La fábrica de BYD, que costará más de 4000 millones de euros y se está construyendo en Szeged, en el sur de Hungría, comenzará a funcionar en 2026, pero solo producirá unos pocos miles de vehículos a lo largo del primer año, explican fuentes cercanas a la empresa.
Por otra parte, durante la presentación del último modelo de la marca, desde la directiva de BYD se refirieron a la actual guerra arancelaria que se vive en el mundo entero y que afecta significativamente al sector automotor, calificándola como ‘mala por definición’.
BYD: china, pero made in Europa
La fábrica de BYD en Szeged (Hungría), cuya apertura está prevista para finales de año, convertirá a la compañía automovilística china en una «marca europea de verdad», ya que no solo producirá en Europa, sino que también contará con proveedores de componentes, empleados y diseñadores del Viejo Continente, ¿y todo esto hace del gigante chino sea una marca europea?.
El director general de BYD Iberia, Alberto de Aza, habla de las tensiones arancelarias e insiste en abogar por «la multilateralidad, los acuerdos y las negociaciones» para que haya un flujo comercial internacional «sano y justo». «Las guerras arancelarias son malas para el consumidor por definición«, recalca para después subrayar que estas «no ayudan al desarrollo económico de ningún país, ni el que las recibe, ni el que las emite».
Remitiéndose a la postura que la vicepresidenta ejecutiva de BYD, Stella Li, ha manifestado al respecto en los últimos meses, De Aza se refiere así a las incertidumbres que atraviesa el comercio global por los aranceles a ciertos productos procedentes del gigante asiático.
Al margen de los ya conocidos (Unión Europea y EE.UU.), el pasado miércoles trascendió que México impulsa en su parlamento un paquete de incrementos arancelarios de hasta el 50 % a diversos productos importados, principalmente de varios países de Asia, que en este caso afectarían a los vehículos eléctricos de China.
Con todo, «BYD continúa con su plan de expansión global«, confirma De Aza, y recuerda que su planta de Hungría, la primera de la firma en Europa, los convertirá en «fabricantes europeos».
«Cuando digo fabricante, no es ensamblador«, aclara el director general de BYD Iberia, que explica que, además de producir en Europa, van a tener «proveedores de componentes europeos, empleados europeos y diseñadores europeos», de modo que se convertirán en «una marca europea de verdad». Ha añadido que el camino y la estrategia de BYD pasa por localizar y generar valor y riqueza allí donde la automovilística se asiente.
De Aza incide en la importancia de esta idea, que cobra relevancia después de que el vicepresidente de la Comisión Europea encargado de Industria, Stephane Séjourné, considerase que el «modelo» que se usa a menudo en España para favorecer las inversiones chinas en el país «no es bueno» porque no impulsa la industria de la UE.
«La solución no pasa por mantener los aranceles, pero tampoco porque haya, por ejemplo, una fábrica a las afueras de Barcelona (la de Chery) en la que se ensamble un coche con todos los componentes chinos: eso genera empleo de baja calidad y no supone ningún valor añadido a la industria europea», opinó Séjourné la semana pasada.
Un coche versátil de BYD
BYD ha celebrado en Madrid la presentación dinámica de su SEAL 6 DM-i, su híbrido enchufable con hasta 105 kilómetros de autonomía eléctrica y hasta 1.505 kilómetros de autonomía combinada. Es el segundo modelo híbrido enchufable que BYD lanza en Europa, tras el SEAL U DM-i, un SUV del que se ha comercializado más de un millón de unidades en todo el mundo.
El SEAL-6 DM-i está disponible tanto en versión sedán como en una nueva variante de carrocería para BYD en Europa, la versión familiar Touring, que ofrece hasta 1.535 litros de capacidad de maletero (con los asientos traseros abatibles).
BYD refuerza su apuesta por los híbridos enchufables con el nuevo Seal 6 DM-i. Disponible en versión berlina y familiar, llega con dos niveles de potencia y un equipamiento abundante. Su mayor carta de presentación está en un detalle que lo diferencia claramente de sus rivales europeos: la versatilidad. EFE / ECOticias.com