En pleno reinado de los paneles solares, aparece en el mercado una flor fotovoltaica que puedes tener en tu jardín. Alcanza los 6.200 kWh. Todavía se habla del furor que causó el aerogenerador sin aspas que produce electricidad. Dejó tiritando a los paneles solares convencionales, un contexto que vuelve a repetirse con este modelo tan eficiente y estético.
La energía solar se ha convertido en una de las fuentes de energía más eficientes y relevantes de los últimos años. Con el cambio climático y la necesidad de bajar las emisiones de gases de efecto invernadero, la energía solar ha obtenido un lugar privilegiado en el radar de las energías renovables. Proviene del sol y es una fuente de energía renovable y sostenible que no genera emisiones de gases de efecto invernadero, algo que la convierte en una alternativa ideal a las fuentes de energía tradicionales.
Es una fuente de energía limpia y renovable que no difunde a la atmósfera gases de efecto invernadero ni otros contaminantes atmosféricos. Asimismo, su uso logra una reducción de la dependencia de los combustibles fósiles, bajando así su vulnerabilidad a las fluctuaciones del precio del petróleo y otros combustibles fósiles. Hasta ahora, los paneles solares se han visto como los mejores aliados de este tipo de energía, pero esta flor podría ser su fin.
Adiós a los paneles solares convencionales: llega la primera flor fotovoltaica
La flor fotovoltaica de la que hablamos se trata de un dispositivo fotovoltaico llamado smartflower POP, un sistema que toma la forma de un girasol, con 12 pétalos de paneles solares que se despliegan de forma automática cuando el sol aparece por la mañana. Genera entre 3.400 y 6.200 KWH al año.
“La naturaleza nos proporcionó nuestra inspiración, como tantas otras innovaciones”, expuso el director ejecutivo de SmartFlower, Alexander Swatek, cuando presentó el aparato. El dispositivo funciona montado en el suelo y en pocas horas comparado con una instalación en el techo.
Viene con un seguidor de doble eje para seguir el movimiento del sol durante el día y maximice su producción de energía solar. Según informa su página web, esta forma de trabajo aumenta alrededor del 40% de la producción comparado con los paneles solares convencionales de techo de tamaño similar.
El diseño de este sistema influye directamente en su capacidad. Está compuesto de 12 pétalos que tienen su apertura al comienzo del día cuando sale el sol. Las células solares se añaden a estos pétalos y cuando se cierran al finalizar el día, también quedan limpios con cepillos agregados en la parte posterior de cada panel.
Su fabricación es de origen australiano, aunque ya es posible verlo en funcionamiento en diferentes lugares del mundo. Su versión +Plus actualizada es igual que la versión base, pero atesora una batería para almacenar la energía solar. También ha llegado al mercado el sistema SmartFlower EV diseñado para la carga del vehículo eléctrico.
Producción de la flor fotovoltaica al año
Su generación anual se encuentra entre 3.400 y 6.200 kWh al año, cantidades que cubren con creces el consumo medio de electricidad de un hogar europeo.
“El girasol utiliza la energía solar de manera más eficiente que casi cualquier otra planta, por lo que parecía una inspiración adecuada para un dispositivo diseñado para permitir que más personas que antes produzcan su propia energía limpia para su hogar”, explicó Swatek.
Sus módulos tienen retroventilación, lo que quiere decir que su refrigeración es entre 10 y 20ºC superior a las instalaciones convencionales sobre el tejado. De esta manera, su rendimiento sube un 5-10%. Cuando el viento llega a los 54 km/h, se repliega de manera automática para evitar que el dispositivo sufra daños y, cuando el viento baja, vuelve a desplegarse de la misma forma.
Así es como puedes tener tu propia flor fotovoltaica en tu jardín descartando el uso de paneles solares convencionales, con un sistema automático y estético.