La energía eólica vuelve a estar en problemas. Luego de la enorme polémica sobre sus desventajas en el mar, ahora parece que dejará de ser rentable en España porque ¡está disminuyendo la velocidad del viento! ¿será este el fin de la energía eólica?
El terrible cambio climático
Las consecuencias del cambio climático están siendo cada vez más evidentes y lamentables, pues ahora no solamente está causando temperaturas más extremas, sino que también se está viendo afectada la velocidad del viento.
Según las diversas investigaciones, esto es más evidente en los meses de verano, pero irónicamente estos son los meses donde más aumenta la demanda de energía.
Lamentablemente parece que el daño ya está hecho, pues un estudio reciente ha revelado que la disminución de los vientos en el continente europeo es cada vez más evidente, lo que afectaría a la producción eólica pero también a otros factores ambientales.
Porcentaje pequeño, consecuencias grandes
Según una investigación publicada en la revista «Environmental Research Letters», se estima que la velocidad del viento se reducirá aproximadamente en un 5% entre los años 2021 y 2050.
Por supuesto, esto no significa que el viento desaparecerá ni que los parques eólicos dejarán de funcionar. Pero por más pequeña que sea la disminución, esto puede influir enormemente en la producción de energía eólica en países como España que dependen de esta fuente para satisfacer sus demandas energéticas.
Según Gan Zhang, investigador de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, «el sistema energético representa un mercado marginal. Eso significa que si cambias el margen entre un 5% y un 10%, la respuesta de los precios puede ser enorme».
Desde hace ya bastante tiempo España ha estado apostando por las energías renovables, por lo que cualquier alteración afecta directamente su capacidad para generar electricidad de manera sostenible.
Los cambios en el viento obligan a los países afectados e buscar nuevas estrategias de adaptación que aseguren un suministro más estable. ¡Pero eso no es todo! este fenómeno también podría alterar los ecosistemas naturales causando aún más incertidumbre.
La velocidad del viento: ¿Qué pasará en el futuro?
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) ha señalado que es muy probable que la velocidad del viento siga bajando a lo largo del siglo XXI y si esto continúa podría bajar hasta un 10% en el año 2100.
En el lado opuesto, recientes análisis y simulaciones dicen que la velocidad podría aumentar en otras estaciones del año, pero desafortunadamente estos cambios serán más notorios recién en la segunda mitad del siglo. Por eso, los expertos creen que es urgente idear nuevas estrategias de adaptación, de lo contrario ¡estaríamos arriesgando al sector energético!
España aún puede hacer algo
No podemos negar que la situación es lamentable y quizá no podamos alterar la velocidad del viento, pero a pesar de todo es fundamental que los gobiernos y las empresas busquen nuevas soluciones que nos permitan seguir avanzando hacia energías más limpias.
Una de las soluciones podría ser desarrollar tecnologías eólicas más eficientes que a pesar de la disminución igual puedan generar electricidad a partir del viento. También es muy importante que la investigación se promueva, para que podamos entender de una mejor manera que otros factores están cambiando la velocidad del viento.
En el lado opuesto tenemos otra opción y es ¡la diversificación de fuentes de energía renovable en España! así no dependerá de la eólica. Recordemos que España también tiene el potencial para tener diversas tecnologías solares y otras energías verdes, por lo que no debe limitarse a solo una de ellas.
En conclusión, la disminución de la velocidad del viento es algo innegable, pero aún estamos a tiempo de disminuir los daños y buscar otras alternativas, como la energía solar que también está evolucionando a pasos agigantados en España y una prueba de ello es este invento casi invisible.