Día Mundial de la Prevención de Incendios Forestales 2023. Cada año, los incendios forestales destruyen aproximadamente diez millones de hectáreas de bosques en el mundo. El equivalente a lo que provoca la sobreexplotación y la tala de bosques primarios para la agricultura y la ganadería.
Esta cifra tiende a aumentar en muchas regiones del globo. Y es especialmente grave lo que acontece en la cuenca del Mediterráneo. Tanto del lado europeo como del africano, los bosques mediterráneos se ven afectados por incendios forestales cada año. Así como las áreas de montaña que sufren localmente por causa del fuego.
Los incendios forestales son percibidos por el público en general como un riesgo, ya que el daño potencial a la propiedad y las personas puede ser significativo. Pero el fuego es también una perturbación natural milenaria a la que la naturaleza, en particular los bosques, se han ido adaptando.
De modo que en ocasiones es necesario el paso del fuego para mantener determinados ecosistemas. Muchos bosques mediterráneos poseen especies adaptadas al fuego, como el alcornoque, la encina y la mayoría de los pinos mediterráneos.
En las montañas, los bosques de alerces también han sido objeto de incendios regulares durante milenios. Todas estas especies han desarrollado estrategias de adaptación para resistir el paso del fuego o para regenerarse tras los incendios.
Pero estos regímenes de incendios han sido profundamente modificados por los seres humanos y por el cambio climático en las últimas décadas. Según los expertos, esta situación puede tener efectos negativos en el mantenimiento a largo plazo de algunos bosques.
Evitar conductas de riesgo
Casi el 80% de los incendios forestales es el resultado del descuido humano o de su desidia. Una barbacoa cerca del bosque, un cigarrillo mal apagado tirado al suelo, trabajos de bricolaje. Todos estos comportamientos pueden provocar un fuego que se descontrole y provoque una catástrofe ígnea.
Un incendio forestal puede ser causado naturalmente por un rayo, pero la probabilidad de que esto ocurra es bajísima. El problema es la acción humana, intencional o no. Y que las sequías producto del calentamiento global contribuyen a que haya más combustible disponible. Lo que aumenta el riesgo de incendios forestales.
Para evitar que esto suceda, lo mejor es sin dudas que haya una política de prevención seria. Que se realicen las acciones de poda y despeje de malezas en invierno y que se hagan quemas controladas. Pero para ello hace falta voluntad política, planificación y presupuesto. Día Mundial de la Prevención de Incendios Forestales 2023.
Consejos de prevención
- No hacer fogatas ni barbacoas cerca de bosques y espacios verdes. En especial en épocas de calor.
- Respetar las prohibiciones de acceso a los macizos forestales.
- Almacenar todo lo que sea combustible: leña, pinturas, etc. a buen resguardo.
- No fumar en el bosque, ni en plena naturaleza en épocas de sequía. Y jamás tirar la colilla sin apagar al suelo o por la ventanilla de un vehículo.
- En días calurosos no se deben actuar ningún tipo de trabajo o de artesanía que provoque chispas al aire libre.
- Sí vemos una columna de humo o fuego, avisar de inmediato al 112.
