Asia está viendo cómo sus desiertos cambian. En uno de ellos, han aparecido dos torres impactantes de 200 metros. Hace siglos que la humanidad mira los desiertos con cierta fascinación y recelo. Esos amplios territorios vacíos e indómitos tienen un dejo de misterio que envuelve.
El calor parece palpitar desde las arenas ardientes. Debido a la urgencia actual de hallar nuevas fuentes de energía limpias y abundantes, el foco atención se ha puesto sobre estos parajes. No se trata solo extensiones de arena monótonas. Algunos contemplan significativas dunas.
Otros, mesetas rocosas o llanuras de grave y hasta desiertos polares donde la falta de humedad predomina. Todos comparten importantes rasgos geológicos que, en cuestiones de energía solar, son de sumo interés. El primero de ellos es que reportan suelos de alta reflectividad.
Si bien la reflectividad excesiva puede perjudicar la absorción solar en algunos casos, muchos suelos desérticos muestran óptimos índices de absorción térmica. Sobre todo, aquellos conformados por grave y materiales áridos. A causa de la escasez de agua, la vida vegetal resuelta acotada y tiende a estar encontrada en oasis.
Esto facilita la planifica la planificación de considerables extensiones solares sin la necesidad de deforestaciones o remociones masivas de vegetación. Todas estas características disminuyen el impacto ambiental que sí podría darse en otro tipo de regiones. En este contexto, no resulta extraña la transformación que se está dando en los desiertos de Asia.
¿Qué está pasando en los desiertos de Asia?
Tras los experimentos concretados en Estados Unidos, ha salido a la luz lo que está sucediendo en Asia. China presume de la primera planta termosolar de doble torre el mundo, un 24% más eficiente. La compañía estatal China Three Gorges Corporation ha dispuesto 30 000 espejos en círculos concéntricos.
Van superpuestos de tal manera que reflejan energía casi todo el día a una de las torres. La firma está muy cerca de construir esta central termosolar con dos torres endotérmicas con tecnología de sales fundidas (CSP) para almacenar el calor.
El proyecto se está construyendo en la provincia de Gansu. Alrededor, tiene varias centrales de producción eólica, fotovoltaica y carbón.
Tendrá 30 000 espejos que reflejarán la luz solar, desviándola a lo alto de las torres. Las torres miden una altura de 200 metros que le brindarán una mayor eficiencia a la instalación, comparándola con otras centrales termosolares en el mundo.
Puede generar energía durante la noche. La sal fundida almacenada en el interior de las torres actúa como una batería térmica. Retiene el calor adicional recolectado durante el día y lo liberando para conservar los generadores en funcionamiento continuo.
Proyección de las torres termosolares de China, Asia
Las torres termosolares operan con el mismo generador, donde acude todo el calor. Los 30 000 espejos están dispuestos de manera que casi siempre producen calor hacia una de las torres por lo que la eficiencia es mucho mayor. La innovación no se limita únicamente a estas dos torres.
Tiene potencial para la incorporación de varias torres más para alcanzar ganancias de eficiencia inexploradas. La planta es parte de un complejo de energía limpia.
Está compuesta por plantas solares, térmicas y eólicas que trabajarán de la mano. La idea es producir más de 1800 millones de kilovatios-hora de electricidad cada año y ahorrar 1,53 millones de toneladas de emisiones de carbono.
Una eficiencia que sorprende incluso en Asia
Los espejos del área superpuesta pueden ser aprovechados por cualquiera de las torres. Se estima que esta configuración mejorará la eficiencia un 24%. En esta eficiencia también tiene mucho que ver que los espejos vislumbran una eficiencia d reflexión del 94%.
Traducido, esto significa que la mayor parte de la energía solar que los golpea se refleja en las torres generadoras de energía.
Así es como Asia puede presumir de la primera planta de energía solar térmica de doble torre el planeta. Un oasis energético creado a base de 30 000 espejos, torres de 200 metros y 1800 millones de kWh/año. Mientras este proyecto se prepara para brillar, muchos no pueden evitar recordar lo que fue este fracaso de 1000 millones.