Desde el discurso inaugural del secretario general de la ONU, António Guterres, hasta los llamamientos de científicos y organizaciones, el consenso fue firme: es hora de proteger lo invisible.
“La vida submarina comienza en las profundidades”, advirtió Guterres, alertando del riesgo de que estas zonas se conviertan en un “Salvaje Oeste”. Un llamamiento que ha resonado en la comunidad científica, que insiste en la fragilidad de los ecosistemas de aguas profundas y su importancia para la salud planetaria.
La Coalición para la Conservación de las Profundidades Marinas (DSCC) instó a los gobiernos a aplicar dos medidas clave: proteger los montes submarinos de actividades destructivas como la pesca de arrastre de fondo, y decretar una moratoria global a la minería submarina. Según el DSCC, ambas prácticas ponen en peligro ecosistemas poco conocidos pero esenciales.
El presidente francés, Emmanuel Macron, se sumó a esta postura en su intervención inicial. Subrayó el devastador impacto de la pesca de arrastre y apoyó las iniciativas científicas como la nueva Declaración sobre los Montes Submarinos, presentada en la conferencia por el DSCC, el Instituto de Conservación Marina y el Programa Internacional sobre el Estado del Océano (IPSO).
Conferencia de la ONU sobre los Océanos (UNOC3)
La Conferencia de la ONU sobre los Océanos (UNOC3), celebrada en Niza, concluye con avances para mejorar la conservación y utilizar de forma sostenible los océanos. Sin embargo, el océano y las comunidades costeras se enfrentan cada vez más a amenazas críticas derivadas de la sobrepesca, el cambio climático y la contaminación, por lo que ecologistas insta a los líderes internacionales a que redoblen sus esfuerzos en mantener el impulso creado en Niza.
Con unos 60 Jefes de Estado y de Gobierno desplazados a la ciudad portuaria, el océano mundial ha recibido una atención sin precedentes. Durante la cumbre, otros 19 países ratificaron el Tratado de Alta Mar, lo que eleva el total a 51 partes (50 países más la UE), más cerca del umbral del 60 necesario para que entre en vigor, permitiendo el establecimiento de zonas protegidas de alta mar.
El tratado es necesario para aplicar el Marco Global de Biodiversidad, que compromete a los países a proteger y conservar al menos el 30 % del océano para 2030 (30×30). Los compromisos sobre áreas marinas protegidas (AMP) asumidos por los países en la UNOC3, una vez aplicados, aumentarían la protección de los océanos de alrededor del 8 % a más del 10 % en todo el mundo.
Por su parte, el Gobierno español se comprometió a aumentar la superficie marina hasta el 25,7 % en 2025. A falta de sólo cinco años para 2030, se necesitan más medidas e inversiones para acelerar el avance hacia 30×30 y garantizar que las AMP se gestionen eficazmente y se protejan de las actividades destructivas.
En Niza se dieron también a conocer una serie de compromisos financieros importantes. Sin embargo, se necesitará una inversión adicional considerable para alcanzar los 175 000 millones de dólares anuales que se calcula que se necesitan para cumplir el Objetivo de Desarrollo Sostenible 14 de aquí a 2030 para apoyar soluciones dirigidas por los pueblos indígenas y las comunidades locales que dependen de los océanos y son los principales protectores de su biodiversidad.
La tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos pone «viento en popa» a la acción para la conservación de los océanos. En Niza se han asumido una serie de compromisos muy positivos, pero el mundo no alcanzará sus objetivos climáticos y de protección de la naturaleza para 2030 a menos que se mantenga este impulso.
La situación es desesperada para nuestro océano y solo trabajando todos juntos en colaboración con las comunidades costeras podremos conseguir un océano sano y resistente para todos.
Moratoria de la explotación minera de los fondos marinos
En cuanto a la pesca, más de 100 países han ratificado ya el Acuerdo sobre Subvenciones Pesqueras de la Organización Mundial del Comercio (OMC) para frenar las subvenciones más perjudiciales, como las destinadas a la pesca ilegal, las poblaciones sobreexplotadas y la pesca no regulada en alta mar.
Con menos de diez ratificaciones necesarias para que el acuerdo entre en vigor, ecologistas animan a los estados restantes a comprometerse lo antes posible.
Más de 90 países, encabezados por Francia, expresaron su apoyo a un tratado mundial jurídicamente vinculante sobre la contaminación por plásticos durante la conferencia, lo que constituye una señal positiva de cooperación mundial, pero sigue siendo el mínimo necesario antes de las negociaciones del INC 5.2 en agosto.
Tras el fracaso de la anterior serie de negociaciones en diciembre, los Estados deben utilizar todas las herramientas necesarias para superar nuevos retrasos y conseguir el tratado prometido.
En Niza, otros cuatro Estados se sumaron al llamamiento en favor de una pausa cautelar o moratoria de la explotación minera de los fondos marinos, con lo que el número total de Estados se eleva a 37.
Esto demuestra que cada vez más gobiernos y empresas reconocen que es necesaria una moratoria hasta que se disponga de datos científicos y pueda garantizarse la protección efectiva del medio marino.
La conferencia dio lugar a varias iniciativas sobre soluciones climáticas basadas en los océanos, mientras que 11 países se unieron a socios como WWF para proteger los arrecifes de coral resistentes al clima. Pero estas soluciones sólo tendrán éxito si se abordan las causas profundas del cambio climático.
Desde las nuevas protecciones marinas hasta los avances en el Tratado de Alta Mar, esta conferencia ha dado un nuevo impulso vital a la conservación de los océanos.
Pero, a menos que abordemos de frente la crisis climática y dejemos atrás los combustibles fósiles, los ecosistemas marinos seguirán deteriorándose. El océano está enviando señales de alerta: debemos actuar antes de que sean irreversibles.
Mantengamos el impulso generado en Niza para garantizar que la conferencia sobre el clima COP30 de la ONU en Belém acelere la acción para eliminar gradualmente los combustibles fósiles y restaurar los ecosistemas ricos en carbono.
Detener la Extinción de Tiburones y Rayas Amenazados
El lanzamiento de la Coalición Mundial para Detener la Extinción de Tiburones y Rayas Amenazados, liderada por el Gobierno francés, supuso un gran avance en la protección de especies oceánicas fundamentales. Los tiburones y las rayas son esenciales para la salud del medio marino, pero más de un tercio están amenazados de extinción, en gran parte debido a la sobrepesca. ECOticias.com