La movilidad eléctrica es sin dudas parte del necesario futuro descarbonizado hacia el cual debemos encaminarnos. Pero los coches eléctricos en España aún se enfrentan a varios desafíos, aunque la UE haya dicho que para 2035 deben ser los únicos que se ofrezcan en el mercado europeo.
El coche eléctrico en España
A tan solo unos días de celebrarse el Día Mundial del Vehículo Eléctrico, el próximo 9 de septiembre, la transición hacia la electromovilidad sigue presentando diversos desafíos para la industria automovilística española.
La movilidad eléctrica avanza con paso firme en Europa, en línea con los objetivos de descarbonización marcados. Sin embargo, aunque cada vez hay más coches eléctricos, el ritmo es muy diferente dependiendo del país.
A modo de ejemplos, Noruega continúa dominando el mercado europeo de este tipo de vehículos, estimando su gobierno que ya el año que viene el país será el primero en tener más vehículos eléctricos que de combustión circulando por sus carreteras.
Por otro lado, según ANFAC, el mercado de nuestros vecinos portugueses triplicó en 2023 la cuota de coches con enchufe españoles (un 32% en Portugal vs. el 12% en España). En nuestro país, este mercado ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años, y se estima que existen alrededor de medio millón de vehículos electrificados circulando por las carreteras españolas.
Y es que según datos de la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad Eléctrica (AEDIVE), las matriculaciones de coches eléctricos en el año 2023 aumentaron en un 38%, llegando hasta las casi 140.000 unidades.
A pesar de este aumento, todavía queda un largo camino por recorrer para llegar a alcanzar los objetivos que se fijaron en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), que estableció como meta 5,5 millones de coches eléctricos para 2030.
Principales retos de España en materia de movilidad eléctrica
- La infraestructura de recarga sigue siendo una de las mayores preocupaciones que existen a la hora de pasarse a la movilidad eléctrica. Si bien ya se han superado los 30.000 puntos de recarga en nuestro país, la falta de operatividad de muchos de ellos, la muy mejorable interoperabilidad y la escasez de puntos de alta potencia limitan considerablemente la confianza de los conductores en lo que se refiere a la movilidad eléctrica.
- A pesar de que los precios han ido bajando progresivamente con los años, todavía continúan siendo significativamente más altos que los de los vehículos de combustión. Es imprescindible que las ayudas a la compra continúen, sean más sencillas y que se hagan efectivas en el momento de la compra.
- Las baterías y su autonomía siguen siendo una de las grandes pegas que los consumidores le ponen a este tipo de vehículos. La industria sigue invirtiendo en el desarrollo de nuevas tecnologías y métodos de fabricación y reciclaje que eliminen estos problemas. Es importante que la industria española participe de estos desarrollos, garantizando fabricación local y fomentando la I+D en baterías para la movilidad eléctrica.
- Año a año se observa como el parque automovilístico español sigue envejeciendo, llegando hasta los más de 14 de antigüedad actuales. Para que el proceso de descarbonización de la movilidad se acelere, además de mejorar las ayudas a la compra de vehículos eléctricos, es necesario revisar la fiscalidad de forma que se fomente la compra de vehículos eficientes frente al uso de los más contaminantes.
- La falta de información sigue siendo una barrera a la hora de promover una adopción masiva de estos vehículos. Muchos consumidores aún tienen ideas equivocadas y desconocen los beneficios reales de esta tecnología, por lo que tanto organizaciones privadas como públicas deben de informar y educar correctamente a los consumidores sobre las ventajas del coche eléctrico.
- Una mayor involucración de los entes gubernamentales que permita fomentar una fiscalidad que permita la adquisición de vehículos eléctricos, pasa por deducciones fiscales y un incremento de las ayudas a la compra que apuesta por la movilidad eléctrica. Es importante que las Administraciones den ejemplo en la renovación de sus flotas.
No caben dudas de que la movilidad eléctrica debe superar muchos escollos, que en España están meridianamente claros. Solo queda comenzar a tomar las medidas necesarias como para que los retos mencionados se superen.