La salvación del mundo ya estaría en camino con la aparición de un microreactor, que proporciona 160 millones de litros diarias de combustible. El escenario energético global se encuentra en constante evolución. Responde de forma continua a las exigencias de sostenibilidad y eficiencia que van apareciendo.
Pese al enfoque actual focalizado en energías renovables, los combustibles fósiles continúan formando una parte crucial de la matriz energética global. Al mismo tiempo, diferentes compañías están haciendo pruebas con nuevos y prometedores combustibles sostenibles.
La tarea no es fácil, ya que los combustibles fósiles han demostrado durante décadas un rendimiento difícil de igualar. Aunque, por muy complejo que sea, la humanidad tiene la necesidad de cambiar de paradigma. De no hacerlo, se expone a las feroces consecuencias del cambio climático y el calentamiento global.
Un nuevo combustible podría ser lo que la sociedad necesita desde hace décadas
Tras la expectativa ocasionada por el llamado combustible del futuro, ha salido a la luz un microreactor que podría modificarlo todo. La startup californiana Circularity Fuels ha convertido el estiércol de vaca en combustible para aviones.
¿Cómo? Utilizando un reactor 100 veces más económico que los sistemas tradicionales. Su nombre es Ouro Reactor. Se trata de un dispositivo compacto y eléctrico que transforma el biogás de desechos de granjas lecheras en syngas, un precursor de combustible para aviones.
La compañía ha anunciado con éxito la transformación de biogás proveniente de una granja lechera del Valle Central de California. Esta proeza muestra que es posible generar combustible para aviones directamente desde la granja. Sin necesidad de recurrir a grandes instalaciones industriales o infraestructuras complejas.
Uno de los datos más destacados de este reactor es cómo realiza sus funciones. Tiene capacidad para operar con un costo de capital cien veces inferior al de los sistemas tradicionales. Esta disminución drástica le abre la puerta a un nuevo paradigma.
Uno en el que hasta las explotaciones ganaderas puedan llegar a ser productoras descentralizadas de energía renovable. Producen combustible limpio que puede llevarse por carretera, no por oleoductos como sucede con otras alternativas.
Desafíos del combustible SAF
Uno de los mayores desafíos para adoptar el combustible sostenible para aviación (SAF) ha sido su elevado coste y centralización de la producción. Generalmente, esta última ha estado restringida a importantes complejos industriales con acceso a redes de distribución avanzadas.
La mayoría de las granjas ni siquiera tienen conexión a gasoductos o sistemas de tratamiento de gas. La irrupción del Ouro Reactor ha modificado de forma drástica este escenario. Va conectado a una fuente eléctrica estándar y procesa biogás crudo sin pretratamiento.
Bajo este marco, permite la ejecución de una operación simple y adaptable al entorno rural. Tolera contaminantes que podrían dañar otros reformadores. Esta característica permite una baja en los costes de mantenimiento y extiende su viabilidad práctica.
El microreactor de Circularity Fuels ofrecería 160 millones de litros diarios de combustible
Circularity Fuels estima que, si su tecnología llegará a todos los sitios de residuos viables en Estados Unidos, podría generar cerca de 160 millones de litros diarios. Así, cubriría el 70% de la demanda nacional de combustible para aviones.
Las ubicaciones con residuos viables para la creación de este tipo de combustible serían granjas, vertederos y plantas de tratamiento de aguas. La firma presentará su tecnología oficialmente en el SAF Global Summit en Londres.
En los próximos meses, se prepara para corroborar un ciclo completo de producción en una granja californiana. La combinación de eficiencia, bajo coste y escabilidad ubica a esta tecnología como un punto clave en el sector del SAF.
Con la extensión del reactor de Circularity Fuels podrían darse nuevos escenarios prometedores, a nivel ecológico.Podría bajar drásticamente las emisiones de metano. Además, podría transformar un gran número de granjas en microplantas energéticas, disminuir el impacto ambiental del estiércol y apresurar le transición energética del sector aéreo.
Aseguran que este microreactor y su combustible prometido podría salvar al mundo del avance del cambio climático. Mientras se decide hasta qué punto llega esta tecnología, en Asia se animan con aviones de pasajeros que queman agua.