Suiza ha descubierto el grave problema que presentaban los paneles solares y los ha desterrado a una singular ubicación. Un escenario que sorprende incluso más que el agujero de los paneles solares que sigue creciendo en otra parte del mundo. El impacto visual de los proyectos renovables es uno de los grandes problemas que asola el contexto actual. La transición energética es mucho más que una etapa en la historia. Se trata de una necesidad en la que el ser humano debe trabajar arduamente.
Una de las posibles soluciones a este impacto sería no ejecutar más proyectos renovables. Sin embargo, esto no es una opción teniendo en cuenta la grave huella ambiental que dejan los combustibles fósiles. Dentro del grupo de las herramientas energéticas más utilizadas, encontramos a los paneles solares en un lugar privilegiado. Aunque cumplen su función perfectamente, suelen considerarse un producto poco estético y, en algunas instancias, “un mal necesario”.
Con el tiempo, han ido apareciendo nuevas versiones de paneles que buscan ofrecer una mayor eficacia y un diseño más atractivo. Suiza es uno de los países asediados por la antiestética que supone la instalación de los paneles y tiene la solución definitiva para seguir implementándolos sin perturbar la óptica.
Suiza pone fin al gran problema de los paneles solares: muchos países podrían copiarla
Suiza no quiere sacrificar su aspecto natural e imponente por la instalación de paneles solares, por lo que ha decidido implementarlos en las vías de tren. El sistema ha obtenido la autorización de la Oficina Federal de Transportes para situar los paneles en un tramo lineal de 100 metros. Esta idea llega de la mano de la startup suiza Sun-ways.
Ha creado un proyecto piloto para imponer la primera planta de energía solar desmontable del país en una línea de tren. Se espera que este sistema ya está implementado el año que viene y, por ahora, parece que así será. Ya ha recibido la autorización de la Oficina Federal de Transportes para colocar los paneles solares en un tramo lineal de 100 metros de la línea 221 de transN, la compañía de transporte público del cantón Neuchâtel.
La producción estimada es de 16.000 kWh al año. El proyecto piloto se levantará con 48 paneles de 380 W de potencia cada uno y brindará electricidad a toda la red local. Sun-ways establecerá una alianza con el proveedor local de electricidad Viteos para la construcción y con DG-Rail, una compañía dedicada a instalaciones eléctricas ferroviarias. Cuenta con un presupuesto de 585.000 francos suizos (unos 621.800 euros), que recibe su financiación íntegra por parte de sus socios.
Los módulos solares podrían instalarse manualmente o con una máquina ferroviaria (diseñada por Cheuchzer S.A.) que puede disponer hasta 1.000 m2 de paneles al día. Además, al ser un artículo desmontable resulta más fácil la ejecución de trabajos de mantenimiento.
Suiza relega los paneles solares a las vías del tren: acaba con su mayor problema
En 2023, la Oficina Federal de Transportes (FOT) no aceptó la primera solicitud del proyecto. A partir de ahí, se realizaron todas las evaluaciones pertinentes para obtener el visto bueno. La contribución de dos profesores de mecánica de la Haute École d’Ingénierie et de Gestion du Canton de Vaud (HEIG-VD) y un especialista en proyectos de ingeniería ferroviaria, Geste Engineering, fue crucial.
De esta manera, la iniciativa pudo pasar todas las evaluaciones necesarias para garantizar aspectos técnicos y de seguridad para demostrar un sistema compatible con los criterios de la FOT. Sumado a esto, resalta la resistencia de los paneles ante las microfisuras y un filtro antirreflejos que impide el deslumbramiento a los maquinistas.
En definitiva, Suiza descubre la solución al problema estético de los paneles solares: ubicarlos en las vías de los trenes. Un hito casi tan llamativo como los paneles que se pliegan solos.