Desde ayer, un grupo de activistas y defensores del medio ambiente y la ecología están en Bruselas dialogando con los representantes de la Comisión Europea con el fin de reclamar que se produzca un cambio a nivel de la UE en la política agraria regional, para ‘pararle los pies’ a los alemanes que controlan el agro en el sur de España.
Motiva dicho viaje la realidad de España, donde el comercio alemán y sus grandes plantaciones en Huelva, Murcia y Almería están causando verdaderos estragos en el medio ambiente local, puesto que las leyes comunitarias son permisivas al respecto.
Paralelamente y esta vez en el Parlamento Europeo situado en la ciudad de Estrasburgo, los ecologistas han llevado a cabo dos eventos. uno de ellos consistió en la presentación de un documental donde se consignan las consecuencias negativas de la industria agrícola y el otro fue una exposición denominada El verdadero precio de los alimentos, que luego se debatió entre los presentes.
Industria agroalimentaria de Murcia, Huelva y Almería en manos alemanas
Durante los días de ayer y hoy, un grupo de activistas del ecologismo, junto con otros representantes de la sociedad civil española, están en la capital europea para denunciar las consecuencias negativas de la industria agrícola y exigir un cambio en la política agraria europea.
El viaje tiene el objetivo de entablar un diálogo directo con eurodiputados y eurodiputadas para poner de relieve la gravedad de la situación sobre el terreno: tanto en lo que respecta a la contaminación y la destrucción del medio ambiente, como a las flagrantes violaciones de los derechos humanos y laborales de las personas trabajadoras del campo, especialmente en los enclaves agrícolas del sur de España.
En su visita, la delegación ecologista ha entregado a la Comisión Europea el informe, “La huerta, en oferta. La contaminación por nitratos y el papel del comercio alimentario alemán“, sobre la contaminación por nitratos causada por la agricultura intensiva en las cuencas hidrográficas y las lagunas costeras de Murcia, Almería y Huelva.
Con esta publicación, señalan que, a pesar de la sentencia del Tribunal Europeo de Justicia de marzo de 2024 contra el Estado español por incumplimiento de la normativa sobre nitratos, la situación sobre el terreno sigue sin cambiar.
Hasta la fecha, ni los gobiernos regionales ni el principal país importador, Alemania, al que los ecologistas atribuyen una corresponsabilidad en la destrucción del medio ambiente en las regiones productoras, han tomado las medidas urgentes y necesarias para poner fin a la contaminación.
Para la organización ecologista, si no se pone freno a la expansión de la agroindustria, los daños ecológicos ya visibles, asociados a la pérdida de biodiversidad por la eutrofización de las aguas y al deterioro de la salud pública por la contaminación del agua potable con nitratos, seguirán agravándose y provocarán una situación insostenible en estas regiones.
Además, en este viaje los ecologistas han organizado dos actos propios. Ayer martes por la mañana se realizó la presentación internacional del documental La voz del invernadero, que muestra una visión crítica de las implicaciones sociales de un modelo agrícola basado en la explotación laboral de las trabajadoras migrantes. La proyección del documental estuvo acompañada por el director de la película, Santi Donaire, y por una de las trabajadoras agrícolas entrevistadas, Fátima Ez Zohairy.
Por la tarde, tuvo lugar la inauguración internacional de la exposición El verdadero precio de los alimentos, que ilustra de forma gráfica la situación actual y las consecuencias de la industria agrícola en cuatro provincias del sur del Estado español. Tras la inauguración de la exposición, una mesa redonda en la que activistas de las regiones afectadas informó de la situación sobre el terreno.
El modelo agroalimentario debe transformarse
Ante el inicio del periodo de reforma de la nueva PAC y la reciente publicación de la Visión para la Agricultura de la Comisión Europea, que destaca por su retroceso en las ambiciones medioambientales, sobre todo en comparación con la estrategia De la Granja a la Mesa de la última legislatura de la UE, Ecologistas en Acción reitera que es imprescindible transformar el actual modelo agroalimentario global por uno más sano, justo, sostenible y local: agroecológico, en suma.
Elena Alter, portavoz de la organización ecologista, ha declarado: “Sin sobreexplotación de los recursos naturales y de la fuerza de trabajo propia y ajena, el modelo agro exportador no funciona. Por ello, exigimos que la UE, los productores y la cadena de suministro asuman los costes medioambientales y humanos, y transiten paso a paso hacia un modelo agroalimentario sostenible”.
Según Kistiñe García, portavoz de la ONG y productora agroecológica, “cultivar nuestros alimentos sin los costes económicos y para la salud de las personas agricultoras que suponen los plaguicidas y los fertilizantes sintéticos es la única forma de asegurar alimentos a largo plazo. Si España no se especializa en esta forma de cultivar, su sector agrícola acabará desapareciendo inevitablemente”.