Los parques eólicos son una de las “herramientas” más utilizadas para crear energía. Generan energía eólica, que se obtiene a partir del viento. Su funcionamiento consiste en la transformación de la energía que genera el movimiento de las palas de un aerogenerador en energía eléctrica. La energía eólica está contemplada en el segmento de las energías renovables. No contamina, es inagotable y acota el uso de combustibles fósiles, uno de los grandes orígenes de las emisiones de efecto invernadero que provocan el calentamiento global. Por sí solos, los parques eólicos ya resultan atractivos. Aunque podrían proporcionarnos mucho más que energía.
Parques eólicos, una fuente de mucho más que energía
Tras filtrarse lo que está pasando en el parque eólico de Galicia, se ha sabido sobre una tecnología que protege a las aves. Generalmente, los aerogeneradores eólicos de grandes dimensiones tienen la particularidad de que son perjudiciales para las aves circundantes.
Colisionan contra ellos y muchos de los animales de especies autóctonas fallecen. En este contexto, se ha interceptado una tecnología que evita este impacto. El parque eólico flotante de Kincardine (50 MW) no supone un peligro para las aves debido al uso de la tecnología DTBird.
La agencia escocesa NatureScot y el Equipo de Operaciones de Licencias de la Dirección Marina del Gobierno escocés certificaron importantes datos sobre este parque eólico. Advierten que cumple con la condición 22ai.
Se trata de una normativa que demanda que los proyectos eólicos marinos monitoricen el riesgo de colisión de las aves. Este parque eólico, situado en el del Norte a 15 kilómetros de la costa de Aberdeen (Escocia), ha podido medir este dato gracias el método DTBird V8N2. Un sistema diseñado para detectar la actividad aviar y anticiparse a posibles colisiones diurnas o nocturnas en sus seis aerogeneradores Vestas.
Más allá de la energía, los parques eólicos pueden protegernos del fuego
Frente a la creciente amenaza de los incendios forestales producto del cambio climático, los parques eólicos pueden verse como mucho más que una forma de crear energía. La energía eólica se está afianzando como una óptima aliada en la gestión forestal, vigilancia del territorio y prevención y extinción de incendios.
La dramática ola de incendios de este verano ha provocado una catástrofe ambiental ante la que la Asociación Empresarial Eólica (AEE) ha consolidado su compromiso con la recuperación de áreas afectadas. Este verano, ha existido un mito sobre los parques eólicos y su posible vinculación con la recalificación de terrenos quemados para su instalación.
La AEE asegura que este argumento carece de fundamento. Especialmente porque la Ley de Montes estipula que las áreas quemadas deben conservar su carácter forestal por un mínimo de tres décadas. De esta manera, se prohíbe el cambio de uso de estos terrenos, a excepción de casos excepcionales que deberían ser aprobados con rango de ley.
Sumado a esto, cualquier proyecto eólico debe adquirir una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) positiva. Esta asegura que la instalación no perjudique de forma negativa al medioambiente, independientemente de si el terreno ha sido quemado o no.
Los parques eólicos permiten vigilar más cerca de cerca los posibles incendios
Debido a las características técnicas y ubicación de los parques eólicos en zonas de difícil acceso, este tipo de proyectos permite una vigilancia constante del territorio. Se trata de infraestructuras ideales para facilitar el acceso de los equipos de extinción de incendios.
Las pistas de acceso construidas para los aerogeneradores sirven para mucho más que el mantenimiento eólico. También actúan como cortafuegos naturales. Contribuyen así a la paralización del ascenso de las llamas. Además, estas pistas están a disposición de las comunidades locales para la ejecución de otras actividades.
Por ejemplo, senderismo, ciclismo y labores agrícolas o ganaderas, evitando el tránsito de maquinaria agrícola en zonas de riesgo elevado.
Adicionalmente, los parques eólicos pueden detectar de forma temprana incendios. Esto es posible ante la incorporación de sistemas de monitorización, con sensores, cámaras térmicas y personales cualificado en las instalaciones. Ante semejante escenario, los parques eólicos podrían dar mucho más que energía. Esperanza y vida en toda Europa y el mundo. Contemplando estos datos, el parque eólico de Agüimes en Canarias se levantará gracias al crowdfunding.