Las ciudades medias son más adecuadas para el despliegue de ‘energías renovables’ que las zonas rurales

Publicado el: 25 de junio de 2025 a las 09:47
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Las ciudades medias son más adecuadas para el despliegue de ‘energías renovables’ que las zonas rurales

Las personas que residen en entornos rurales más bien pequeños no se muestran tan abiertos o favorables a la implantación de infraestructuras de energías renovables como los que viven en espacios urbanos medios.

Es la conclusión a la que ha llegado un estudio llevado a cabo por la Universitat Rovira i Virgili (URV), que destaca la «necesidad de adaptar las políticas de transición ecológica a las particularidades socioeconómicas y territoriales de cada región».



Esa aceptación de estos residentes depende de factores diversos: el tamaño del municipio, la presencia previa de estas instalaciones en el territorio, el nivel educativo, la edad o incluso el tipo de empleo de los habitantes.

Las ciudades medias urbanas, más a favor del despliegue de renovables

Los habitantes de los entornos urbanos, especialmente de las ciudades medias, se muestran más favorables a la implantación de nuevas infraestructuras energéticas que los de zonas rurales pequeñas.



Así lo señala un estudio de la Universitat Rovira i Virgili (URV), que destaca la necesidad de adaptar las políticas de transición ecológica a las particularidades socioeconómicas y territoriales de cada región.

La investigación revela que la aceptación ciudadana de las infraestructuras energéticas «no es homogénea» y está condicionada por factores como el tamaño del municipio, la presencia previa de estas instalaciones en el territorio, el nivel educativo, la edad o el tipo de empleo de los habitantes.

Los residentes en entornos urbanos son más favorables que los de las zonas rurales a la llegada de nuevos proyectos, especialmente si están vinculados con las energías renovables.

Asimismo, las centrales nucleares son mejor valoradas en municipios medios y grandes, con una aceptación aproximadamente un 6 % superior a la de los pueblos pequeños.

La percepción ciudadana también se ve influida por la experiencia previa con este tipo de instalaciones: las centrales hidroeléctricas generan actitudes más favorables, mientras que las nucleares y los parques solares tienden a reducir la aceptación de nuevas instalaciones similares.

Respecto a la edad, por cada año la aceptación se reduce un 0,4 %; mientras que las personas activas en el mercado laboral, sobre todo las que trabajan en el sector energético, y las jubiladas están más a favor de estas instalaciones que estudiantes o personas que se dedican al cuidado del hogar.

«Estos datos ponen de relieve que diseñar políticas energéticas sin tener en cuenta las diferencias territoriales y sociales puede comprometer el éxito de la transición ecológica. Entender qué condiciona la aceptación social de estas infraestructuras es clave para impulsar un modelo energético más sostenible y eficiente«, afirman los autores del estudio, que se ha basado en una encuesta a más de 7.000 personas en los últimos meses.

La investigación, liderada por la URV, forma parte del proyecto Spectrum, financiado por el Ministerio de Ciencia, Innovación y Universidades y los fondos Next Generation EU. EFE / ECOticias.com