Aparece un material milagro que transforma la luz en energía. Es 60 veces más potente que los paneles solares tradicionales. Tras la llegada de las esferas fotónicas que podrían sentenciar a muerte a los paneles solares, este producto “milagroso” cobra una gran notoriedad. Cabe destacar que los paneles solares son módulos fotovoltaicos individuales captadores de la energía que brinda el sol convirtiéndola en electricidad.
Se componen de celdas solares que contienen células solares individuales hechas de materiales semiconductores como el silicio (cristalino y amorfo) que convierten la luz (fotones) en energía eléctrica (electrones). Cuando hay luz solar, una célula solar actúa prácticamente como una batería. La luz obtenida separa los electrones de manera que forman una capa de carga positiva y una de carga negativa en la célula solar. La diferencia potencial produce una corriente eléctrica.
Estos paneles van conectados al mismo tiempo a una batería que almacena la electricidad producida. Es esta carga la que se emplea. Los paneles están compuestos de células fotovoltaicas (PV), que pasan la luz solar a electricidad de corriente continua (DC) durante las horas del día.
Este material milagro convierte la luz en energía: pasa los paneles solares a otro nivel
Hay un “material milagroso” que aplicado a los paneles solares vuelve a batir todos los récords gracias a un nuevo tratamiento químico. Las nuevas células fotovoltaicas de perovskita multiplican por 60 la capacidad de este material para transformar la luz en energía.
Un grupo de investigadores de Hong Kong ha logrado una eficiencia de conversión del 20,1% después de más de 1.500 horas de uso. Este nuevo tratamiento molecular creado en Hong Kong podría ser la pieza clave para que los paneles de perovskita adquieran una adopción generalizada.
Cabe destacar que las células de perovskita han obtenido una gran popularidad en los últimos años por su bajo coste, flexibilidad y un rendimiento potencialmente superior al de las células convencionales de silicio. No obstante, la tecnología continúa sin estar comercialmente disponible por su inestabilidad y vida útil escasa. Las células de perovskita se encuentran limitadas a nivel físico por la recombinación de cargas por medio de defectos en el material.
Los paneles solares resucitan con la perovskita
Según registra Xataka, para superar este desafío, un equipo de investigadores de Hong Kong ha creado un sistema que altera químicamente la superficie de las células de perovskita con el objetivo de eliminar sus defectos e incrementar tanto su eficiencia como su durabilidad. Los científicos descubrieron que tratar la superficie de las células fotovoltaicas de perovskita con combinaciones específicas de aminosilanos mejora de manera significativa el rendimiento de las células y su estabilidad operativa a largo plazo.
Los aminosilanos son compuestos químicos donde los átomos de silicio se unan a grupos orgánicos de amino. Este proceso se denomina “pasivación” y se consigue depositando los aminosilanos en las células de perovskita por medio de vapor. La pasivación ha sido el vector de ataque predilecto de los científicos para intentar mejorar la eficiencia de las perovskitas. Sin embargo, el nuevo método detallado por sus autores en la revista Science baja el déficit de voltaje hasta casi el límite teórico y mejora de manera considerable la estabilidad del producto.
Las células se probaron a 85ºC y con una humedad relativa del 60%, simulando condiciones extremas que podrían ser factibles en un contexto real. Con un diseño que maximiza el uso del especto solar absorbiendo diversas longitudes de onda en cada capa, las células pasivadas multiplicaron por 60 la capacidad del material de transformar la luz en energía. Los investigadores alcanzaron una eficiencia de conversión de energía del 20,1% (el 95% del vapor original). Un resultado obtenido después de más de 1.500 horas de utilización, las mejores cifras registradas sobre este material.
Así se abre la puerta al uso en gran escala de las células fotovoltaicas de perovskita, un material milagro que cambia la forma de producir energía con paneles solares. Una noticia que sorprende tanto como la primera cerámica fotovoltaica transparente.