Los incendios en las Canarias ponen en jaque a la biodiversidad. Durante este mes, se han producido varios incendios en Tenerife, La Palma y Gran Canaria que están afectando a un número significativo de espacios protegidos y a especies emblemáticas y protegidas como el pinzón azul de Gran Canaria, la paloma rabiche, el halcón tagarote o el gavilán común. Según fuentes oficiales, los tres incendios tendrían un origen no natural.
La Palma
El incendio de la isla de La Palma se declaró en la madrugada del sábado 15 de julio en la zona de interfaz urbano forestal en El Fayal en Puntagorda. Avanzó con rapidez, afectando también a los municipios de los Llanos de Aridane y Tazacorte y obligando a unas 300 personas a tener que ser desplazadas. Además, unas 60 edificaciones presentaron daños por el fuego. Se dio por controlado a mediodía del sábado 15 de julio. Según las primeras estimaciones satelitales, la superficie afectada es de unas 2.900 ha.
En cuanto a los principales espacios naturales que estarían afectados por el fuego o por la proximidad al mismo, cabe destacar el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente, las Zonas Especiales de Conservación (ZEC) Barlovento, Garafía, El Paso y Tijarafe. Y Barranco de las Angustias, la Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA) Cumbres y acantilados del norte de La Palma, el Paisaje Protegido Barranco de las Angustias.
También se ha visto afectada parte de la IBA Monteverde de La Palma. En cuanto a las especies de aves de las que SEO/BirdLife tiene constancia, al menos unas cuarenta se localizan en las zonas afectadas, pudiendo destacarse la presencia de gavilán común, paloma rabiche y halcón tagarote. Aunque se desconoce con precisión las causas del fuego, algunas fuentes apuntan a un descuido humano.
La última hora es que en el Parque Nacional de la Caldera de Taburiente se ha reactivado el fuego. Esa es una zona de difícil acceso y de gran biodiversidad. Por esa razón, los bomberos y voluntarios de la zona trabajan arduamente para controlar las llamas y extinguir los focos. Los incendios en las Canarias ponen en jaque a la biodiversidad.
Tenerife
En el caso del conato de incendio forestal producido en el municipio de Los Realejos, Tenerife, el 14 de julio. Y dado por controlado el 17 de julio, este afectó a una superficie aproximada de unas cinco hectáreas en el barranco de Los Dornajos, próximo al Parque Natural Corona Forestal, a la ZEPA Montes y Cumbres de Tenerife, aparte de la IBA Ladera de Tigaiga.
La rápida intervención de los medios de extinción evitó que se extendiera un incendio en una zona frecuentada por, al menos, una veintena de especies de aves, donde destacan las dos palomas endémicas, la turqué y la rabiche, así como el pico picapinos, el gavilán común y el pinzón azul de Tenerife. En este caso, además, es importante destacar el más que probable origen humano del incidente.
A este respecto, el Cabildo de Tenerife ha decidido personarse como acusación particular en las diligencias de investigación iniciadas tras la detención de una persona como presunta autora del incendio. Los incendios en las Canarias ponen en jaque a la biodiversidad
Gran Canaria
Por su parte, el incendio de Gran Canaria se encuentra actualmente activo, aunque estabilizado. Según el Cabildo de Gran Canaria, hasta el momento se habrían quemado unas 500 ha en la zona central de la isla, en un perímetro de poco más de 15 km, principalmente en el municipio de Tejeda.
En la zona afectada por el fuego o por la proximidad al mismo se localiza el Paisaje Protegido las Cumbres, el Parque Rural Nublo, el Monumento Natural Riscos de Tirajana y la Reserva Natural Especial Los Marteles. Además, la ZEC Hoya del Gamonal, el Nublo II, Riscos de Tirajana y Los Marteles. Sin olvidar la ZEPA Cumbre de Gran Canaria.
El incendio se dio por iniciado el 25 de julio y el propio Cabildo de Gran Canaria señala que su origen pudo deberse a un accidente provocado por operario de una empresa privada contratada para realizar tareas de desbroce para prevención de incendios. Los incendios en las Canarias ponen en jaque a la biodiversidad.
Incendio en zonas de una de las aves más amenazadas de España
El pinzón azul de Gran Canaria, “pinzul”, como se le conoce localmente, es un endemismo exclusivo de esta isla. Circunscrito a los pinares de Inagua, Ojeda y Pajonales y la Cumbre. Presenta unas densidades muy bajas (las más bajas entre los paseriformes de todo el Paleártico occidental). Y cuenta con una población muy pequeña de tan solo unos 300 ejemplares.
Su principal núcleo poblacional se encuentra en la Reserva Integral de Inagua, a una decena de kilómetros de la zona afectada por el incendio. Por lo que podría haber afectado tanto a territorios de cría como a nidos activos. Puesto que su período de reproducción aún no ha finalizado. Al igual que las restantes especies forestales con las que habita.

Por ello, el daño real aún debe ser evaluado. En cualquier caso, la destrucción de un hábitat de por sí ya fragmentado no es, a priori, una buena noticia. Para una de las especies más amenazadas de todo el territorio nacional.
“El impacto directo del fuego, puede provocar la muerte y favorecer vuelos de huida que promuevan posteriores choques y atropellos entre aves. Pero además de ello, nos preocupa la posible pérdida de puestas por la proximidad de varios nidos de pinzul. Y también preocupa la pérdida de hábitats, lugares de nidificación y recursos tróficos (alimentos)”. Esto lo señala Yarci Acosta, delegado de SEO/BirdLife en Canarias.
Aunque la mortalidad directa es menos problemática dada la capacidad de volar de estas aves, la exposición al humo sí que puede afectar a sus vías respiratorias. “En cualquier caso, es pronto para determinar el impacto real. Algo que trataremos de hacer próximamente, en el marco de los trabajos de seguimiento de esta especie y que llevamos a cabo desde 2019. Los procesos ecológicos son complejos, hay que valorar distintas variables. Y hasta se podría dar la aparente paradoja de que después del incendio aumentara la disponibilidad de recursos tróficos para la especie “.