Los ríos españoles más contaminados. España se encuentra entre los países de la Unión Europea que posee los ríos con niveles más preocupantes de contaminación. Y en muchos casos los datos ni siquiera se conocen, salvo por parte de los vecinos de la zona.
Desde el volcado de sustancias venenosas directamente a sus corrientes, hasta el usarlo como cloaca para deshacerse de las aguas fecales de una comarca, los ríos españoles han visto de todo. La contaminación ha flotado y se ha disuelto en sus corrientes. Y en muchos sitios ha destruido el Medio Ambiente local de manera casi irremisible.
Todo ello afecta directamente a los pobladores cercanos que en algunos casos no pueden siquiera usar el agua (ni después de ser depurada) para bañarse. Pero la fauna y la flora también son víctimas inocentes de los venenos que puedan traer las aguas de las que dependen sus hábitats.
Río Barbaña
Varios polígonos vierten quien sabe qué en sus aguas y a pesar de las quejas de los vecinos y de varias asociaciones ambientalistas, nadie mueve un dedo por solucionar este problema.
Cada vez que llueve surgen sobre su superficie una serie de fluidos espumosos, que han sido calificados de “alarmantes pero no nocivos”, por las autoridades pertinentes de la ciudad.
Río Cinca
El nivel de mercurio que se encuentra en los ríos se suele medir por medio del contenido en la llamada “biota”, en este caso en los peces que viven en él. Y específicamente en los pasos de esta corriente por ciertos puntos se ha determinado que son alarmantes.
Durante muchos años el cauce del río ha sido usado como vertedero por varias industrias aragonesas, incluso en 2004 Greenpeace denunció, presentando para ello muestras del lodo del canal de desagüe, que una industria vertía DDT, un insecticida cuyo uso, producción y comercialización están terminantemente prohibidos en todo el mundo.
Río Gállegos
La actividad de la fábrica que estuvo vertiendo lindano en el Río Gállegos cesó en 1994, pero la acumulación de detritus contaminante prosigue hasta el día de hoy. Se estima que 4.000 toneladas de sopa tóxica aún continúan en los dos vertederos.
Además de este producto, se han encontrado en este importante río aragonés, niveles de mercurio muy por encima de los permitidos, junto con residuos de benceno, clorofenoles, clorobencenos y HCH.
Río Guadiana
Muchos de los embalses de este río extremeño se han transformado en verdaderos “pozos negros”. Gracias a la acumulación de nitratos, amonios y fosfatos, que son sustancias tóxicas y subproductos de la fabricación de pesticidas y fertilizantes, que se han ido acumulando tras su vertido.
Aparentemente, hay un mayor control respecto a lo que se vuelca en el río. Pero hace falta mucho más que eso para recuperar las aguas y proteger al Medio Ambiente, de los niveles de contaminación que padecen. Los ríos españoles más contaminados.
Río Llobregat
Desde su nacimiento en el Cadí hasta desembocar en el Prat de Llobregat, este río catalán sufre una marcada escasez de agua por culpa de las minicentrales. Pero además, su nivel de salinidad es muy alto a causa de las Minas del Bages. Muchas de estas minas han sido sentenciadas por altos grados de contaminación, pero las cosas no cambian. Y también se ha detectado una grave polución por restos de medicamentos.
Río Tinto
El río Tinto de Huelva, hace tiempo que perdió la cristalinidad de sus aguas y esto se debe a la actividad minera que ha volcado todo tipo de detritus en sus aguas. Hace más de 40 años que se vierten fosfoyesos en las marismas y según Greenpeace los lodos contienen elementos radiactivos.
Hace años que se buscan soluciones para retirar las llamadas “balsas de fosfoyesos” y proceder a recuperar la zona afectada. Pero hasta ahora la única ‘genialidad’ que se les ha ocurrido, fue taparlas. Y eso no soluciona el problema, por lo que la zona sigue siendo víctima de un ecocidio.
Río Urumea
Los vecinos de Goizueta fueron los primeros en advertir el cambio en las aguas de este río que discurre por Navarra y el País Vasco, al notarlas oscuras y con olor a plomo. Los análisis demuestran altos niveles en las concentraciones de metales pesados y nocivos. Y si bien se han retirado toneladas de residuos de su cauce, los efectos de esa basura se seguirán notando durante años.
¡Y nadie hace nada!
La falta de medidas de previsión, la desidia de las industrias o la insensatez de los ayuntamientos son culpables de que las aguas de muchos ríos están en condiciones realmente lamentables. De que desaparezca la biodiversidad local. Y de que los vecinos de los alrededores, estén expuestos a enfermedades e intoxicaciones.
Pero ya es hora de tomar las medidas necesarias para escarmentar a los que contaminaron, de una manera contundente y donde les duele. En forma de multas tan escandalosas como sus actos y la responsabilidad de recuperar lo que contaminaron. Veremos si así otros se lo piensan mejor antes de tirar nada más a un río. Los ríos españoles más contaminados.