La ONG Oceana aplaude la incorporación de los archipiélagos de Canarias y Madeira, que se han sumado recientemente a las zonas del convenio sobre la protección del medio marino del Nordeste Atlántico.
La organización se ha expresado en esos términos en la reunión ministerial del convenio sobre la protección del medio marino del Atlántico Nordeste (OSPAR) que se celebró recientemente en Vigo.
La organización lleva más de una década solicitando que el sur de la región de la Macaronesia, es decir, las Islas Canarias (España) y las de Madeira (Portugal) se incorporen en las regiones de OSPAR. Por ello festeja este logro, a la vez que reclama reforzar la gestión de dichas áreas marinas protegidas.
Una buena noticia para el medio ambiente marino de la Macaronesia
Las declaraciones de la ONG dicen que: “celebramos la incorporación de Canarias y Madeira a las aguas del convenio OSPAR, pero, pedimos que los ministros y ministras escuchen las recomendaciones científicas y prohíban las actividades destructivas en toda su red de áreas marinas protegidas”.
El asesor político de la organización, Michael Sealey explicó que: “por ejemplo, la pesca de arrastre de fondo sigue siendo una de las principales amenazas para hábitats y especies vulnerables en Canarias y Madeira. Oceana apoya firmemente la ambición de alcanzar el 30% de los mares de España libres de actividades destructivas para 2030 y el compromiso de OSPAR al respecto, pero esto debe traducirse en salvaguardar de forma efectiva la biodiversidad.
Además de este 30% de protección, reclamamos blindar un tercio de las AMP a cualquier actividad extractiva. Estos requisitos de protección estricta deben aplicarse también a las AMP de las nuevas regiones anunciadas por OSPAR en la reunión, dada la biodiversidad marina única que albergan, incluidos cañones de aguas profundas, montes submarinos ricos en especies de corales y especies icónicas como cetáceos y tortugas”.
“En materia de protección, el ejemplo de las Islas Azores, que fueron designadas como la red de reservas marinas más grande del Nordeste Atlántico, debe servir de espejo para el Gobierno de España. Pedimos al Ejecutivo que siga el mismo modelo y protegiera de forma estricta al menos un tercio de las áreas marinas protegidas en Canarias, incluidas las montañas submarinas de gran valor ecológico.
Las zonas estrictamente protegidas, es decir, aquellas que están libres de actividades extractivas, aportan los mayores beneficios ecológicos y socioeconómicos. Aumentan la biomasa, mejoran la biodiversidad y la salud de estos ecosistemas, además de contribuir a sostener la pesca en zonas colindantes”, añadió Sealey. ECOticias.com