China podría convertirse en el nuevo “ejemplo a seguir” de Europa. Tiene entre manos un proyecto que cambiaría radicalmente la situación de Europa. Una noticia que llega justo después de uno de los grandes logros del país asiático. Durante los primeros cinco meses de 2025, agregó 198 GW de nueva capacidad. 93 GW fueron incorporados en mayo, consigna Noticias Ambientales. Su expansión equivale a la instalación de casi 100 paneles solares por segundo. Con estos números, el territorio de Asia ya ha superado los 1000 gigavatios de capacidad solar instalada.
China planea conquistar el espacio con sus paneles solares
Pero las pretensiones de China no se limitan a la Tierra. También quiere plagar el espacio con paneles solares. Después de forrar esta conocida isla de paneles solares, la próxima parada es el espacio. En sus planes está la construcción de una central eléctrica solar fuera del planeta que habitamos.
La promesa es que generará tanta energía en un año como todo el petróleo que puede extraerse de la Tierra. Así lo declaró Long Lehao, diseñador jefe de los cohetes chinos Long March y miembro de la Academia China de Ingeniería, durante una conferencia de la Academia China de Ciencias, consigna South China Morning Post.
En magnitud, hay quienes han comparado este proyecto con el de la presa de las Tres Gargantas. El objetivo es ubicar un conjunto solar de un kilómetro de ancho a 36 000 kilómetros sobre la superficie terrestre, en órbita geoestacionaria. Esta comparación no es arbitraria.
La presa de las Tres Gargantas es el mayor proyecto hidroeléctrico terrenal. Su ubicación es el río Yangtsé, en China. Produce 100 000 millones de kilovatios-hora de electricidad por año, según datos brindados por Live Science.
¿Por qué llevar paneles solares sería una buena idea?
La respuesta es clara: para conseguir una mayor eficiencia. El espacio goza de una luz solar 10 veces más intensa que la presente en la superficie terrestre. No es necesario preocuparse por días nublados o ciclos día-noche. Las piezas solares podrían tomar energía de forma constante y enviarla a la Tierra de manera inalámbrica a través de ondas de radio de alta energía.
Receptores terrestres la capturarían en nuestro planeta. Para que este proyecto pase del papel a la práctica, China está trabajando en el cohete Long March-9 (CZ-9). Es un gigante reutilizable con capacidad suficiente para levantar menos de 150 toneladas.
¿Cómo incidide el plan de China sobre Europa?
El objetivo de China no influye directamente sobre Europa, pero sí de forma indirecta. Un proyecto como el que planea el país asiático podría ser justo lo que necesita Europa para alcanzar sus objetivos cero emisiones. Un grupo de investigadores del King’s College de Londres analizó el posible impacto que podría tener en el Viejo Continente la producción de energía solar en el espacio.
El estudio quedó plasmado en la revista Joule bajo el título “Assess space-based solar power for European-scale power system decarbonization” (Evaluar la energía solar basada en el espacio para descarbonizar el sistema eléctrico europeo).
El equipo de expertos evaluó dos conceptos de la NASA. Por un lado, un diseño de enjambre paneles y, por otro, un diseño de matriz plana intermitente. Las simulaciones arrojaron que el diseño plano no resulta rentable de acuerdo a los costes previstos para 2050.
No obstante, el diseño de enjambre puede disminuir los costes totales del sistema eléctrico europeo entre un 7 y un 15%. Puede compensar hasta el 80% de la energía eólica y solar y bajar el uso de baterías más de un 70%, aunque el hidrógeno continúa siendo vital para el equilibrio estacional.
Un escenario que se traduce en un ahorro estimado de 35 900 millones de euros al año. Aunque la tecnología de los paneles solares en el espacio aún se estudia, esta investigación es un atisbo de su potencial a nivel económico y medioambiental.
Este tipo de energía solar no se ve afectado por la nubosidad y está resguardada de desastres naturales que sí tienen incidencia en la Tierra. Por ejemplo, inundaciones y terremotos. Pese a una proyección positiva, los investigadores reconocen la existencia de importantes riesgos vinculados con la inversión necesaria y el ritmo de innovación tecnológica.
Quizás China tiene razón y lo que necesitan Europa y el mundo es la instalación de paneles solares en el espacio. Allí podría estar la mayor solución para la falta de energía limpia. Mientras se determina hasta dónde llega la tecnología solar espacial, China se concentra en la fórmula mágica de eficiencia y sustentabilidad.