Tras la prohibición de este país de la energía solar, una región de España se ve amenazada por la “destrucción” de la fotovoltaica. Ante el avance de la transición energética, resulta inevitable posicionar la energía solar fotovoltaica en un lugar privilegiado. El uso de paneles fotovoltaicos ha crecido a un ritmo inédito desde principios del año 2.000. A finales de 2.018, las plantas fotovoltaicas ya eran responsable de alrededor de 480 GW de capacidad instalada en todo el mundo.
De acuerdo a los datos de la Agencia Internacional de Energía Renovable (IRENA, por sus siglas en inglés), la previsión es que, para 2030, logren una capacidad global de 2.840 GW, que subiría a los 8.519 GW para 2050. En 2050 los módulos fotovoltaicos supondrán cerca del 10% del total de los desechos electrónicos globales, recoge el informe Salesforce titulado “Más que un megavatio: incorporando el impacto social y renovable en el proceso de adquisición de energía renovable”.
Con estos datos sobre la mesa, queda asentada la relevancia que tiene la fotovoltaica en el país ibérico. Sin embargo, eso no ha sido suficiente para una región que asegura que instalar nuevas plantas solares es un grave error.
Adiós a la fotovoltaica en esta región de España: buscan parar nuevos proyectos
Una nueva iniciativa se cierne sobre Aranjuez, donde se prevé la instalación de paneles solares en una zona en la que actualmente hay cientos de olivos. La llegada de este proyecto afectaría al conjunto de flora y fauna local e impactaría el paisaje cultural de la ciudad. Por ahora, la iniciativa ya ha obtenido la aprobación inicial del Ministerio de Transición Ecológica. Sin embargo, el Ayuntamiento está en contra y advierte que su implantación en el territorio destruirá el paisaje de la ciudad, declarado Patrimonio de la Humanidad en 2001.
Las plantas se extenderían por más de 600 hectáreas y alguna, según el consistorio, se encontraría a menos de 25 metros de viviendas y centros educativos. El consistorio lidera una iniciativa para frenar este proyecto de un fondo de inversión para transformar 600 hectáreas de terreno rústico entre Aranjuez y Colmenar de Oreja en cuatro macro-plantas fotovoltaicas. La propuesta consiste en la instalación de paneles en una ubicación en la que ahora hay cientos de olivos.
De esta manera, afectaría al conjunto de la flora y fauna local e incidiría sobre el paisaje cultural de Aranjuez. Sumado a esto, el proyecto llegaría hasta las casas y el colegio del barrio de La Montaña. Esta región de España no está 100% en contra de la instalación, siempre que no suponga un fuerte impacto ambiental y paisajístico. El ayuntamiento tiene menos de un mes para presentar alegaciones ante el Ministerio de Transición Ecológica, que inicialmente ya dio su aprobación al proyecto.
Esta región española teme a la feroz fotovoltaica
Las plantas que planean instalar han obtenido el título de Envatios XXII fase II, los Pradillos, Tagus I y Las Fresas. Más allá del impacto que representa la construcción de estas macroplantas fotovoltaicas, la llamada Envatios XXII fase II es la que se levantaría a unos escasos 25 metros de las viviendas del barrio de La Montaña, el colegio Maestro Rodrigo y la guardería Victoria Khami, centros escolares con más de mil alumnos.
El pasado jueves 7 de noviembre, fue convocada una comisión de seguimiento de las macroplantas fotovoltaicas, según registra el portal Soy de Madrid. En esta instancia, se otorgaron detalles sobre los pasos que estaría siguiendo el Ayuntamiento de Aranjuez para paralizar estos proyectos. El equipo de gobierno informó que recurrirá a todas las vías administrativas, judiciales e institucionales para recurrir y defender los intereses generales de Aranjuez. De ser necesario, buscarán la intervención de la UNESCO y de sus organismos consultivos.
Esta región de España busca frenar la fotovoltaica en pos de proteger el ambiente y paisaje de Aranjuez. Mientras tanto, la planta fotovoltaica Talayuela II de Statkraft (Cáceres) recibe el ‘Sello de Excelencia en Sostenibilidad’ de la UNEF.