La electromovilidad sigue siendo una asignatura pendiente en nuestro país. En 2023 se instalaron 4.632 nuevos puntos de recarga de acceso público. Alcanzando un total de 22.760 en toda España. Y en lo que va de 2024 el ritmo de instalaciones continúa con lentitud.
El Barómetro de Electromovilidad de ANFAC para 2023 evidenció que España avanza en su desarrollo. Pero está lejos del ritmo del entorno europeo. En este periodo, el indicador global de electromovilidad para España ha aumentado muy poco.
Este es el que valora la penetración de los vehículos eléctricos y la instalación de infraestructuras de recarga de acceso público con respecto al objetivo para 2030. Y según el paquete de medidas Fit for 55. En ese aspecto, España en 2024 tiene una valoración total de 14.7 puntos sobre 100. En cambio, la media europea, ya se sitúa en 28,2 puntos. La mejora en el indicador de 2023 a lo que va de 2024 es de apenas 0.6 puntos, lo que no hace, sino, aumentar la brecha entre España y el rssto de sus vecinos continentales.
Un vecino ejemplar en electromovilidad
En este sentido, desde ANFAC se resalta el ejemplo de Portugal que, con un crecimiento sostenido en los ultimos años, ha superado la media europea y duplica ampliamente la española. De esa forma se distancia del bloque de cola de la Unión Europea, que está actualmente encabezado por Republica checa, Hungría, Italia y España.
Las políticas lusas en torno a la movilidad eléctrica están marcadas por una fiscalidad orientada a incentivar la adquisición de este tipo de coches. Especialmente para las empresas, ya que es el segmento que da mayor impulso al cambio).
Además, cuentan con un sistema de información y despliegue rápido y eficiente para el desarrollo de infraestructura de recarga. Todas estas son las ventajas que han permitido una notable mejora de Portugal en el indicador global.
Respecto al indicador global por CCAA, Madrid, Navarra y Cataluña se mantuvieron en el Top-3 del ranking del año pasado. Y que se estima que se están colocando a nivel nacional unos 600 puntos de recarga para electromovilidad cada mes.
Los puntos de recarga evolucionan muy lentamente
A día de hoy España no consigue salir de los puestos de cola del desarrollo de infraestructura de recarga de acceso público en el ranking de Europa, ya que en el primer trimestre del año se han puesto en marcha unos 3000 nuevos puntos de recarga de acceso público, el número sigue siendo muy bajo y el total apenas supera los 32.000.
Todavía la infraestructura de electromovilidad en el ámbito de la recarga de acceso público sigue siendo poca. Tanto en número como en potencia instalada están lejos del objetivo de 45.000 puntos de recarga necesarios este año. Y de cumplir con las metas de reducción de emisiones marcadas en el Fit for 55.
El problema mayor al que se enfrenta la electromovilidad es que más del 60% del crecimiento de puntos se produce en el rango de potencia baja. Actualmente, solo el 34% de la red de recarga de acceso público en todo el territorio nacional es de potencia superior a 150 kW.
Hay que hacer un esfuerzo
Tal y como se remarca desde ANFAC, es necesario progresar en el desarrollo de este sector. No solo de una capilaridad a lo largo del territorio. Si no de alta potencia que permita cargas rápidas. Tan importante es la capilaridad como la calidad de los puntos de recarga de acceso público para coches híbridos y eléctricos.
El despliegue de este tipo de infraestructuras de alta potencia permite recargas similares a la experiencia de repostaje de un vehículo de combustión interna. Por lo que es esencial para el desarrollo del coche eléctrico. Y absolutamente prioritaria para la movilidad eléctrica con vehículos pesados.
Las dificultades administrativas en el proceso de instalación y puesta en marcha se ven reflejadas que muchos puntos se encuentren fuera de servicio. Debido fundamentalmente a que no se han podido conectar a la red de distribución eléctrica. O por encontrarse en mal estado o averiados.