El acuífero de Doñana ha vivido su primer año húmedo en mucho tiempo, concretamente en 13 años, la mayor racha seca desde 1970. Y pese a que ha llovido hasta un 123% por encima de la media, lo cierto es que todo esto casi no ha tenido reflejo en la situación del acuífero que alimenta el enclave.
La situación sigue siendo crítica por la sencilla razón de que el acuífero de Doñana aún se sigue sacando más agua de la que entra, por lo que hasta que no cambien estas circunstancias, no habrá una recuperación real.
La precipitación del último año hidrológico, que se contabiliza desde octubre de 2024 a septiembre de 2025 ha sido de 671 mm, gracias sobre todo a que el invierno fue muy húmedo, un 205% por encima de la media.
El informe oficial confirma el deterioro persistente del acuífero de Doñana
La organización WWF ha urgido este martes a la administración pública a que intensifique la adopción de medidas «efectivas y eficaces» para recuperar el acuífero del Espacio Natural de Doñana.
Lo ha hecho después de conocer el ‘Informe preliminar sobre el estado de los acuíferos del entorno de Doñana’, correspondiente al año hidrológico 2024-2025 y elaborado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) en el que se evidencia que el acuífero sigue mostrando una tendencia desfavorable pese a las lluvias registradas en el último año hidrológico encontrándose la mayoría de sus zonas en un estado de «descenso significativo».
«Un año más el informe del acuífero de Doñana demuestra que la situación del mismo es gravísima«, ha indicado en declaraciones el portavoz de la Oficina de WWF para Doñana, Juanjo Carmona, quien ha remarcado el hecho de que «a pesar de un año húmedo, 10 de los 16 sectores están por debajo de la pluviometría que ha habido durante el año».
«Esto significa que no hay una recuperación del acuífero y que las medidas que se están tomando no están siendo todo lo efectivas, todo lo eficaz que sería necesario», ha apuntado.
Ni un año húmedo logra estabilizar el acuífero de Doñana
Por eso, ha incidido, «hay que urgir a la administración pública a que intensifique las mismas y la haga con mucha más urgencia, porque de lo contrario, como podemos comprobar, ni siquiera un año húmedo sirve ya no para recuperar el acuífero, sino para que no empeore«.
El señala que la precipitación del año hidrológico 2024/25 fue de 671 mm. (Octubre 2024 – Septiembre 2025), se considera un año húmedo el primero desde 2010/11, con un 123 % de la media.
Por tanto, con este año hidrológico concluye «el largo episodio seco», sin embargo, se indica, «una recuperación del acuífero requiere no un año húmedo aislado, sino un nuevo periodo húmedo, o al menos la alternancia acostumbrada (hasta 2011/12 el periodo medio entre años húmedos era de 3 años)».
Normalidad, prealerta, alerta y alarma: el mapa crítico del acuífero de Doñana
Se precisa en el documento que de los 16 sectores en los que se divide el acuífero seis están en situación de normalidad, cinco más que el año pasado; el resto, cinco se hallan en estado de ‘prealerta’, tres más que el año pasado; uno en estado de ‘alerta’, tres menos que en 2023-2024; cuatro en estado de ‘alarma’.
Pese a que mejora sensiblemente la situación de un año a otro, la tendencia a largo plazo tiene una evolución desfavorable, pues, el número de sectores con descenso estadísticamente significativo pasa de 7 de un total de 16 en 2012/13 a 14 en 2022/23, cifra que se ha mantenido en 2024/25.
La conclusión, tras analizar el informe de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, es que la tendencia a largo plazo tiene una evolución desfavorable, ya que de los 16 sectores en los que se divide el acuífero, solo dos presentan una situación medianamente optimista.
Para que exista una recuperación real del acuífero de Doñana no alcanza con un año húmedo aislado. Lo que debe suceder es que se dé un nuevo periodo húmedo o que vuelva la alternancia que solía presentarse en la que entre uno y otro año húmedo no mediaban más de tres secos. Seguir leyendo en EFE / ECOticias.com















