La huella ecosistémica debe integrarse en la gestión medioambiental. Múltiples actividades humanas a lo largo del tiempo y el espacio se superponen con la resiliencia de un ecosistema particular. Y a ello se le suma el estrés causado por otras tantas actividades individuales.
Estas acciones generan efectos acumulativos que pueden afectar la «huella de respuesta del ecosistema» general. O la capacidad del mismo para adaptarse y cambiar, presionado por la actividad humana.
Redefiniendo conceptos
Un equipo de científicos marinos revisó las perspectivas más recientes sobre las huellas ecológicas. Ello les permitió definir rigurosamente el término «huella de respuesta del ecosistema», como la respuesta o capacidad de los ecosistemas para adaptarse al cambio en el espacio y el tiempo, causado por factores externos. En lugar de simplemente la suma de los efectos debidos a factores externos en un área particular.
El grupo también describe cómo las organizaciones pueden cambiar sus acciones. Abandonar las que limitan los factores estresantes y pasarse a enfoques de gestión holísticos. Basados en ecosistemas que se centren en desarrollar la resiliencia y la recuperación del equilibrio y la salud integral del medio ambiente.
«Nuestro marco conceptual de huella busca brindar una perspectiva a los administradores y científicos sobre la comprensión de la respuesta del ecosistema a los factores y efectos estresantes acumulativos. A través de la comprensión de la dinámica del ecosistema«. Esto lo dijo Jasmine ML Low, coautora principal del artículo. Que además es candidata a doctorado en Ciencias Marinas en la Universidad de Auckland en Auckland, Nueva Zelanda.
Principales factores
El equipo sostiene que las huellas de la actividad humana y los factores estresantes en los ecosistemas marinos y costeros difieren de las huellas de la respuesta de los mismos debido a cuatro factores principales:
- La presencia de múltiples factores estresantes puede afectar la relación entre los factores estresantes y la respuesta del ecosistema.
- Hay desajustes temporales en las respuestas de los ecosistemas debido a retrasos en la recuperación generados por el legado. Y los efectos de arrastre incluso una vez que los factores estresantes han cesado.
- Las características locales que dependen del contexto temporal y del lugar pueden cambiar la forma en que un ecosistema responde a un factor estresante específico.
- Los factores estresantes pueden causar efectos indirectos en los ecosistemas que están conectados.
Los autores enfatizan que definir las huellas de la respuesta de los ecosistemas en términos holísticos y en un entorno dinámico es un desafío. Pero resulta necesario para garantizar la salud y la resiliencia a largo plazo de un ecosistema. Huella ecosistémica: debe integrarse en la gestión medioambiental.
Hay que cambiar el enfoque
«Pedimos un reenfoque en los ecosistemas en el lugar y el tiempo. Y una visión matizada de cómo responden al cambio. Creemos que, además de gestionar los factores estresantes, debemos gestionarlos para su resiliencia y recuperación. Para mejorar la resiliencia y darles herramientas de protección contra la degradación futura», dijo Gladstone-Gallagher.
Integrar tanto el espacio como el tiempo en la relación entre los factores estresantes y un ecosistema puede ayudar a las organizaciones a evaluar cuánto durará una respuesta particular. Y si un ecosistema se recuperará o no después de los esfuerzos de mitigación o gestión.
Más allá del área espacial de la huella de respuesta acumulativa del ecosistema, los autores sostienen que la “profundidad” de la respuesta entre los factores estresantes y el ecosistema explica la magnitud o el momento de la interacción entre el ecosistema y un factor estresante.
El equipo espera con interés la implementación de sus directrices para mejorar la gestión de los ecosistemas. Tanto en el medio ambiente marino como de otro tipo, en todo el mundo. «Los próximos pasos son integrar estos conceptos de huella de respuesta del ecosistema en la planificación espacial marina, marcos de políticas, consentimiento de recursos, evaluaciones de efectos acumulativos y marcos de evaluación de riesgos», dijo Low. Huella ecosistémica: debe integrarse en la gestión medioambiental.
El equipo publicó su revisión en la revista Ecosystem Health and Sustainability.
