Países Bajos ya se ha adelantado al futuro. Mientras algunos países buscan la “fórmula mágica” para que sus edificios sean más sostenibles, este país de Europa ya ha empezado a levantarlos usando moléculas de agua. El sector de la construcción ya no es el mismo. Actualmente, se enfrenta a una demanda creciente de prácticas respetuosas con el medio ambiente. El mundo agoniza a causa del cambio climático, generado en gran parte por el uso exacerbado de los combustibles fósiles. Por eso, construir de forma sostenible, consciente y ecológica es vital para avanzar hacia un futuro más limpio.
Países Bajos tiene edificios que trazan la línea del futuro
Ante el apoteósico proyecto que planea Singapur con edificios que “sudan”, Países Bajos no podía quedarse atrás. Hitachi Energy ha desplegado su primer grupo electrógeno de hidrógeno en obra HyFlex. Con él, ahorra 757 000 litros de diésel por año. Lo ha hecho en un sitio de construcción en Róterdam (Países Bajos).
Dicha instalación reemplaza a un generador diésel de 500 kVA, permitiendo la operación de maquinaria pesada sin desprender dióxido de carbono ni depender de una conexión a la red eléctrica. Progresos como este abordan un problema real. Progresos como este otorgan solución a un problema palpable.
Un gran número de proyectos de infraestructura carecen de acceso potable a la red eléctrica en su etapa inicial. Este contexto exige el uso de generadores diésel, sumamente contaminantes y ruidosos. HyFlex cambia esta realidad de forma contundente. El generador está basado en tecnología de pila de combustible, que permite una gestión continua y silenciosa.
Funcionamiento del sistema propuesto en Países Bajos
Por cada megavatio-hora (MWh) producido, se requieren alrededor de 70 kg de hidrógeno. Situación que evita la quema de más de 265 litros de diésel. Con ello, también se impide la emisión de más de 700 kg de CO2.
Conjuntamente, el uso anual de HyFlex en esta iniciativa esquivará la combustión de más de 750 000 litros de diésel. Asimismo, disminuirá las emisiones en casi 2900 toneladas de CO2. Un número considerable en un sector que, tradicionalmente, ha reportado dificultades para descarbonizarse.
El generador HyFlex no funciona solo, sino que es parte de un ecosistema 100% eléctrico creado por Hitachi Energy, Dura Vermeer y Air Products. Su centro alberga una excavadora eléctrica Hitachi ZE135, de 15 toneladas.
Tiene una batería de 298 kWh y un motor de 160 kW, con capacidad para operar por 6 horas sin interrupciones.
Un tipo de maquinaria pesada sin emisiones diseñada para desempeñarse en escenarios urbanos sensibles. Por ejemplo, hospitales, centros de datos o puertos, en los que el ruido y la contaminación son especialmente problemáticos.
El funcionamiento silencioso de estos equipos permite avanzar en la obra sin ocasionar molestias a nivel acústico. Tampoco compromete la calidad del aire. Eludiendo la combustión interna, se acotan también otros contaminantes amenazantes, como óxidos de nitrógeno (NOx) y partículas finas (PM10 y PM2,5).
Potencial del nuevo proyecto de Países Bajos
La iniciativa de Róterdam, Países Bajos, no se ciñe al ámbito teórico. Se trata de un piloto operativo con incidencia real. Air Products aporta el hidrógeno, asegurando su disponibilidad en sitio, al tiempo que Dura Vermeer pone a prueba el sistema en condiciones reales de trabajo.
Su unión evidencia que la transición energética aplicada a la construcción es posible. Y no solo eso. Que también es factible desde el punto de vista técnico y económico. Propuestas como la de HyFlex representan un cambio estructural en la manera en la que la humanidad entiende la energía en el sector de la construcción.
El proyecto de Países Bajos tiene potencial para descartar la dependencia del diésel en obras temporales o zonas remotas, bajar de forma drástica las emisiones urbanas provenientes de obras públicas y habilitar operaciones nocturnas sin molestias acústicas.
Países Bajos ya vive en el 2050. Ha empezado a levantar edificios utilizando moléculas de agua. Algo tan llamativo y sorprendente como lo que está sucediendo en España, destino donde ya se construyen edificios forrados con algas y tecnologías futuristas.