Corea del Sur está construyendo las bases de su futuro. Promete acercarlo a la humanidad con el consumo de moléculas de agua. La búsqueda de recursos sostenibles es uno de los principales motores que mueve a gobiernos y empresas de todo el mundo. El agotamiento de fuentes fósiles y la creciente demanda de energía muestran un escenario de búsqueda constante. Además, las fuentes fósiles contaminantes hacen que los problemas del cambio climático y el calentamiento global se agraven aún más.
El proyecto de Corea del Sur que le permitirá abastecer 270 000 hogares de forma limpia
Tras saberse que el hidrógeno ‘fija’ a la población y a la industria, ha salido a la luz el imponente proyecto en el que se ha embarcado Corea del Sur. Ha comenzado la construcción de la planta de celdas de combustible de hidrógeno de 108 MW más grande del planeta.
Estará situada en Gyeongju, en la provincia de Gyeongsang del Norte. Con una capacidad de 108 MW, brindará abastecimiento eléctrico a 270 000 hogares por año. La estimación es que sus operaciones inicien en marzo de 2028.
Muchas fuentes renovables necesitan de factores variables e intermitentes como el Sol o el viento. Aspecto que no se repetirá en esta planta, puesto que proporcionará electricidad de base. Esto quiere decir que otorgará una producción continua y estable.
Algo crucial para conservar el equilibrio eléctrico nacional y facilitar la descarbonización del mix energético sin comprometer la estabilidad de la red. El Proyecto de Generación de Energía con Pilas de Combustible de Hidrógeno de Gangdong está encuadrado en una estrategia nacional cuyo fin es bajar la dependencia del carbón y el gas importado.
En simultáneo, diversificará las fuentes de energía con tecnologías más limpias. Este proyecto de Corea del Sur dispone de una inversión total de 580,7 millones de dólares (553 millones de euros al cambio). La obtiene mediante aportes públicos y privados del Fondo de Inversión para la Revitalización Regional.
Corea del Sur apuesta por el hidrógeno: Gris primero, verde después
El objetivo a largo plazo es desarrollar hidrógeno verde, proveniente de fuentes renovables a través del proceso de electrólisis de agua. Sin embargo, en sus inicios la planta usará hidrógeno gris, creado a partir de gas natural.
Lo que se busca con este accionar es seguir una transición gradual, donde las tecnologías existentes permiten avanzar poco a poco sin esperar al momento en que el hidrógeno verde llegue a su momento de escalabilidad y precios competitivos. Se usarán pilas de combustible de alta eficiencia.
Rasgo que va a permitir la maximización del rendimiento energético del hidrógeno gris al tiempo que se desarrollan las capacidades necesarias para una conversión futura hacia soluciones completamente limpias.
Esta iniciativa representa una perspectiva “puente” que ya ha sido apoyada en programas parecidos de países como Alemania y Japón. Lugares en los que recurrir al hidrógeno es vital para descarbonizar sectores complejos como la industria pesada o el transporte marítimo.
Ubicación estratégica en Corea del Sur
La ubicación de la nueva planta de hidrógeno en Corea del Sur no ha sido librada al azar. Gyeongju podría ser el nuevo nodo estratégico de energía y tecnología de Corea del Sur. Es un aspirante que tiene muchas posibilidades de conseguir este papel privilegiado.
A través de una capacidad energética reforzada, Gyeongju busca atraer a su territorio industrias de alto consumo eléctrico. Por ejemplo, centros de datos para IA, granjas inteligentes y fábricas automatizadas. Todas en sintonía con la estrategia nacional de crecimiento verde.
Así es como Corea del Sur está construyendo las bases de su futuro sobre moléculas de agua (el único subproducto del hidrógeno verde). En paralelo, una de las grandes prioridades energéticas de la Unión Europea es el corredor de hidrógeno H2Med.