, por una parte, la mayor representatividad de la intensidad debida a la demanda térmica, cubierta principalmente con combustibles de origen fósil, con participación creciente del gas natural, así como de las energías renovables en los últimos años.
Intensidades Térmica y Eléctrica de la Industria en España

En general, se aprecia una tendencia a la estabilización en la intensidad eléctrica, de modo que la evolución de la intensidad final en industria se encuentra estrechamente ligada a la de la intensidad térmica. Por último, un análisis de la industria en España evidencia el efecto positivo de mejoras tecnológicas así como de cambios estructurales y/o de procesos productivos en el conjunto de este sector a lo largo de los últimos años. Una prueba de lo anterior se obtiene de la observación de la evolución de algunas de las ramas más intensivas de la industria, como la industria del cemento, la siderúrgica, y la industria papelera.
Evolución del Consumo Unitario (tep/t) en los Sectores del Cemento, Siderurgia, y Papelero

En estas ramas se evidencia una reducción notable del consumo unitario asociado a su producción, lo cual, entre otras causas, puede obedecer a la incorporación de mejoras en su proceso productivo.
Variación (%) del Consumo Unitario (tep/t), 1990-2007

Se espera que las medidas emprendidas con relación a la industria en el marco del vigente Plan de Acción de Ahorro y Eficiencia, 2008-2012 contribuyan a reforzar el camino iniciado por el anterior Plan en la dirección de la mejora de la eficiencia energética. Así, medidas ya conocidas como la suscripción de Acuerdos Voluntarios entre las asociaciones representativas del sector industrial y la Administración Pública dirigidas a potenciar el ahorro energético en cada sector, y los Programas de Ayudas Públicas para la mejora de la eficiencia con dotación presupuestaria a las distintas Comunidades Autónomas, se ven complementadas en este nuevo Plan con la realización de evaluaciones específicas de los impactos energéticos de los proyectos desarrollados en el sector industrial. Es previsible que las citadas actuaciones en conjunto ayuden a moderar la evolución del indicador de la intensidad final en industria a lo largo del periodo de ejecución del Plan.
Sector Transporte
El consumo energético de este sector, basado mayoritariamente en la demanda de productos petrolíferos, muestra una tendencia a la estabilización, habiendo registrado un descenso próximo al 3% a lo largo del 2008. A pesar de ello, este sector sigue siendo el más consumidor, con el 40,2% del consumo de energía final. Prácticamente, la totalidad de este consumo —97,3%— tiene su origen en los derivados del petróleo. De manera adicional, cabe destacar el crecimiento registrado en 2008 en el consumo de biocarburantes en este sector, que aumentó en un 60,5%. Este consumo supone el 1,54% de todo el consumo en transporte, lo que a su vez representa el 1,87% del consumo total de combustibles fósiles, cifra acorde al objetivo fijado al 2008 por la Orden ITC/2877/2008, de 9 de octubre, sobre fomento del uso de biocarburantes.
Consumo de Energía Final (ktep) en el sector Transporte en España en 2008 (1)

En cuanto a modos de transporte, la carretera sigue siendo el modo más intensivo en energía, absorbiendo cerca del 80% del consumo si bien presenta una leve pérdida en su participación en el consumo energético del sector, en beneficio de otros modos como el transporte aéreo y el ferrocarril.
Consumo Energético por Modos de Transporte en España, 2008

En general, la razón del elevado peso de este sector en el consumo energético total nacional se encuentra ligado al aumento de movilidad así como a los niveles de motorización. Estos factores explican en gran medida la evolución de la intensidad energética de este sector, expresada como el consumo energético del sector transporte respecto al Producto Interior Bruto.
Principales Indicadores en el Sector Transporte

Así, en la actualidad el parque circulante en España supera los 15 millones de vehículos, lo que equivale a un ratio de unos 350 vehículos por cada mil habitantes, en proximidad a la situación danesa y portuguesa, y aún por debajo de los 500 de la media europea, y de países tan relevantes como Francia, Italia y Alemania, superando estos dos últimos el umbral de 550.
Parque de Vehículos (Nº/1.000 habitantes) en España y UE

El análisis comparativo a nivel europeo de la evolución la intensidad de este sector, expresada como el consumo energético del sector transporte respecto al Producto Interior Bruto, muestra un valor muy superior a la media europea, mostrando al mismo tiempo una estabilización hacia la segunda mitad de los noventa, con una evolución en el entorno de 0,051 kep/€2000, es decir, del orden del 40%-50% por encima del valor medio europeo.
Intensidad Energética Sector Transporte en España y UE

La causa principal de la divergencia entre los indicadores nacional y europeo se encuentra en el elevado consumo energético que este sector presenta a nivel nacional, debido a factores ya mencionados como la movilidad y niveles de motorización. Respecto a lo último, una particularidad del parque nacional de turismos es su creciente dieselización, especialmente desde finales de los noventa, y a un ritmo superior al del conjunto de la UE, siendo en la actualidad la penetración de este tipo de vehículos del 47%.
Penetración del Diesel en el Parque de Vehículos Privados en España y UE

Es posible que este último factor haya contribuido, si no a la mejora de la eficiencia energética del sector, al menos a paliar un empeoramiento que, de otro modo, se habría producido considerando las características propias del sector transporte a nivel nacional, entre las que destaca la posición geográfica española, desplazada del centro de gravedad de la actividad económica, más localizada hacia el norte de Europa, lo que convierte a nuestro país en zona de paso para el tráfico de mercancías por carretera. En particular, con relación a la posición geográfica española, cabe destacar que de acuerdo a recientes estimaciones, el consumo de vehículos de tránsito en España asciende al 13-14% en turismos y al 17% en el caso de camiones respecto a los consumos homólogos a nivel nacional, lo cual sin duda tiene repercusión en el elevado indicador energético de este sector. De manera adicional, otros factores que igualmente contribuyen al elevado consumo energético de este sector son la antigüedad del parque nacional de vehículos y el uso del vehículo privado.
Son varios los factores que se espera que contribuyan a medio plazo a una mejora del indicador en nuestro país. Entre éstos cabe citar las mejoras tecnológicas de los motores así como nuevos diseños de los vehículos privados, propiciados tanto por la normativa europea relativa a límites de consumo como por la vinculación de las ayudas públicas y de los impuestos al consumo de los vehículos. Actualmente, en comparación a la media de la mayoría de los vehículos en circulación, existen en el mercado vehículos más eficientes desde un punto de vista tecnológico y energético.
Consumo Específico (l/100 Km.) de los Vehículos Privados en España

Con el fin de aprovechar estas ventajas de los vehículos modernos, dentro del Plan de Acción 2008-2012 se continúa impulsando la renovación del parque de automóviles, mediante medidas tan variadas como la aplicación de sistemas de apoyo a la adquisición de vehículos más eficientes, y la modificación del Plan Prever y del sistema fiscal para gravar la adquisición y el uso de los turismos con relación al consumo de combustible del vehículo, y emisiones de CO2 asociadas.
Otras medidas de interés, igualmente en el marco del citado Plan de Acción, son las relativas al uso eficiente de los medios de transporte como pueden ser la gestión de infraestructuras de transporte, y de flotas de transporte por carreteras, así como los programas de conducción eficiente. Por su parte, se espera una contribución a la mejora de la intensidad del transporte, las actuaciones dirigidas al cambio modal, entre las que destacan medidas recogidas por el propio Plan de Acción, como los Planes de Movilidad Urbana y los Planes de Transporte en Empresas y Centros de Actividad, así como el impulso al ferrocarril. Esto último se verá reforzado por el Plan Español de Infraestructuras de Transporte, 2005-2020 (PEIT), el cual prevé un aumento notable de inversiones en infraestructuras asociadas al ferrocarril, con el objetivo de incrementar la participación de este medio de transporte tanto en el transporte de pasajeros a nivel interurbano como en el transporte de mercancías.
Usos Diversos
El consumo de energía final de los sectores identificados bajo la categoría de “Usos Diversos” —éstos son los sectores Residencial, Terciario, Agricultura y Pesca—, disminuyó el pasado año un 4,8%, con respecto al año anterior, alcanzando los 29.064 ktep. La mayor parte de este consumo fue absorbido por los sectores residencial (57%) y terciario (32%), de los que se ofrece un mayor detalle a continuación.
Sector Residencial:
En lo que se refiere al sector residencial, el consumo de este sector en 2008 disminuyó en un 2,1% ascendiendo a 16.471 ktep, lo cual equivale al 16,7% del consumo final total. La menor demanda en 2008 fue motivada por la disminución en el consumo de los productos petrolíferos y sobre todo del carbón, cuya demanda en este sector va disminuyendo progresivamente a favor de otros combustibles, como las energías renovables y el gas natural, registrando este último un aumento del 10,6% en su demanda. En el caso de las energías renovables, cabe destacar su penetración en este sector, alcanzando el 13% de la contribución a la demanda del mismo.
La distribución del consumo energético por usos en dicho año, considerando la distribución del consumo energético por usos según la información disponible, muestra al consumo asociado a calefacción de las viviendas (47,3%) como el mayor demandante de energía. Este dato contrasta el 67% de cuota que este uso registra en la media europea, lo cual se explica en buena parte por la benevolencia de nuestro clima en invierno. Se espera, sin embargo, que en lo sucesivo aumente el consumo de la calefacción, principalmente como consecuencia de la tendencia a un mejor equipamiento así como a la progresiva penetración de los sistemas individuales de calefacción, en general menos eficientes que los sistemas colectivos.
Consumo Energético por Usos en el Sector Residencial en España y UE

Siguiendo en orden de magnitud, se sitúan a continuación los consumos de agua caliente sanitaria y cocina, con mayor representatividad que a nivel de la media europea. Finalmente, cabe mencionar el consumo absorbido en climatización, que a pesar de su escasa participación en el consumo energético —inferior al 1%— resulta problemático en cuanto a su impacto en las puntas de demanda, siendo esto especialmente acusado en los periodos estivales. Se espera que los últimos avances en la legislación relativa a la edificación (envolvente térmica, arquitectura bioclimática, etc.) permitan atenuar la incidencia de este consumo.
Por otra parte, de acuerdo a la última información disponible, relativa al año 2007, la comparación a nivel europeo del consumo energético por hogar corregido por el clima, sitúa a nuestro país como el menos intensivo energéticamente con aproximadamente 1 tep/hogar, es decir, alrededor de un 40% inferior al consumo energético medio de un hogar europeo.
Intensidad Energética Sector Residencial con Correcciones Climáticas en España y UE

Esta diferencia obedece a causas tan variadas como una climatología más favorable y el escaso peso de los precios energéticos sobre el gasto de los hogares. Atendiendo a la evolución del consumo energético por hogar, se aprecia la evolución de la intensidad eléctrica, por encima de la térmica debido a la demanda eléctrica al equipamiento eléctrico de los hogares.
Principales Indicadores en el Sector Residencial

Sin embargo, ambas intensidades registran un descenso en 2008, más acusado en el caso de la térmica. La intensidad eléctrica continúa, por tanto, la tendencia a la baja iniciada en el año 2006, lo cual podría ser un indicio en la saturación del equipamiento eléctrico de los hogares, hasta alcanzar a niveles similares a los de la media de la UE.
Lo anterior se confirma a partir de la comparación a nivel europeo del consumo eléctrico medio por hogar, donde se aprecia la progresiva convergencia entre España y la media de la UE. Así, en el año 1990 el consumo eléctrico medio de un hogar español era del orden 70% del hogar medio europeo, mientras que en el año 2007 supera ya el 95%.
Intensidad Eléctrica del Sector Residencial en España y UE

Por último, es de esperar un efecto positivo a medio-largo plazo en la mejora de la eficiencia de los edificios del sector residencial como resultado de la aplicación de las medidas de eficiencia recogidas en el Plan de Acción 2008-2012, así como en la legislación relativa al sector de la edificación, tanto en lo que se refiere a los edificios nuevos como en los rehabilitados.
Sector Servicios:
Con respecto al sector servicios, el consumo energético en el año 2008 registró un descenso del 6,4%, ascendiendo a 9.211 ktep, cifra equivalente al 9,3% del consumo final total. Prácticamente todas las fuentes energéticas, a excepción de las energías renovables y de la electricidad, registraron una disminución en su demanda, siendo más significativo en el caso del carbón y del gas natural.
Consumo de Energía Final (ktep) en el sector Servicios en España en 2008 (1)

La demanda eléctrica, por su parte, se mantuvo estabilizada, si bien destaca la creciente participación de este consumo, que representa el 67,6% del consumo total de este sector. Se espera que la normativa de reciente aplicación en lo relativo a la edificación contribuya a paliar a medio plazo la demanda eléctrica en climatización e iluminación del sector terciario.
Evolución del Consumo Energético del Sector Servicios, 1990-2008

Con relación a los distintos subsectores que integra el sector servicios, se observa una cierta estabilización en el consumo a lo largo de los últimos años, siendo los edificios ligados a las oficinas y al comercio, responsables de casi el 80% del consumo total del sector, así como de la mayor parte de la demanda eléctrica del sector.
En cuanto a la evolución de la intensidad energética de este sector, la situación correspondiente al año 2008 muestra una mejora del 8,4%, atribuible tanto a la disminución del consumo energético del sector como al crecimiento económico de este sector del 2,25%.
Principales Indicadores en el Sector Servicios

Un análisis similar se deriva del indicador, expresado como el consumo energético por empleado, en cuyo caso la mejora fue del 8,54%. Por otra parte, de la evolución de ambos indicadores se puede observar una mejora de la productividad del sector desde el año 2004.
Intensidades de Energía Final del Sector Servicios

La comparación a nivel europeo de las intensidades del sector servicios, permite contrastar la situación de España, al nivel de la media de la UE y por debajo de países como Bélgica, Holanda y Alemania.
Intensidad Energética del Sector Servicios en España y UE

Sin embargo, si se considera la intensidad eléctrica, la situación se invierte, cobrando nuestro país mayor protagonismo que la mayoría de países europeos.
Intensidad Eléctrica del Sector Servicios en España y UE

Esta situación se explica debido a la importancia que tiene el consumo eléctrico, debido principalmente a las necesidades de climatización, significativamente superiores a las de la media europea, y especialmente, a las de los países del norte, siendo, en consecuencia, el consumo eléctrico un componente decisivo de la evolución del consumo energético del sector terciario. De ahí que la intensidad eléctrica tenga tanta relevancia en nuestro país.
Es previsible que la creciente importancia del gas natural en el consumo energético en este sector contribuya en lo sucesivo a atenuar la evolución de este indicador.
Pilar de Arriba Segurado
Jesús Pedro García Montes
Dpto. Planificación y Estudios
IDAE