¿Por qué España se seca? Las perspectivas empeoran aún más si tenemos en cuenta que con el cambio climático los periodos secos serán cada vez más largos e intensos. El Centro de Estudios Hidrográficos del CEDEX (2017) estima que los recursos hídricos disponibles en las diferentes cuencas hidrográficas se reducirán entre un 3% y un 7% de aquí a 2040.
Un estudio de WWF (Water Risk Filter) traslada una imagen de la Europa de 2050, donde el 17% de la población europea corre un alto riesgo de escasez hídrica. España, junto con Grecia, serán uno de los países que tendrán el mayor riesgo de sufrir estrés hídrico. Sevilla, Granada, Córdoba y Murcia sufrirán el mayor riesgo de escasez de Europa.
La sobreexplotación de acuíferos, el crecimiento insostenible del regadío, el abandono de tierra y la degradación del suelo son la cara oculta de las sequías y la desertificación.
¿Por qué España se seca?
Que no llueve y que los embalses están en mínimos es algo evidente y preocupante. Sin embargo, la sequía no solo se produce por el calentamiento global, la falta de precipitación y altas temperaturas que trae consigo. Te vamos a explicar qué hay detrás del agotamiento de los recursos hídricos en España.
Rafa Séiz, experto del programa de aguas de WWF España, te explica en este video cuál es la cara oculta de las sequías. ¿Por qué España se seca?
El regadío intensivo: el gran consumidor de agua en España
En España, el 80% del agua se destina al riego de cultivos. Por ejemplificarlo en volumen: se estima que los cultivos de regadío consumen 100 veces más agua de lo que necesitan los 3 millones de habitantes de Madrid en un año.
Uno de los ejemplos más graves de este «robo del agua» es el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, epicentro del saqueo de agua en España. Tras décadas sobreexplotando su acuífero y degradando Daimiel, este humedal se ha convertido en un claro ejemplo de cómo el desierto avanza en la Península Ibérica.
A pesar de que un 75% de nuestro territorio está en peligro de sufrir desertificación, España ha apostado por un modelo de gestión del agua que prioriza los grandes consumos agrícolas. El regadío para la agricultura es el gran consumidor de agua en España. como ya hemos dicho, se bebe el 80% de este recurso de nuestras cuencas, y según los datos oficiales, la superficie de regadío no ha dejado de crecer en las últimas décadas.
Además, en aquellas zonas donde no existe agua disponible en ríos y embalses, se hace uso del agua subterránea, poniendo en peligro las reservas de agua del futuro y a todo el medio ambiente circundante. Como consecuencia, el 25% de los acuíferos están gravemente sobreexplotados.
Todo ello hace que España sea el país con mayor sobreexplotación de agua de Europa. Por no hablar del agua que se consume de forma ilegal: se estima que existe más de medio millón de pozos ilegales en España. Además, hay una preocupante opacidad desde la Administración Pública sobre cuánta agua se gasta, quién la usa y qué derechos han sido concedidos.
España está en grave riesgo de desertificación
Y para colmo de males, además de la mayor escasez de agua, los incendios forestales están arrasando cientos de miles de hectáreas cada año en nuestro país. Estamos antes suelos degradados y esta erosión deja 9 millones de hectáreas ya catalogadas como zonas con un riesgo alto o muy alto de desertificación, principalmente en el tercio sur y los dos archipiélagos.