¿Cómo cambiar la penosa gestión pública del agua? Tras el informe de WWF que explica ¿Por qué España se seca?, es fundamental tener en cuanta que la gestión pública del agua ha sido por demás penosa. Por poner un ejemplo de esta mala gestión del agua por parte de las administraciones, durante la gran sequía de 2017, la peor durante los últimos 20 años, se aprobó el Real Decreto 10/2017, de 9 de junio de 2017, que permitió las exenciones al pago del agua y la compra-venta de derechos entre usuarios a cambio de compensaciones económicas. Abriendo la posibilidad de un mercado negro o que se pagara por recursos hídricos que no existen.
¿Cuáles son las soluciones?
Si queremos que en España siga habiendo agua hay mucho que debe cambiar. No alcanza con hacer promesas, sino que debe haber un compromiso político serio que cumpla con estos puntos.
Recuperación
Avanzar en la recuperación de costes de los servicios del agua que requiere la Directiva Marco del Agua. Tenemos que establecer una política de precios del agua que reduzca la presión e incentive el uso eficiente de los recursos hídricos y asegure la contribución de los distintos usuarios a la mejora de los ecosistemas acuáticos de acuerdo con el principio de “quien contamina, paga”.
Revisión
Revisar los indicadores de sequía para mejorar la prevención. Hay que seguir avanzando en la mejora del sistema de indicadores de sequía de los actuales Planes Especiales de Sequía. Para que nos permitan prever las sequías excepcionales con suficiente antelación, diagnosticar sus consecuencias y realizar un seguimiento adecuado de estos eventos extremos.
Adaptación
Adaptar las demandas a los recursos hídricos realmente disponibles. Tenemos que gestionar las sequías antes de que estas tengan lugar, a través de la adaptación de las necesidades a los recursos disponibles. Esta gestión estratégica debe limitar y reducir las demandas para reducir la exposición al riesgo de la población y los sectores productivo ante un periodo de sequía.
Alternativas
Utilizar fuentes alternativas de recursos hídricos en períodos críticos de sequía. La capacidad de desalación de agua marina es una alternativa viable cuando los recursos hídricos convencionales son escasos o no están disponibles. Otra fuente alternativa es la reutilización de las aguas depuradas, de modo que se reduzca la presión sobre las cuencas y la necesidad de regular las aguas.
Ahorro
Apoyar la cultura del ahorro del agua en España. La sociedad tiene que dar un giro a su relación con el agua, promoviendo un uso más sostenible de los recursos hídricos, especialmente por parte de los sectores productivos que más consumen (en España mayoritariamente los usos agrícolas).
Claridad presupuestaria
Dotar de un presupuesto definido y de medidas concretas para los próximos ocho años a la Estrategia Nacional de Lucha contra la Desertificación.
Integración de objetivos
Integrar los objetivos, medidas y recomendaciones de la Estrategia de Lucha contra la Desertificación en España en otros planes relevantes para abordar este problema. Como el caso de las ayudas vinculadas a la Política Agraria Común, los Programas de Medidas aprobados en los Planes Hidrológicos de demarcación para el ciclo 2021-2027 o los fondos Next Generation.
Leyes
Impulsar una Ley de Protección de los Suelos para evitar su continua erosión y degradación y fomentar un uso basado en la sostenibilidad. ¿Cómo cambiar la penosa gestión pública del agua?