Brasil halla un tesoro flotando en el mar que el mundo lleva décadas buscando. Un hallazgo tan impactante como el descubrimiento del futuro de la humanidad bajo el mar. El mar, con su vastedad y apasionantes misterios, siempre ha logrado cautivar a la humanidad. Su belleza no es nada comparado con su potencial energético tan enorme como inexplorado. Existe una amplia variedad de energías que pueden explotarse a partir del mar o sobre él. Una de las más extendidas es la energía eólica marina offshore.
La energía eólica marina offshore se trata de una técnica de obtención de electricidad que utiliza molinos de viento flotantes en áreas alejadas de la costa. Su finalidad es aprovechar las corrientes de aire que se generan en las zonas interiores de los mares y océanos, que son superiores a las que podemos encontrar cerca de la costa. Cabe destacar que en ningún caso versa sobre estructuras fijas. Al contrario, los molinos de viento que crean energía eólica quedan sustentados en plataformas flotante, lo que disminuye el impacto de la instalación y baja los costes.
Al mismo tiempo, permite el desarrollo de parques extensos en las aguas más profundas. Un parque de energía eólica marina offshore funciona de forma parecida a un parque eólico tradicional. Gracias al movimiento generado por el viento de los molinos, la energía cinética pasa a ser energía eléctrica renovable y limpia.
Un tesoro flota en el mar de Brasil: el mundo lleva décadas buscando algo como esto
El Banco Mundial, en conjunto con la Empresa de Pesquisa Energética (EPE), proyecta un potencial de 1.200 GW eólicos offshore en Brasil. Presentó al Ministerio de Minas y Energía (MME) de Brasil un análisis acerca de los escenarios de desarrollo de la eólica marina en el país. El informe busca respaldar la decisión de establecer un camino a largo plazo para las necesidades energéticas de Brasil y, asimismo, cumplir con los objetivos de mitigación climática, seguridad energética, tarifas asequibles y desarrollo económico, a través de diversos escenarios de expansión.
Tanto es así que el escenario más prometedor refleja que la eólica offshore alberga un potencial técnico de más de 1.200 GW, incluidos 480 FW de potencial de cimentación fija (a profundidades por debajo de 70 metros) y 748 GW de potencial de cimentación flotante (profundidades de entre 70 y 1.000 m). Esto supone cuatro veces la capacidad instalada actual del país. Al mismo tiempo, el costo podría disminuir de USD 64 por MWh en los primeros proyectos (alrededor de un 50% superior a los precios de energía solar y terrestre) a USD 40-50 por MWh para 2050.
Sumado a esto, para esa misma fecha podría producir más de 516.000 puesto de trabajo hasta 2050 y brindar un valor agregado bruto de, por lo menos, R$ 900.000.000.000 a la economía brasileña, según el estudio elaborado entre el Banco Mundial y la EPE.
“La energía eólica marina puede desempeñar un papel destacado en la matriz energética brasileña. Sin embargo, vale recordar que los primeros proyectos eólicos marinos tendrán un costo de generación mayor que los proyectos terrestres y requerirán una expansión significativa de las capacidades nacionales si Brasil quiere competir con mercados establecidos en Europa, o incluso con nuevos mercados en el continente americano”, advierte el reporte.
Brasil tiene el tesoro más buscado en sus aguas
El escenario más ambicioso estima que esta tecnología sobre el océano puede alcanzar 96 GW de capacidad instalada al 2050, plasmando así casi una quinta parte de la producción total del país hacia 2050 y conquistando el 7,1% del fondo marino técnicamente viable.
De esta manera, Brasil encuentra un tesoro flotante en el mar que podría otorgarle más de una satisfacción en las próximas décadas. Mientras la eólica marina demuestra su valía, se solicita que su regulación preserve los hábitats y cuente con participación social.
