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jueves, septiembre 28, 2023

Europa de asumir su complicidad en más del 10% de la deforestación del Planeta

En un mundo globalizado y con serios problemas de gobernanza, la Unión Europea no está poniendo ninguna traba a que los productos relacionados con la destrucción de la naturaleza entren en el mercado de la UE.

Estamos perdiendo hábitats naturales a un ritmo alarmante. Y el principal motor es la expansión de la agricultura industrial destinada a la exportación de materias primas. Estos cambios de uso de la tierra, arrasando bosques para implantar cultivos, son problemas complejos en los que la ciudadanía está involucrada, consciente o inconscientemente. Nuestro estilo de vida está más cerca de la deforestación de lo que pensamos.

El aceite de palma procedente del Sureste Asiático es un ingrediente de muchos de nuestros alimentos procesados y productos cosméticos. Y también en el depósito de nuestro automóvil en forma de biodiesel. Y la soja procedente de América Latina que alimenta nuestra ganadería industrial acaba en forma de carne y productos lácteos en nuestras mesas.

Muchas de estas cadenas de suministro que nacen en territorios lejanos pero acaban en nuestro plato hacen que, sin quererlo, estemos atizando los incendios en la Amazonia, el Cerrado, el Pantanal, el Chaco o las selvas del Sureste Asiático. Estamos literalmente comiendo nuestros bosques sin siquiera saberlo.

En 2014, la UE fue responsable del 41% de las importaciones mundiales de carne de vacuno, el 25% del aceite de palma y el 15% de la soja (principalmente para la alimentación animal). Esta demanda de materias primas y productos básicos como la carne, los productos lácteos, la soja para piensos animales, el aceite de palma, el cacao o el papel hacen que la Unión Europea sea la responsable de más del 10% de la deforestación mundial.

Hace justo una semana, la Comisión de la UE ha lanzado una consulta pública para conocer la opinión de los europeos sobre una futura ley que detenga la importación de las materias primas procedentes de la deforestación. Por este motivo, cinco activistas han escalado esta mañana la fachada de 14 pisos de la sede de la Comisión Europea en Bruselas, donde han colgado una pancarta de 30 metros que imitaba un agujero quemado a través del edificio, simulando el Amazonas en llamas, con el mensaje: “Incendios del Amazonas – Europa culpable”.

Greenpeace se ha unido a más de 100 organizaciones medioambientales y de justicia social para exigir que los productos de la destrucción de los bosques se mantengan fuera del mercado de la UE. No pedimos que se prohíban estos productos, queremos seguridad de que proceden de contextos de sostenibilidad y respeto de los derechos humanos. Pero para eso necesitamos una legislación europea fuerte.

La UE debe desempeñar un papel de liderazgo en la protección de los bosques y otros ecosistemas del mundo. Si no detenemos la deforestación, la degradación de los bosques o la conversión y degradación de otros ecosistemas, podríamos perder nuestra lucha contra el cambio climático y agravar la crisis de la biodiversidad.

Esta legislación la tenemos al alcance de la mano, ¡pero necesitamos tu ayuda para hacerla realidad!

Fuente: Greenpeace

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