Soy pastor de renos, al igual que mi padre, mis abuelos y las muchas generaciones anteriores a ellos. El reno ha alimentado a la gente de esta tierra durante miles de años.
Hace poco tiempo que he regresado del nevado bosque de Sápmi donde pastoreaba renos. Mientras estaba allí, llevaba comida de fuera para los renos ya que el bosque ya no es suficiente para alimentarlos. Esto se debe a que gran parte de los bosques Sápmi, la patria sami, ha sido talada y estos bosques no volverán a crecer durante siglos.
Soy pastor de renos, al igual que mi padre, mis abuelos y las muchas generaciones anteriores a ellos. El reno ha alimentado a la gente de esta tierra durante miles de años. El reno, la caza, la pesca y la recolección fueron las razones por las que las personas llegaron a estas áreas remotas hace mucho tiempo. Un lugar y una comunidad donde las culturas tradicionales y la forma de vida han sido transmitidas por nuestros antepasados. Pero estas tradiciones y nuestro hogar están continuamente bajo la amenaza de la deforestación, la minería y otras formas de explotación de la tierra.
El plan propuesto para el ferrocarril del Ártico es la última amenaza para nuestra forma de vida. Destrozaría nuestras tierras de pasto arruinando nuestra naturaleza y el suministro de agua dulce. Este ferrocarril acabaría con mi pasado, mi futuro y mi identidad.
Un informe encargado por el Ministerio de Transportes ha dejado claro que el ferrocarril no sería económicamente viable y tendría consecuencias irreversibles para la vida de los sami. A pesar de esto, la autoridad regional Lapin Liitto quiere incluir el ferrocarril en el plan regional. Al hacerlo, se comprometen a sacrificar nuestras tierras, medios de vida y olvidar a los pueblos indígenas del país, para promover los intereses del estado finlandés.
El ferrocarril es una continuación del colonialismo que los sami han sufridodurante siglos a través de las fronteras en la zona más septentrional de Europa. Siempre nos hemos visto obligados a defender nuestros derechos. No miraremos hacia otro lado ya que el estado finlandés está pisoteando los derechos de nuestra gente.
Para más información: Greenpeace