¿Sabías lo importante que es el antimonio? Este material es un elemento clave para ayudarnos en la meta de la transición energética y por ende todos los países quieren tenerlo, pero ahora, las cosas se están poniendo bastante tensas pues Estados Unidos se lo estaría robando a China, pero ¿cómo es posible esto?
Una guerra por el antimonio
La naturaleza está llena de elementos que son muy importantes para la economía de los países y uno de ellos es el antimonio, un metal que se utiliza para fabricar baterías avanzadas, semiconductores y equipos militares.
Su disponibilidad no solo influye directamente en los costos de producción y la competitividad de las empresas, sino que puede determinar la capacidad de los ejércitos para equiparse y la velocidad a la que una nación puede innovar.
El antimonio ha generado una intensa controversia entre China y Estados Unidos, dado que China es el mayor productor y está aprovechando esa ventaja para ejercer presión, mientras que EE.UU lucha por conseguir su propio abastecimiento.
La tensión comenzó a aumentar en diciembre de 2024, cuando China prohibió oficialmente la exportación de antimonio a Estados Unidos, luego en solo unos meses, el precio de este metal se cuadruplicó, pasando de unos 13 000 a más de 60 000 dólares por tonelada.
Debido a este dilema empresas de baterías y fabricantes de equipos militares en EE.UU se vieron forzados a buscar fuentes alternativas para no detener su producción y para ello tomaron un camino diferente y lleno de sorpresas.
Situaciones extremas, medidas desesperadas
Aunque China prohibió la venta de antimonio a EE.UU, este sigue recibiendo grandes cantidades, de hecho, entre fines de 2024 y principios de 2025, Estados Unidos importó más de 3800 toneladas desde Tailandia y México.
Esto es tan sorprendente como el mayor sabotaje de la historia, pues antes estos países casi no vendían este mineral, lo que nos lleva a preguntarnos ¿qué está pasando? Pues según un informe de Reuters, los otros países estarían ayudando a Estados Unidos.
El informe sugiere que el producto sale de China, pasa por otros países como Tailandia y México y luego llega a Estados Unidos con un origen diferente y para ello una de las teorías es que cambian las etiquetas para que el antimonio parezca otro material como hierro o zinc.
Tailandia, a pesar de no producir mucho antimonio, se ha convertido en un gran receptor de las exportaciones chinas de este mineral, la empresa local Thai Unipet ha enviado más de 3300 toneladas a Estados Unidos.
México también es importante, pues aunque tiene una sola fundición de antimonio, ahora es uno de los tres principales destinos para el antimonio chino, algo muy curioso pues antes, en 2023, ni siquiera estaba entre los diez primeros.
Nadie está a salvo de los bloqueos
Pero el caso del antimonio no es algo único, pues China usa estrategias muy parecidas para conseguir chips de inteligencia artificial cuya exportación está prohibida por EE.UU, incluso han conseguido chips de fabricantes como AMD, NVIDIA, e Intel gracias a intermediarios de Malasia y Singapur.
El caso del antimonio básicamente nos demuestra que ningún bloqueo es 100% efectivo y como la economía global es capaz de encontrar soluciones incluso ante una prohibición estricta gracias a los intermediarios.
Sin embargo, esto también nos muestra lo frágiles que son las cadenas de suministro actuales y la urgente necesidad de producir, reciclar y buscar minerales importantes en más lugares, pues hoy fue el antimonio, pero mañana podría ser cualquier otro material.
Por ahora, China no consiguió lo que quería, pues Estados Unidos sigue teniendo antimonio, demostrándonos que a pesar de los bloqueos, con la ayuda de terceros esto es posible, sin embargo, aún no sabemos que pasará en el futuro, sobre todo ahora que una inteligencia superior está ayudando a extraer riquezas.