Noruega deseaba probar una nueva tecnología y, gracias a ella, ha creado un récord mundial. En los últimos años, la adopción de energías renovables se ha transformado en un asunto de gran trascendencia. Esto debido a las crecientes preocupaciones sobre el cambio climático y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Una de las energías de este tipo más utilizadas es la solar, que generalmente se obtiene con el uso de paneles solares. Aunque la nueva tecnología que llega de Noruega podría opacar los convencionales para siempre.
La nueva tecnología de Noruega que revoluciona el sector energético
Tras conocerse la existencia de los paneles invisibles, la atención del sector energético se ha posado sobre Noruega. Ha instalado el tejado vertical más grande del planeta. La ciudad de Tromsø, al norte del Círculo Polar Ártico, ha anotado un nuevo hito en la transición energética: la mayor instalación del mundo de paneles solares verticales sobre una azotea plana.
Este cuadro ya es una realidad en el techo de Tromsøterminalen. Este sistema cuenta con 1600 unidades VPV suministradas por Over Easy Solar y una capacidad total de 320 kilovatios pico (kWp). Este mecanismo queda por encima del récord anterior en el Estadio Nacional de Fútbol de Noruega.
También redefine lo que es posible y lo que no en circunstancias extremas. La mayoría de los sistemas fotovoltaicos se montan en ángulo para captar la máxima radiación solar directa posible. No obstante, la tecnología vertical ofrece una nueva vía útil en zonas con latitudes altas, como las del norte de Noruega.
El montaje de paneles solares en vertical permite aprovechar mejor la luz solar de baja incidencia, típica del invierno ártico, e incrementar la producción de energía por la mañana y por la tarde. Instancias en las que el consumo eléctrico y los precios de electricidad suelen ser más elevados.
Asimismo, permite evitar la acumulación de nieve. Este es un desafío habitual en regiones frías, por lo que garantizan una producción más estable durante todo el año. Por último, su disposición facilita el mantenimiento, permitiendo el acceso entre filas sin desmontar el sistema.
Noruega propone el uso de paneles solares verticales, que llevan la energía solar mucho más lejos
El diseño de paneles solares verticales maximiza el rendimiento en invierno, pero también demuestra que la energía solar sigue siendo una opción viable incluso en climas con largos periodos de penumbra o nieve.
La azotea de Tromsøterminalen, el mayor centro logístico frigorífico de la ciudad, ha vivido una profunda transformación. Antes era una superficie inactiva.
Ahora un activo energético estratégico para Noruega. A través del uso de paneles solares verticales, Noruega ha logrado instituir una fuente considerable de electricidad renovable local.
La implementación de instalaciones similares le abre la puerta a un aprovechamiento energético más inteligente en contextos urbanos, sobre todo en zonas en las que el espacio horizontal es escaso o las condiciones climáticas hacen inviable la tecnología convencional.
En zonas del mundo como Tromsø, donde la nieve y la luz solar oblicua son comunes, los paneles solares verticales no son una opción, sino una necesidad. El óptimo funcionamiento de Tromsøterminalen confirma que el fotovoltaico vertical (VPV) es mucho más que una idea experimental.
Ya se torna una solución madura y eficaz. Su capacidad para generar energía limpia en condiciones adversas, ocupar un espacio menor y requerir menos mantenimiento está provocando un creciente interés en ciudades que ansían una sostenibilidad mayor sin renunciar a la arquitectura conocida.
Perspectiva de futuro de la nueva tecnología de Noruega
En países como Alemania, Canadá o Finlandia, ya se están analizando proyectos parecidos. ¿El objetivo? Maximizar tejados industriales y logísticos, sobre todo donde la inclinación solar y condiciones de invierno limitan otras tecnologías.
De hecho, el enfoque modular de los sistemas VPV los hace aún más atractivos porque facilita su integración en edificios nuevos y existentes sin reformas estructurales grandes, acotando los cortes y plazos. Noruega quería probar una nueva tecnología y ahora tiene el tejado solar vertical más grande del mundo. En paralelo, China quiere apagar los paneles solares tradicionales y reemplazarlos por algo que parecía imposible.