España toma medidas con la prohibición de la energía fotovoltaica. La aparición de un material microscópico que produce energía fue la primera señal de alarma. Ahora dos regiones ya apagan los paneles solares. El territorio español agregó 7,7 gigavatios (GW) de energía solar fotovoltaica en 2023, que subían la capacidad instalada acumulada hasta 37,6 GW, según los datos reportados por el informe «Instantánea de los mercados fotovoltaicos globales 2024» del Programa de Sistemas de Energía Fotovoltaica de la Agencia Internacional de la Energía (IEA- PVPS).
Pese a que el dato sobre su nueva capacidad era un 10% que la instalada el año anterior, permitió que se situara en el sexto lugar del mundo por capacidad añadida, por detrás de China, Estados Unidos, India, Alemania y Brasil y, en el mismo puesto por capacidad solar acumulada, con 37,6 GW, tras China, Estados Unidos, India, Japón y Alemania. Estos datos llevan a España a ser el país con mayor penetración de energía solar del mundo. Su tasa registrada es de 21,1%, adelantando a Países Bajos (20,5%) y Chile (19,5%).
Pese a los datos de 2023, una serie de factores han influido negativamente en la energía fotovoltaica de España ocasionan serias restricciones a proyectos solares.
Esto es lo que está pasando con la energía fotovoltaica en España
Asturias y Canarias forman parte de la lista de autonomía que bloquean la energía fotovoltaica en España. Después de la moratoria de La Rioja o los impuestos de Aragón y País Vasco, el Principado y el Gobierno canario han aprobado severas restricciones a los proyectos solares. Actualmente, el escenario de la energía solar en el territorio español está pasando por una encrucijada ocasionada por las recientes restricciones impuestas por diferentes comunidades autónomas.
Este 2024, La Rioja, Aragón, País Vasco, Asturias y Canarias han aprobado o planeado regulaciones que, según advierten expertos del sector, podrían frenar de manera significativa el progreso de los avances fotovoltaicos del país. El 23 de enero, el Parlamento de La Rioja aprobó una moratoria en la autorización de nuevas instalaciones eléctricas. Esto fue una respuesta al rechazo de una iniciativa de línea de alta tensión.
Se trató de una medida altamente criticada por su posible vulneración de normativas comunitarias que fomentan las renovables, que perjudica sobre todo a las propuestas fotovoltaicas de la región. Así se pausaron 27 proyectos de energía solar con una inversión cercana a los 100 millones de euros.
El País Vasco y Aragón agregaron impuestos a las iniciativas eólicas y fotovoltaicas. El País Vasco estableció un impuesto retroactivo a las instalaciones realizadas en suelo no urbanizable, provocando desconfianza entre compañías e inversores en el marco de su nueva ley de Transición Energética.
Aragón ha seguido sus paseos imponiendo nuevos tributos medioambientales sobre proyectos de energía solar, que calificó como “doble gravamen” por los expertos.
Asturias aprobó una ley limitante a la instalación de parques de baterías de energía solar a distancias significativas de zonas pobladas y ganaderas. Esta medida también fue criticada por falta de argumentos técnicos sólidos y su potencial para paralizar la ejecución de iniciativas de esta categoría en el área.
La energía fotovoltaica vive su peor momento en España
Canarias ha modificado su Ley de Cambio Climático para exigir que las propuestas renovables que contemplen a partir de 2 MW dirijan un 20% de su producción a la participación local, un movimiento que disuadiría a los inversores. A pesar de que la demanda de fuentes renovables está al alza, las nuevas restricciones y medidas impositivas aplicadas en España muestran una tendencia a obstaculizar la proliferación de proyectos de energía solar.
El contexto actual de la energía fotovoltaica en España podría comprometer los beneficios competitivos del territorio en la producción de energía solar y frenar su avance hacia la ansiada transición energética.
