- Lascelebrities, los políticos y los eco influencers los que menos influencia ejercen
- El 41% de los consumidores de productos ecológicos usa las redes sociales para encontrar más información sobre marcas sostenibles
Pajitas de metal, champú sólido o bolsas de tela para la compra: son solo algunos de los miles de elementos ecológicos que existen en el mercado y en nuestras vidas cotidianas. «Antes de la pandemia se percibía unaumento de la consciencia colectivaen relación con elmedioambiente, pero la COVID-19 ha acelerado más el procesoy ha motivado a más personas a tomar parte de esa responsabilidad», afirma Neus Soler, profesora colaboradora de losEstudios de Economía y Empresa de la UOC. Según unaencuesta hecha a escala global por We Are Social,elnúmero de consumidores que dice que pagaría más por un producto ecológicoo sostenible ha pasado del 49% en 2011al 57% en 2019.
Según este informe, uno de losespacios donde más se buscan este tipo de productos son las redes sociales; un41% de los consumidores de productos ecológicosafirma usar las como herramienta paraencontrar más información sobre marcas o servicios sostenibles, y, a la vez, esto losconvierte en potenciales compradoresen línea.
«Cada vez más usuarios exploran las redes sociales como unescaparate de productos, para consultar información y para comprarlos, sobre todo lasgeneraciones jóvenes (mileniales y generación Z), que lideran el movimiento en favor de la sostenibilidad», afirma Soler. La experta añade que si las marcas vinculadas a la sostenibilidad quieren conseguir ser visibles y que su comunicación llegue al público que está más interesado en esta materia, tendrán que utilizar este canal, porque es aquí donde se encuentra el público objetivo.
Precisamente en las redes sociales existen los denominadosgreen influencers, es decir, los influentes que acumulan miles de seguidores por compartir sus alternativas saludables y productos «verdes» de consumo y estilo de vida. «Algunosutilizan elgreenfluencingde manera transversal(alimentación, moda, cosmética, mobiliario, juguetes…) y, por lo tanto, puedeconvivir con los nichos de influencia clásicos», explica Sílvia Sivera, profesora de losEstudios de Ciencias de la Información y de la Comunicación de la UOC.
Los verdaderosinfluencersson la familia y medios como ECOticias.com
Aunque pueda parecer que lainfluencia de losgreen influencerses similar a la de otros influentes, la verdad es que no lo es. Se sitúan ensegundo lugar por la colaen una lista de las ocho categorías de personas que más impactan en nuestro comportamiento hacia el medioambiente, según uninforme de Kantar (2020).
Los que ejerceninfluencia real en nosotros y nuestra conciencia ambientalson, en primer lugar, loshijos, seguidos de los amigos, la pareja y los padres. En la última posición de esta lista están los políticos y las celebridades. «La probabilidad de que tus hijos influyan en tu conducta es mayor, porquese genera una inercia proveniente de la empatía naturalque sentirás hacia ellos cuando veas que actúan de esa manera determinada», afirma Soler.
Para losmenores de 35 años,la parejaes la principal influencia, seguida de losamigos y los padres, lo que demuestra que lainfluencia generacional se da en ambas direcciones. En esta línea, Diego Redolar,neurocientífico de la UOC, afirma que «en nuestro día a día, latoma de decisiones está influida por nuestros entornos más inmediatos. Aquí la familia desempeña un papel importante, así como la pareja y los amigos. Nos dejamos guiar mucho por las personas que forman parte de estecírculo más íntimo que se basa en la confianza y en la cooperación social.
El segundo círculo pierde fuerza, ‘zapatero a tus zapatos’
En cambio, para las propuestas de las personas queforman parte del segundo círculo—compañeros de trabajo,green influencersoeco influencers,políticos y celebridades—, nuestrocerebro nos pide información técnica y específica para llevarlas a cabo». De hecho, según el informe de Kantar, el 38% de los encuestados siente que aquellas personas cuyas opiniones son importantes para ellos son quienes los alientan a ser más ecológicos.
«No obstante, el papel del Gobierno es fundamental. Las decisiones que el Gobierno tome y las iniciativas que desarrolle pueden favorecer o no que los ciudadanos apliquen todo ese aprendizaje que han hecho en casa. Puede haber personas que no hayan recibido ninguna educación ambientalpero que, sin embargo, respondan a las campañas gubernamentales, aunque esto suele pasar cuando lascampañas son coercitivas y se basan en castigos(multas, impuestos)», añade Juan Carlos Gázquez-Abad, profesor colaborador delos Estudios de Economía y Empresa de la UOC. Precisamente, y como subraya el informe de Kantar, losconsumidores mayores son los más activos en la reducción de residuos, pero también influyen en el cambio los más jóvenes.
En los países nórdicos, donde laconciencia ecológica y medioambiental está más arraigada, se produce una combinación perfecta entre la educación del ciudadano y la actuación del Gobierno. «Es muy importante la educación que uno recibe en casa y a lo que se acostumbra desde pequeño; lo más normal es que esos niños, cuando sean adultos, tengan un comportamiento activo, y a su vez, lo transmitan a sus hijos», concluye Gázquez-Abad y suscribe ECOticias.com.