La humanidad ya es plenamente consciente de que necesita energías limpias. Necesitamos cambios reales si queremos cuidar el ambiente que nos rodea. De lo contrario, el cambio climático y el calentamiento global consumirán lo que vemos a nuestro alrededor.
El mar tiene potencial suficiente para ser una fuente de energía limpia, renovable y abundante. Justo lo que necesitamos. Hay diferentes formas de aprovechar el potencial del mar para nuestro beneficiario. Durante los últimos años, la investigación y el desarrollo en este campo han resultado cruciales.
Tecnologías que antes parecían impensadas o de ciencia ficción hoy están llegando a nuestra vida para mejorarla y marcar la diferencia. El objetivo no es otro más que cubrir las necesidades energéticas globales. El mundo quiere energías limpias que nos permitan desligarnos de los contaminantes combustibles fósiles, pero ¿estamos llegando demasiado lejos?
Un proyecto revolucionario llega para ofrecernos energías limpias gracias al mar
Tras descubrirse lo que pasó con la gigantesca serpiente marina de Europa, ha salido a la luz lo que Europa está dispuesta a hacer por brindarnos energías limpias. Noruega está probando la primera tecnología eólica submarina flotante de su categoría.
La empresa noruega Aker Solutions procedió a la firma de un contrato inicial de ingeniería y diseño (FEED) con el Centro de Pruebas de Energía Marina de Noruega (METCentre). Lo hizo para desplegar las pruebas del primer sistema de distribución de energía submarina del mundo para la energía eólica marina flotante.
Mostró su pieza Subsea Collector, una revolucionaria tecnología de transmisión de energía cuya meta es redefinir la disposición de los parques eólicos marinos. La pieza conecta de forma eléctrica múltiples turbinas eólicas en una configuración de estrella.
Además, disminuye los costes un 10% en los parques eólicos flotantes de 1GW a través del empleo de una configuración en estrella para bajar la longitud del cable y acelerar la instalación.
Oportunidades que se presentan con este nuevo proyecto de energías limpias
La creación de este diseño creativo amplía la flexibilidad en la arquitectura y levantamiento de parques eólicos marinos. Prepara el camino para disminuciones considerables en costos y complejidad.
Este invento submarino pone por delante del sector prometedoras oportunidades en cuanto a ahorro de costos. Los descubrimientos iniciales reportan ahorros de hasta el 10% en un parque eólico de 1GW.
Los elementos principales del colector submarino constituyen un sistema de conexión de acoplamiento húmedo de 66 kV brindado por Benestad y aparamenta submarina con control de supervisión y adquisición de datos por parte de ABB, socio de la alianza de automatización y energía submarina.
Windstaller Alliance, una unión alcanzada entre Aker Solutions, DeepOcean y Solstad Offshore será la que instale esta iniciativa. Aker Solutions otorgará el cable de exportación estático a tierra. Subsea Collector se verá en acción para el área de prueba de energía eólica marina de METCentre.
Hoy está dispuesta por dos turbinas eólicas marinas flotantes situadas a 10 kilómetros de la costa suroeste de Karmøy, Noruega. La zona de prueba se extenderá a siete turbinas eólicas flotantes a partir del año que viene.
Queremos energías limpias, pero ¿los mares están padeciendo demasiado?
Desde que el ser humano comenzó a buscar energías limpias, el mar no ha parado de sufrir modificaciones. Plataformas eólicas flotantes, paneles solares flotantes, tecnología para aprovechar la energía mareomotriz y ahora también un invento eólico submarino.
Aquellos que buscan energías limpias tienen en su mente el solo objetivo de aminorar el cambio climático. Sin embargo, esa carrera se está llevando por delante la noción de mar como la conocíamos. Cada vez son más los espacios que se aprovechan para obtener energía y menos los que quedan libres para disfrutar de su estado natural.
Al cambio radical que se está experimentando en los mares producto de la búsqueda de las energías limpias, hoy se le suma un nuevo actor, que podría convertirse en su enemigo número uno: la minería submarina.




















