Con la llegada de este avión imposible que funciona con hidrógeno, vimos que las aplicaciones de este elemento van mucho más allá de lo que pensábamos, pero ¿Alguna vez pensaste que el hidrógeno se podía convertir en metal? Suena una locura, pero al parecer si es posible.
La magia del hidrógeno
El hidrógeno se ha vuelto un elemento muy popular en el ultimo tiempo, debido a su gran diversidad de aplicaciones. Por un lado, lo hemos visto en los grandes avances de la industria automotriz, con impresionantes, coches, motos e incluso trenes.
Y por otro lado, lo hemos visto como un elemento para producir energía y reemplazar a las fuentes tradicionales de electricidad. Las plantas de hidrógeno verde, se han vuelto la energía del futuro y cada vez son más los países que buscan invertir en ellas.
Sin embargo, cuando hablamos mencionamos este elemento, generalmente lo asociamos a la producción de energía eléctrica o en su defecto energía térmica, pero al parecer tiene muchas más aplicaciones y una de ellas es la producción de acero.
Producción de acero usando hidrógeno
La fabricación de acero, es uno de los principales procesos responsables del cambio climático, ya que el proceso genera aproximadamente el 10 % de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y hasta el momento no se habían encontrado soluciones.
Pero ahora, esto podría cambiar, pues unos investigadores del Instituto Max Planck en Múnich, Alemania, han desarrollado un nuevo método que utiliza hidrógeno verde para producir acero de una manera más amigable con el planeta.
El procedimiento consiste en transformar el óxido de hierro en acero utilizando plasma de hidrógeno, pero ¿De dónde se saca ese óxido? Bueno, la idea es utilizar el óxido de hierro que se encuentra en el lodo rojo, un desecho tóxico derivado de la fabricación de aluminio.
El lodo rojo contiene entre un 30 % y un 40 % de óxido de hierro y para poder obtenerlo se funde y se reduce utilizando un plasma que tiene un 10 % de hidrógeno verde. Este proceso se realiza en un horno de arco eléctrico tradicional y lo más impresionante es que dura apenas 10 minutos.
Luego, el hierro obtenido se separa de otros óxidos que también se encuentran en estado líquido y estos pueden ser reutilizados como material de relleno en la construcción y por último, se separan otros metales pesados que pueden ser destinados a diversos usos, básicamente ¡no se pierde nada!
Un proceso libre de emisiones
Con esta tecnología se podrían producir anualmente 700 millones de toneladas de acero sin generar emisiones de CO2, lo que equivale a aproximadamente un tercio de la producción global de este metal ¡Realmente impresionante!
Una de las principales ventajas de este procedimiento es que el hierro que se obtiene tiene una pureza elevada y se puede utilizar directamente en la fabricación de acero. Además, tenemos lodo rojo de sobra, pues se calcula que hay alrededor de 4 000 millones de toneladas acumuladas en el mundo.
Con este proceso se aprovechará el óxido de hierro que en otras circunstancias se consideraría solo un desecho y al mismo tiempo se disminuirá la liberación de emisiones contaminantes gracias al uso de energías renovables.
De hecho, se estima que el sector siderúrgico, las emisiones de dióxido de carbono podría disminuir en aproximadamente 1,5 millones de toneladas al año, volviendo al hidrógeno verde el protagonista para una producción de acero más limpia.
Sin duda este proceso será un gran avance para la transición a energías más verdes y a su vez nos demuestra la cantidad de aplicaciones que tiene este increíble elemento. Quizá en un futuro, veamos muchas mas industrias utilizando hidrógeno, para una infinidad de procesos, además no solamente existe el hidrógeno verde, sino que también se pueden lograr grandes cosas con el turquesa.