Una de las preguntas más extendidas en el ámbito de la energía es si es posible crearla con luz artificial. La respuesta resulta sorprendente. Tanto si se desea disminuir la huella de carbono como si se busca ahorrar dinero en la factura eléctrica, el empleo de energía solar es una opción atractiva. Las células solares transforman la luz y otras formas de radiación electromagnética en electricidad. Su potencial y alcance ha sido demostrado y probado durante décadas. Ahora la atención se posa sobre la posibilidad de generar energía con luz artificial.
¿Es posible crear energía a partir de luz artificial?
Tras la aparición de una nueva tecnología clave para el futuro, ha salido a la luz la respuesta a la gran pregunta sobre los paneles solares. ¿Es posible que generar energía cuando la luz del Sol no está presente? Sí. Las placas solares pueden cargarse con otras formas de luz visible, más allá de la solar.
Las luces artificiales pueden utilizarse para cargar las placas solares, aunque la condición es que la luz tiene que ser lo suficientemente intensa. La luz capaz de transformarse en energía solar se caracteriza por una concreta gama de longitudes de onda de luz, presentes tanto en la luz solar directa como en la luz artificial.
Técnicamente, es viable la carga de células solares sin luz solar. No obstante, la tecnología actual de células solares no puede transformar de manera eficaz la luz artificial en una cantidad útil y óptima de electricidad.
Cuando la luz hace incidencia sobre una célula fotovoltaica o célula solar, esa luz puede reflejarse, absorberse o atravesar la célula.
La composición de la célula fotovoltaica contempla material semiconductor. Al exponer el semiconductor a la luz, absorbe la energía de la luz y la transfiere hacia las partículas con carga negativa del material, denominadas electrones.
Esta energía agregada permite que los electrones fluyan por medio del material en forma de corriente eléctrica. Dicha corriente se extrae con contactos metálicos conductores y las líneas en forma de rejilla de una célula solar. Además, puede utilizarse para brindar abastecimiento energético al hogar.
¿De qué depende la creación de energía con luz artificial?
La eficiencia de una célula solar radica en la cantidad de energía que puede extraer a partir de la fuente de luz. Dato dependiente, en gran parte, de ciertos rasgos de la luz, como su intensidad y longitudes de onda. Las longitudes de onda más extensas albergan menos energía, mientras que las cortas más.
La “brecha de banda” de un semiconductor fotovoltaico corresponde a una característica clave. Establece qué longitudes de onda de luz puede absorber y pasar a energía. La traducción es un rango limitado de longitud de onda. En este mismo contexto, la célula no hace caso a las más largas y las más cortas.
Puede aprovecharse la energía disponible de forma eficaz cuando la brecha de banda del semiconductor concuerda con las longitudes de onda de la luz que llega a la célula fotovoltaica. Cabe destacar que las células solares se crean en exclusiva para absorber la luz solar.
Una célula solar de silicio convencional responde en gran medida a las partes visibles del espectro luminoso del Sol, aproximadamente a la mitad de la luz infrarroja y a una porción de luz ultravioleta. En este último caso, solo toma una parte, no cantidades significativas, lo que hace que las luces ultravioletas sean un tipo de luz menos eficiente para cargar una luz solar, consigna EcoInventos.
Células solares que convierten cualquier tipo de luz en electricidad
Bajo este marco, un grupo de investigadores de la University College de Londres (Reino Unido), también conocida como UCL, decidió crear unas nuevas células solares de perovskita duraderas capaces de recopilar energía interior eficazmente.
Su progreso podría suponer la despedida definitiva de las pilas desechables que generalmente se usan en los hogares para alimentar dispositivos electrónicos.
La composición de la perovskita puede ajustarse para una mejor absorción de las longitudes específicas de la luz interior y artificial, como la desprendida por bombillas LED, según advierten los expertos en su estudio publicado en Advanced Functional Materials.
En definitiva, la luz artificial sí tiene potencial para la producción de energía. Un potencial que podría tomar un gran impulso ante la irrupción de este invento. Mientras se determina hasta dónde llega esta creación, aseguran que está gestándose la revolución de la energía solar.