El coche de gasolina podría estar próximo a extinguirse. Una “muerte” anunciada desde hace tiempo. Noticias clave han precipitado esta realidad en los últimos años. En 2020, Masatoshi Kojima, profesor de la Universidad de Tokyo y experto en la distribución de petróleo en este país, informó que el número de gasolineras en Japón se había reducido a la mitad en el último cuarto de siglo. Cada año, Japón estaría viendo desaparecer 1000 gasolineras.
El coche de gasolina desaparecerá cuando el eléctrico llegue a este punto
Tras la aparición de la sorprendente tecnología que llega desde Alemania, se ha filtrado cuándo podría llegar el final del coche de gasolina. Tendrá lugar cuando los vehículos eléctricos superen el umbral del 40%. Este hito precipitará el colapso de la infraestructura para coches de combustión.
El coche de combustión se ha visto como el símbolo absoluto de autonomía, rutina y economía durante años. Sin embargo, las nuevas tecnologías y la creciente conciencia ambiental están cambiando este paisaje.
Cuando los coches eléctricos rebasen el umbral del 40% de adopción, los ejes principales de la movilidad por gasolina (infraestructura, economía y conveniencia) comenzarán a colapsar, reporta EcoInventos.
Lo que antes se veía como una opción cómoda y económica, pronto podría pasar a verse como algo escaso y costoso. Dicha transformación, ya en funcionamiento en países como Noruega y China, no es una realidad lejana.
Más bien, se trata de una certeza con la que un gran número de países se toparán en menos de una década.
El avance de los vehículos eléctricos sigue una curva en S típica de muchas innovaciones tecnológicas. Lo que ocurre al cruzar el 40% es una caída en picado para los ICE (vehículos de combustión interna).
El coche de gasolina se acerca vertiginosamente a su final
En esta etapa, las infraestructuras antiguas caen rápidamente. No se traduce solo en un menor número de estaciones de servicio o talleres mecánicos. Pasan a dejar de ser viables a nivel económico. Al perder volumen, también se despiden ingresos. Al dejar atrás sus ingresos, cierran.
En Noruega, ya se está viviendo este fenómeno. Los vehículos eléctricos ya suponen más del 90% de las nuevas ventas. El país de Europa del Norte ha demostrado que, a partir de un punto determinado, el cambio se acelera por sí solo.
Las estaciones de gasolina dejan de verse en las áreas urbanas y los talleres tradicionales ya no hallan suficientes clientes para continuar con su actividad. Las gasolineras no dejan de estar en el mapa de un día para otro. Sí lo harán de manera progresiva y selectiva.
Primero despediremos las estaciones independientes, sobre todo en zonas urbanas y suburbanas donde ver vehículos eléctricos se ha convertido en algo habitual. Después, incluso las grandes cadenas comenzarán a cerrar puntos de venta menos rentables y o transformarlos en centros de recarga eléctrica.
Fecha en la que podríamos despedir al coche de gasolina
En China, país donde las ventas de VE ya sobrepasaron el 50%, se están vislumbrando importantes inversiones en infraestructura de recarga. Los grandes operadores energéticos se están anticipando al abandono del negocio minorista de combustibles fósiles.
Un giro estratégico que también se está viviendo en compañías como Shell y TotalEnergies, que están ampliando su red de cargadores rápidos en Europa y Asia. Poco a poco, se van a ir notando las consecuencias de la “desaparición” de gasolineras.
Repostar gasolina en una ciudad europea va a ser cada vez más difícil, sobre todo de cara a los años comprendidos entre 2027 y 2030, consigna el medio ya nombrado. Cuando las únicas alternativas sean recorrer kilómetros extra o cambiar de coche, muchos usuarios optarán por la segunda opción. Hasta que esto suceda, el mundo se maravilla con este país, que está cruzando límites con coches demasiado avanzados.
