Un desierto estadounidense ha sido testigo de un proyecto que prometía revolucionar el sector energético, pero ahora se pierde en la nada. Las cosas salieron tan mal que se perdieron vidas y miles de millones. Para comprender al 100% la trama, conviene aclarar qué es la tecnología solar térmica. Muchos pueden confundirla con la energía solar convencional, pero no lo es.
Este tipo de tecnología usa espejos para concentrar la luz solar, produciendo calor que genera vapor para impulsar una turbina y producir electricidad.
En contraposición, los paneles fotovoltaicos (PV) transforman la luz solar directamente en electricidad usando materiales semiconductores. Aunque la energía solar térmica puede incorporar el almacenamiento de energía con sales fundidas, la energía fotovoltaica tiende a ser más económica, eficiente y fácil de escalar.
El uso de este tipo de energía y otras que creíamos olvidadas surge ante la necesidad exacerbada que tiene el mundo de encontrar nuevas formas de abastecimiento energético. La razón principal es el fuerte impacto ambiental que dejan los combustibles fósiles, que nos obligan a buscar alternativas para satisfacer la creciente demanda de energía.
Un desierto de Estados Unidos fue testigo del peor desastre energético: costó vidas
Hace 11 años, el mundo pensó que tenía frente a sus ojos la planta de energía solar más grande del mundo, pero ahora ese sueño se esfuma. El proyecto que prometía llegar más lejos de que jamás habíamos visto, pronto cerrará. No podrá con la presión de fuentes de energía sostenibles más asequibles. Además, los ecologistas culpan una y otra vez a la planta del desierto de Mojave de acabar con la vida de miles de aves y tortugas.
Los pájaros, atraídos por la luz que desprende la tecnología solar térmica, se acercan a los dispositivos y perecen en el intento. La planta de energía solar Ivanpah fue inaugurado formalmente en 2014 en unas 5 millas cuadradas de tierra federal cerca de la frontera entre California y Nevada.
Aunque en su momento lo aclamaron como un proyecto decisivo para avanzar en el sector de la energía limpia, a lo largo del tiempo ha enfrentado dificultades para estar a la misma altura que otras tecnologías solares. Escenarios como este han derivado en la proyección de los desiertos como instrumentos para “bombardear” nubes.
El desierto de Estados Unidos fue el escenario de un gran proyecto solar: ahora ese sueño se cae a pedazos
Pacific Gas & Electric expuso vía comunicado el acuerdo al que había llegado con los propietarios, entre los que se encontraba NRG Energy Inc. Llegaron a la determinación de que debían suprimir sus contratos con la planta de Ivanpah.
Si los reguladores finalmente aprueban esta medida, se procedería al cierre de dos de las tres unidades de la planta a partir del año que viene cuando las proyecciones eran que su actividad se ampliara hasta 2039.
“PG&E determinó que poner fin a los acuerdos en este momento ahorrará dinero a los clientes”, expresó la empresa en su página web. Por otra parte, Southern California Edison, dedicada a comprar el resto de la energía de tres unidades, está negociando con los propietarios y el Departamento de Energía de Estados Unidos la compra de su contrato Ivanpah.
Ivanpah, el proyecto solar en el desierto en el que se perdieron miles de millones
En 2011, el Departamento de Energía de Estados Unidos (DOE, por sus siglas en inglés), bajo la presidencia de Barack Obama, otorgó 1600 millones de dólares en garantías de préstamos para financiar Ivanpah. Pasada más de una década, Ivanpah está a punto de cerrar dos de tres unidades, perdiendo miles de millones en el proceso en un proyecto que no llegó a ser rentable.
Este proyecto en el desierto estadounidense sentó un precedente que los expertos mirarán cuando piensen en implantar iniciativas en escenarios similares. Por otra parte, aseguran que el futuro de la humanidad se encuentra en este desierto colorido.