Japón se ha propuesto cambiar radicalmente el sector de los coches. Y tiene muchas probabilidades de conseguirlo con la tecnología en la que trabaja. A lo largo de la historia de la industria automotriz, se han visto diferentes unidades automovilísticas movidas por diversas fuerzas: combustión, electricidad, hidrógeno a batería o a motor.
Sin embargo, el sector podría dar un vuelco inesperado. La historia de los automóviles ha sido una constante evolución, sentando hitos importantes que han cambiado nuestra manera de movilizarnos. Desde los primeros modelos a vapor, la humanidad sabía que las cosas estaban a punto de cambiar.
Lo que era difícil de imaginar es que llegaríamos a subir en modelos propulsados por electricidad de última generación. En la línea del tiempo se vislumbran grandes logros tecnológicos, aunque lo que llega de la mano de Japón podría ser la revolución total y definitiva.
Japón podría sentar un precedente en el sector automovilístico
Tras desafiar toda la lógica con este supermotor, Japón podría augurar el fin de los motores de combustión con el uso de levitación magnética en coches. Un equipo de investigadores de Japón ha probado la levitación magnética de los trenes en coches.
Los resultados evidencian que los modelos del futuro podrían prescindir de motor y batería. Los trenes con tecnología de levitación magnética prometían modificar el transporte para siempre con velocidades de hasta 1000 km/h.
Este mecanismo disminuye el rozamiento natural originado entre tren y vía, por lo que los límites máximos de velocidad son más elevados. Japón se ha puesto la meta de llevar esta tecnología a los coches, por los que los futuros motores de combustión podrían peligrar.
Ya lo hacen producto del avance de la movilidad eléctrica, situación que se agudiza aún más con esta noticia. El equipo de investigadores es de la Unidad de Máquinas Cuánticas del Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST).
Estos han sido los profesionales que han desarrollado un sistema alternativo a las baterías y motores que usaban para los desplazamientos.
La levitación magnética llega a los coches: Japón quiere acabar con todas las tecnologías conocidas
Los investigadores del OIST han elaborado una pista de pruebas donde circula un vehículo por medio de levitación magnética. Apenas requiere de energía externa. El sistema emplea un discreto aporte de energía para el arranque y el mantenimiento es autónoma una vez que se ha producido el campo magnético.
La pista de levitación magnética permite dejar de lado las baterías o motores de combustión para originar la energía de empuje. Esta pieza revolucionaria genera que los objetos se alcen unos centímetros sobre la carretera descartando todo tipo de rozamiento que baja la eficiencia del coche.
Los vehículos pueden moverse sin fricción sin necesidad de una manera de empuje mecánica o eléctrica, aunque el coche requiriera de alguna fuerza para arrancar. Utilizaron materiales diamagnéticos a lo largo de las vías para producir un imponente campo magnético que proporciona la energía inicial.
El único inconveniente de esta tecnología es su dependencia a la electricidad (aun cuando funciona de forma diferente a cómo lo harían los coches eléctricos). Si tiene lugar un corte repentino en la red, el sistema deja de funcionar y el campo magnético sobre el que flotan los coches se rompe.
Japón presenta una nueva forma de moverse: sin combustión, sin electricidad y sin hidrógeno
Los científicos del OIST repararon en esto y trataron de ponerle una solución. Para ello, el grafito pulverizado ha sido un elemento clave del experimento. Dicho material se somete a un procedimiento químico con el que se desarrolla una pasta mezclándolo con cera para diseñar una placa donde se ubican imanes en forma de rejilla.
Los propios imanes tienen una fuerza suficiente para generar el efecto de levitación magnética. El prototipo de Japón reporta dimensiones reducidas y todavía no se ha efectuado a escala real. Si llegara a levantarse una red de carretas de levitación magnética podrían surgir nuevos problemas que se no han vislumbrado a pequeña escala.
Esta hipotética realidad podría tardar décadas en llegar. Aun así, esta tecnología resulta impactante. Japón cambiará a los coches. Una noticia que retumba en el sector tanto como el motor de plasma que desafía la lógica.