Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos 2022. Esta celebración anual fue instaurada por la ONU. Y casa año selecciona un tema o lema central. Esta vez se ha elegido: «Fortalecimiento de los sistemas de salud ambiental para la implementación de las metas de desarrollo sostenible». Con ello se pretende dar a conocer el rol fundamental de la salud ambiental en la implementación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
La jornada que acontece cada 29 de septiembre tiene como objetivo resaltar el privilegio que tienen algunos de tener acceso ilimitado a los alimentos. Y de la importancia que debe darse al combate del hambre en el mundo. Además, especialmente este año se pone énfasis en el rol vital que tiene la salud ambiental en el ámbito de la alimentación.
La hambruna persiste
El hambre ha sido parte de la historia humana desde tiempos inmemoriales. Todos los pueblos han tenido que enfrentarse épocas de escasez de alimentos. Hoy en día, las poblaciones más ricas tienen pocas dificultades para cubrir sus necesidades calóricas diarias.
De hecho, las naciones más poderosas sufren flagelos como la diabetes o la obesidad. Que en la mayoría de los casos está vinculada al sedentarismo y a la ingesta de una dieta poco variada y sin nutrientes. En cambio, las más pobres padecen de patologías relacionadas con la malnutrición.
A pesar de los importantes avances técnicos en agricultura, ganadería, transporte, producción y conservación de alimentos, gran parte del planeta sufre carencias alimentarias. Los expertos estiman que casi el 20% de la población del mundo tiene una ingesta alimentaria insuficiente. Y más del 30% se alimenta mal aun contando con recursos para no hacerlo.
La situación es tanto más inquietante cuanto que en los países ricos se tiran a la basura grandes excedentes de alimentos. Al mismo tiempo que millones de seres humanos carecen de lo mínimo necesario para sobrevivir. Además, el dumping de alimentos de las grandes multinacionales del Norte empobrece a los productores del Sur.
El cambio climático no ayuda
Las modificaciones que ha sufrido el clima son nefastas para los sistemas alimentarios. El calentamiento global acentúa la desertificación de ciertas zonas. Y los eventos extremos erosionan y degrada los suelos. Estas nuevas condiciones amenazan en gran medida a la productividad de materias primas alimentarias de las naciones más pobres. Y la fata de trabajo los empuja a emigrar. Ello acrecienta la marginalidad de las grandes ciudades.
La deforestación, los cambios en el hábitat y la perdida de la biodiversidad también son nefastas. Las zonas despejadas para plantar monocultivos contribuyen al cambio climático. Y la disminución y fragmentación de los ecosistemas rompe su frágil equilibrio. Lo que a la larga afecta al resto de los ecosistemas que conforma el planeta.
Por ello es fundamental que se combata la problemática ambiental. Puesto que es un factor muy importante a la hora de lograr que los países alcancen un grado importante de soberanía alimentaria. Evitar el desperdicio alimentario y la pérdida de comida es el primer paso. Día Internacional de Concienciación sobre la Pérdida y el Desperdicio de Alimentos 2022.