Los coches eléctricos son maravillosos, no contaminan nuestro planeta, son muy atractivos y alcanzan grandes velocidades, sin embargo, su talón de Aquiles siempre han sido las baterías, pero ahora Corea del Sur quiere resolver para siempre el mayor problema de las baterías, revolucionando la movilidad eléctrica, pero ¿Cuál es este problema?
El problema de los coches eléctricos
La búsqueda de la batería perfecta ha sido, por años, el mayor obstáculo para transicionar a la movilidad eléctrica, pues a pesar de los avances, la limitada autonomía, los largos tiempos de carga y las preocupaciones siguen siendo un enorme desafío.
Pero ahora, un grupo de científicos parece haber encontrado esa respuesta, con un enfoque que combina el ingenio académico con la innovación industrial, han desarrollado una nueva generación de baterías que promete un rendimiento sin precedentes.
Se trata de una autonomía que se mide en cientos de kilómetros más que las actuales y recargas tan rápidas como llenar un tanque de gasolina, pero eso no es todo, porque el mayor logro de esta investigación es haber resuelto el problema más crítico de las baterías de litio de próxima generación.
Un descubrimiento detrás de unas baterías
Las baterías tienen un enemigo invisible, llamado dendritas, que crece en forma de pequeñas ramas cristalinas y hasta ahora, este fenómeno era una barrera insuperable, ya que estas estructuras podían perforar las baterías, causando cortocircuitos y reduciendo su vida útil, especialmente bajo carga rápida.
Pero ahora un equipo de investigadores surcoreanos ha dado un paso que podría cambiarlo todo, a través de una una colaboración estratégica entre el instituto KAIST y la empresa LG Energy Solution, científicos han logrado resolver acabar con la formación de dendritas.
El equipo surcoreano desarrolló un nuevo electrolito que evita que el litio forme dendritas, un avance que no solo aumenta la seguridad, sino que promete una nueva generación de vehículos eléctricos con hasta 800 kilómetros de autonomía y recargas de solo 12 minutos.
Este compuesto reduce las irregularidades en la superficie del ánodo, eliminando la aparición de estas estructuras, incluso cuando la batería se carga a gran velocidad, un logro tan impresionante como el plan futurista de Musk.
Un futuro de autonomía, velocidad y sostenibilidad
Pero el impacto de este avance va mucho más allá de las cifras, pues al permitir baterías más seguras, eficientes y de larga duración, esta tecnología podría transformar por completo la movilidad eléctrica, ya que los coches podrían ofrecer una autonomía similar a la de un coche de gasolina.
Con la capacidad de ir de Madrid a Barcelona sin parar y con un tiempo de recarga similar a una parada rápida para llenar el tanque, la comodidad de los coches eléctricos alcanzaría un nuevo nivel, haciéndolos una opción mucho más atractiva y viable para todos.
¡Y eso no es todo! El aumento en la vida útil de las baterías no solo beneficia al consumidor, sino que también alivia la presión sobre la extracción de minerales críticos como el litio y el cobalto, haciendo que la producción de baterías sea un proceso más amigable con nuestro planeta.
De hecho, el diseño de este nuevo electrolito es tan versátil que su potencial de aplicación se extiende más allá de los coches eléctricos, pues incluso adaptarse a sistemas de almacenamiento de energía a gran escala, como los que se utilizan en la red eléctrica.
Sin duda el potencial de esta tecnología es inmenso y podría ser la herramienta que el mundo necesita para acelerar, de forma segura y eficiente, la transición energética, logrando un equilibrio perfecto entre el cuidado de nuestro planeta y la autonomía que tanta falta les hacía a los coches eléctrico. Y por si fuera poco, los coreanos también se están despidiendo del petróleo.