Los paneles solares podrían pasar a ser un recuerdo muy pronto. Todo tras la aparición de una tecnología revolucionaria. El mundo es cada vez más consciente de lo importante que es la sostenibilidad y la transición hacia fuentes de energía renovables. Bajo este marco, los paneles solares surgen como una tecnología crucial. Una solución limpia y renovable que traza el camino hacia un futuro brillante y sostenible.
La función que cubren, la de capturar la luz del Sol, explica su popularidad. Corresponde a un tipo de energía inagotable y 100% limpia. Esta solución energética transforma la radiación solar en electricidad sin desprender emisiones dañinas para el medioambiente, disminuyendo de forma considerable la dependencia del ser humano a los combustibles fósiles.
En definitiva, los paneles solares se ven a grandes rasgos como aliados valiosos a la hora de mitigar el cambio climático. La creciente presencia de esta tecnología no solo acarrea ventajas ambientales. También incentiva la economía y el desarrollo tecnológico. Sin embargo, todo este contexto en el que los paneles solares parecen ser los “reyes” del sector energético podría caerse ante la aparición de un futuro ligero y adaptable.
¿Tenemos que despedir a los paneles solares? La «piel solar» podría ser el futuro
Tras conocer el piso que absorbe fotones y produce energía pura, comenzó a hablar de la posibilidad de despedir los paneles solares. Sin embargo, la idea se está haciendo mucho más latente ahora con un invento creado por investigadores de la Universidad de Cornell, en Estados Unidos.
La energía solar ha demostrado con creces que es una fuente de energía fiable y renovable. En la actualidad, ya es algo cotidiano visualizar grandes placas solares montadas en tejados u ordenadamente dispuestas en hileras sobre los campos para capturar y transformar los valiosos rayos de Sol en electricidad.
No obstante, uno de los obstáculos intrínsecos en la adopción de esta tecnología es que para algunos usuarios resultan antiestéticos. Para acabar con esta problemática, el grupo del centro académico está trabajando en HelioSkin.
Se trata de una tecnología fotovoltaica adaptable inspirada en la naturaleza. Podría aplicarse como revestimiento para múltiples estructuras y formas, que permitiría aprovechar la energía solar de un manera más dinámica y estética.
El propósito de la iniciativa es desarrollar unos paneles atractivos visualmente, que vayan integrados al entorno y tengan capacidad suficiente para seguir la trayectoria del Sol con su diseño biomimético.
La tecnología que podría lapidar los paneles solares
La meta a largo plazo de HelioSkin es imprimir láminas fotovoltaicas flexibles de tamaño kilométricos, parecidas a las que se usan en el origami. Lo conseguiría con un sistema rotativo que podría emplearse como revestimiento en los edificios con el fin de disminuir el impacto ecológico de la construcción.
No obstante, en la etapa actual de desarrollo, el equipo está focalizando su atención en trabajos a menor escala. Además, aprovecha el diseño computacional y los procedimientos de fabricación digital. Por ejemplo, la impresión 3D para la elaboración de filtros personalizados y sistemas de paneles fotovoltaicos.
El concepto básico es tratar de imprimir las piezas en 2D, un mecanismo más económico, para después convertirlas en 3D para que se curven en torno a las estructuras. Actualmente, el equipo tiene en funcionamiento un proyecto piloto de tres años de duración destinado al desarrollo de esta tecnología para elaborar discretas carpas solares para jardines.
Esta iniciativa, que dispone del apoyo del programa Convergence Accelerator de la Fundación Nacional de Ciencias, ansía la fabricación de un prototipo a escala real en el segundo año.
Planes a futuro de la tecnología que podría despedir a los paneles solares
Al terminar el plazo, el equipo de investigación pronostica haber comenzado el camino para comercializar estas carpas de paneles solares, que podrán abastecer los electrodomésticos y las lámparas exteriores.
Cuando el mundo conozca el potencial de esta tecnología, los hoy aclamados paneles solares podrían apagarse. Mientras tanto, el mundo está intrigando ante estos paneles solares que producen vida.