La energía solar ya es una de las opciones más señaladas al hablar de transición energética. Autoridades nacionales y compañías privadas unen esfuerzos en todo el mundo para reemplazar los combustibles fósiles con fuentes renovables.
Sin embargo, los ciudadanos también desean hacer su parte, sobre todo si eso implica un pago inferior en las facturas de la luz. Al producir su propia electricidad, disminuyen la cantidad de energía comprada a la red eléctrica.
Se traduce en ahorros considerables a largo plazo. Utilizando la energía solar, el hogar se convierte en un espacio menos dependiente a las fluctuaciones de los precios de electricidad. Conforme los precios de la electricidad siguen subiendo, disponer de una fuente propia y renovable otorga estabilidad y previsibilidad en gastos energéticos.
Aparece un kit de energía solar que transforma el sector
Tras comunicarse el abrupto cambio por el que están pasando los paneles solares en Corea, ha salido a la luz un nuevo kit solar. Solaris plantea una nueva vía para democratizar la energía solar. No es la clásica instalación en techo. En su lugar, apuesta por un dispositivo que solo se instala en el marco de la venta.
No es necesario el uso de herramientas. Tampoco hay que agujerear paredes. Fue creado por Moritz Mayr, un estudiante austríaco premiado en el concurso James Dyson Award. Así es como Solaris es una solución óptima para los usuarios que viven en alquiler, edificios históricos o sin acceso al tejado.
Hasta ahora, todos estos grupos no tenían la posibilidad de ser parte de la transición energética. Muchos residentes en pisos no pueden instalar las placas solares tradicionales. No sin autorizar montaje en fachada, sin permisos de comunidad o sin estructura de suscripción para energía verde.
Solaris rompe con esta situación. Su mecanismo va fijado al interior del marco de la ventana. Se sujetan bajo el alféizar con dos ganchos. Ni se perfora ni se llama a ningún técnico. Solo es cuestión de colocar, apretar y orientar.
Energía solar simple, una opción nueva para el usuario
En el plano exterior, una estructura liviana de aluminio es la que sostiene los módulos. Va alojada una batería recargable, un puerto para pilas o hasta un discreto jardín urbano. El panel solar es orientable. Consigue esta función a través de una polea con trinquete, que permite seguir el movimiento del Sol.
Lo hace sin que el usuario tenga que escalar tejados o se exponga a la exposición manual constante. Solaris capta energía, pero también la almacena y redistribuye de manera práctica.
Incluye cargadores compatibles con pilas AA, AAA, AAAA y 18650, ideados para cargar mandos, linternas, GPS o discretos dispositivos sin que eso se traduzca en dependencia de la red eléctrica. Sumado a esto, una versión más potente puede abastecer una powerbank portátil, útil para aquellos que buscan movilidad sostenible en su vida diaria.
Proyección de futuro de este nuevo kit de energía solar
Solaris aún no ha llegado al mercado, pero Mayr tiene muy claros sus objetivos. Busca probarlo en entornos reales.Por ejemplo, apartamentos urbanos y colaborar con bailarines sociales, marcas comprometidas con el medio ambiente o fabricantes de muebles inteligentes.
El deseo es originar un tejado conectado de microrredes solares urbanas. Esto permitiría que cada hogar generar y compartir energía local. Todo esto dejando a un lado su condición legal, económica o técnica. Abre la puerta a la inclusión energética urbana, disminución de vertidos y transporte eléctrico y un modelo escalable y comunitario.
Este kit permite que cada usuario pueda tener su propia energía solar. Sin instalaciones y en cualquier casa, aunque sea de alquiler. Una propuesta tan llamativa e innovadora como el piso que absorbe fotones.