China está a un paso de perder todos sus mares. Ha llegado demasiado lejos y no sabe cómo pararla. Un claro ejemplo fue este proyecto en el que se atrevió a producir energía en el mar y le salió mal. En los últimos años, el mundo ha tomado conciencia sobre la importancia de recurrir a fuentes de energía renovables que no comprometan el medio ambiente. Con esta perspectiva instalada, ya han aparecido en escena varios proyectos vinculados con las renovables, especialmente con la solar y la eólica.
Sin embargo, hay territorios en los que la superficie terrestre ya no es suficiente para cubrir la necesidad de plantas de producción de energía. Así es como, poco a poco, cada vez son más las naciones que apuestan por extender este tipo de iniciativas al mar.
Por ejemplo, con propuestas de energía solar flotante (FPV). Tras un importante despliegue en el mercado asiático, la tecnología solar flotante está comenzado a ascender en Europa y otros continentes, con los paneles solares flotantes en auge.
A grandes rasgos, la energía solar flotante radica en la colocación de varios paneles solares sobre el agua para producir y suministrar energía eléctrica a la red. Tienen la misma finalidad que los paneles solares convencionales (de tierra): obtener electricidad, con la salvedad de que este grupo de placas solares se localiza sobre el agua.
Zonas como embalses de riesgo, presas hidroeléctricas, superficies de tratamiento de agua, lagos, estanques e incluso mares y océanos, pueden convertirse en ubicaciones óptimas para la implementación de plantas solares flotantes.
China podría perder todos sus mares si continúa con esta práctica
Según las previsiones de Wood Mackenzie, el mercado solar flotante mundial experimentará un crecimiento enorme hasta llegar a los 77 GW de capacidad instalada en 2033. En este contexto, China se ha tomado en serio el auge de las renovables y está llenando sus mares y embalses de paneles solares.
El país asiático ostenta una capacidad solar de más de 700 GW, por lo que el ascenso en la energía solar flotante es solo el inicio. Además, los países que siguen sus pasos son India e Indonesia. Este escenario quiere decir que Asia está esforzándose para liderar este nuevo sector.
La apertura hacia el mar abierto está siendo impulsada por la búsqueda de zonas sin limitaciones de espacio. Un aspecto que hace posible la instalación de parques solares a gran escala. China ha empezado a conectar a la red eléctrica instalaciones solares flotantes en mar abierto.
Sumado a esto, las óptimas condiciones de irradiación solar y construcción están consiguiendo el respaldo gubernamental. Desde su perspectiva, la compañía estatal, Huaneng Group, levantó la primera plataforma fotovoltaica marina capaz de resistir a las olas marinas.
China ha comenzado a vislumbrar las bondades de los paneles solares flotantes, pero ya lleva un tiempo trabajando en diversos proyectos de energía eólica offshore. Entre ellos resalta el aerogenerador marino de la firma Mingyang, con una capacidad de 20 MW y creado para resistir tifones. Sumado a esto, la misma empresa ha conformado el OceanX, una turbina eólica flotante que promete una generación de 54.000 MWh por año.
Por otra parte, el aerogenerador marino más grande de la Tierra es de la marca estatal china Dongfang Electric Corporation y alberga una capacidad de 26 MW.
Energía solar marina en China: ha llegado demasiado lejos
Asimismo, la empresa estatal CHN Energy Investment Group (CHN Energy) instaló el primer proyecto a gran escala de energía solar marina de 1 gigavatio (GW) en mar abierto. De la mano de la filial Guohua Energy Investment, completó la instalación del parque solar, que fue conectado satisfactoriamente a la red y comenzó a producir electricidad en el distrito de Kenli, provincia de Shandong (este de China).
A este paso, China podría estar a un paso de perder todos sus mares. Ha llegado demasiado lejos con sus proyectos sobre el agua. Un contexto que se une al tesoro que la humanidad lleva un siglo buscando y China ha encontrado: hay 230 000 toneladas bajo el mar.