El panorama energético de nuestro país está cambiando, y no es algo de lo que vayamos a culpar directamente a Putin. Sin embargo, está más que claro que se observan diferencias respecto a otros años. Una de ellas es el cierre de una central eléctrica en Galicia que llevaba 47 años funcionando. ¿Sabes de cuál te estamos hablando? Ya amenazaron con su clausura, pero ahora la han hecho realidad.
Las centrales nucleares se abren paso de nuevo: ¿adiós a las centrales eléctricas de carbón?
Las centrales nucleares han sido tradicionalmente motivo de controversia, puesto que los residuos pueden contaminar durante 24 000 años, una cantidad inasumible y que en ciudades como Chernóbil o Fukushima saben bien. ¿Sabes cuántas hay en nuestro país? Según el Ministerio de Transición Ecológica, son cinco.
El Parlamento Europeo aprobó a finales del año pasado dar un impulso a la energía nuclear por considerarla renovable o, al menos, no contaminante. Esta es una medida que desde Greenpeace e incluso desde Naciones Unidas han condenado a toda costa por considerar nociva para el medioambiente.
A pesar de esta tendencia, el Gobierno español aprobó el Séptimo Plan General de Residuos Radiactivos, estableciendo un cronograma para el cese de operaciones de las centrales nucleares españolas entre 2027 y 2035. Este plan busca garantizar la seguridad y la gestión adecuada de los residuos radiactivos.
Esta central eléctrica de Galicia acaba de cerrar después de medio siglo
Endesa, la compañía eléctrica líder en España, ha tomado la decisión de cerrar la central eléctrica en Galicia de As Pontes. Esta central, una de las más grandes en la región y en España, ha desempeñado un papel crucial en la generación eléctrica basada en carbón durante 47 años (casi medio siglo, impresiona).
El cierre, anunciado en noviembre, marca el fin de una era y la transición hacia fuentes de energía más sostenibles. La central de As Pontes, con una capacidad de 1.400 MW, ha sido fundamental para el desarrollo industrial en Galicia, contribuyendo incluso al funcionamiento de empresas como Alcoa.
Su cierre significa una reducción significativa en la dependencia del carbón, un paso esencial para avanzar hacia un modelo energético más limpio y sostenible. Desde su última quema de carbón en noviembre, la central ha sido desconectada de la red, liberando espacio para nuevas capacidades renovables.
¿Qué consecuencias traerá el cierre de la central eléctrica de carbón de As Pontes?
Tras el cierre de la central eléctrica en Galicia de As Pontes, la capacidad de generación eléctrica basada en carbón en España ha reducido en más de 7500 MW de cuatro años. Este cambio reconfigura el panorama energético, con tecnologías como la termosolar, el Fuel+Gas y la Turbinación de Bombeo Hidroeléctrico.
En la Península Ibérica, solo EDP mantiene centrales térmicas de carbón, con planes de reconversión en marcha. El cierre de As Pontes refleja la transformación de las empresas hacia modelos energéticos más sostenibles, con inversiones previstas para convertir centrales como Aboño, Soto de Ribera y Los Barrios, entre otras.
Este cambio de paradigma, que deja atrás el carbón, refleja la adaptación de las compañías al nuevo panorama energético. La inversión en energías renovables y tecnologías limpias se presenta como el camino hacia un futuro más sostenible y respetuoso con el medioambiente, sin olvidar el hidrógeno verde como clave.
Lo que está claro es que el cierre de esta central eléctrica en Galicia demuestra una apuesta clara y decidida por las energías renovables. Esta región no es la única que está priorizando el combustible limpio, y lo veremos dentro de poco, cuando las subvenciones para los coches eléctricos sigan atrayendo compradores. ¿Qué otras tendencias podríamos ver de aquí en adelante? Permanecemos expectantes.