Qué es la biomasa. A los residuos orgánicos de origen vegetal o animal obtenidos en procesos naturales o industriales se los conoce como biomasa. La energía que contiene la biomasa es energía solar almacenada gracias al proceso de fotosíntesis de las plantas. Que después es recuperada por combustión directa (obteniendo energía térmica o eléctrica). O transformando esa materia en biocombustibles (bioalcohol, biogás, biodiésel o bioaceite) para obtener energía mecánica.
La biomasa puede ser natural, que es la que produce la naturaleza (recortes de montes, podas, etc.). Residual: los desechos generados por las actividades humanas. O la producida, que es aquella que proviene de vegetales cultivados con el propósito expreso de obtener biomasa.
Son fuentes de biomasa los residuos agrarios y alimentarios, los residuos animales (estiércol, restos de mataderos, etc.), los residuos industriales (madera, papel, etc.) y hasta los residuos sólidos urbanos. En una palabra: todo lo que tenga origen orgánico y ya no se emplee con un objetivo determinado, puede ser biomasa.
¿Cómo se obtiene?
En función de la energía a obtener, se somete a la biomasa a distintos procesos físicos y/o químicos. Mediante la combustión directa se obtienen energía térmica que puede servir de calefacción o se puede producir vapor con el que generar electricidad previa acción de una turbina y un alternador
También se puede recurrir a la combustión sin oxígeno (pirolisis), que descompone la biomasa, o a la oxigenación o hidrogenación, para obtener hidrocarburos. O mediante la fermentación se puede transformar la glucosa en etanol, un bioalcohol que también sirve de combustible.
Por su parte, la fermentación sin oxígeno (fermentación anaerobia) origina, biogases que se utilizan en motores de combustión o como calefacción. Y a través de procesos químicos no biológicos (donde no intervienen microorganismos) se pueden transformar aceites vegetales y grasas animales en biodiésel, que también sirve de combustible.
Historia, ventajas e inconvenientes y futuro
La biomasa fue el principal combustible para el ser humano hasta la llegada de los combustibles fósiles. Se empleaba para cocinar, para calefaccionar, hacer cerámica, fundir metales, etc. De hecho, la biomasa ha seguido teniendo un papel destacado y hoy en día, debido a su carácter renovable y a la crisis energética, recupera su protagonismo.
Ventajas
Se trata de una de las energías renovables y no contaminantes (excepto en los procesos de combustión) que puede aprovechar los residuos o excedentes generados en otras actividades y reutilizarlos. La biomasa puede producir de forma sostenible calor, electricidad y carburantes.
Inconvenientes
Tiene un mayor coste de producción y menor rendimiento que la energía proveniente de los combustibles fósiles. La biomasa es de producción estacional y la materia prima es de baja densidad energética. ello hace que ocupe mucho volumen y genere problemas de transporte y almacenamiento.
La biomasa producida únicamente con fines energéticos tiene el problema añadido de alterar los precios de productos básicos como el maíz o la soja. Además de que es posible acabar empleando tierras en exclusiva para la producción energética y no para la alimentación. Cuando esta debería ser prioritaria.
El papel de la biomasa como fuente de energía puede contribuir a resolver gran parte del problema energético mundial. Así como a disminuir la dependencia energética y la contaminación. En Brasil, ya hay más de 3 millones de vehículos que se mueven con bioalcohol obtenido de la caña de azúcar y quince millones más que mezclan gasolina con alcohol. Pero aún queda mucho por hacer en materia de investigación, logística y normativas. ¿Qué es la biomasa?