Nueva York vive una difícil situación. Pasado, presente y futuro disputan su lugar en las calles de la ciudad que nunca duerme. Una información llega justo después de saberse un dato crucial sobre la ciudad. Nueva York ya no registra el peor tráfico de Norteamérica.
Nueva York fue sinónimo de congestión, demoras interminables y avenidas colapsadas durante años. La paciencia era un atributo que había que desarrollar para conducir en la ciudad. Pero parece que esto está cambiando.
Datos recientes aseguran que otra ciudad de América el Norte tiene un tráfico más difícil. Así lo ha determinado el TomTom Traffic Index 2024, publicado en mayo por la empresa holandesa especializada en navegación y movilidad.
Nueva York está en segundo lugar, por detrás de Ciudad de México. Los tiempos de traslado promedio rebasan a los de cualquier otra urbe norteamericana. Aunque esta podría catalogarse como una grata noticia para Nueva York, se ve empañada por un contexto que está complicando mucho las cosas.
Nueva York vive un momento de máxima tensión
Los robotaxis ya han comenzado a realizar pruebas en diferentes puntos de Estados Unidos, entre ellos Nueva York. Ante este escenario, los taxis habituales de la ciudad amenazan con ejecutar un paro masivo.
Recientemente, se anunció la llegada de los robotaxis gestionados por la compañía Waymo, propiedad de Alphabet, la casa matriz de Google. De salir adelante las pruebas, los usuarios podrían empezar a preferir los robotaxis y hacer peligrar el trabajo de los taxistas convencionales.
La sola posibilidad ha hecho que los taxistas amenacen con paralizar la ciudad. La gobernadora Kathy Hochul recibió un pedido de parte de la Federación de Taxistas del Estado de Nueva York . Solicitan un stop a un programa aprobado por el alcalde Adams.
Programa que habilita al uso de prueba de ocho de estos vehículos. La federación alertó a la gobernadora, al alcalde y legisladores que paralizarán Nueva York si no detienen con carácter inmediato las operaciones de los robotaxis de Waymo.
Taxis convencionales vs robotaxis: la guerra abierta que vive Nueva York
Fernando Mateo, portavoz de la Federación, emitió varias declaraciones sobre el tema. Comparó a los coches autónomos con un “cáncer que hay que erradicar”, reporta EFE. “Hoy Waymo empieza a probar cinco vehículos (robotaxis) en la ciudad y eso es inaceptable”.
Un grupo de chóferes aparecieron públicamente detrás de él con carteles que decían “No a Waymo” y “Waymo no es bienvenida aquí”, entre otros. La Ciudad de Nueva York ha otorgado los primeros permisos, por ahora en modo prueba, para robotaxis y o vehículos autónomos de Waymo.
Ya han comenzado los experimentos en las zonas de Manhattan y Brooklyn. Aunque la firma ya trabaja con normalidad en otras ciudades de Estados Unidos, en Nueva York deben contar con un especialista capacitado al volante. La ley exige que un operario esté presente para interceder en caso de que sea necesario.
La corporación ya trabaja con robotaxis en lugares como San Francisco y Los Ángeles, en California donde también están llegando a Silicon Valley y Phoenix (Arizona). En Austin (Texas) y Atlanta (Georgia) también están presentes mediante la aplicación Uber. Planean llegar el próximo año a Washington DC.
Los taxistas de Nueva York no aceptan la llegada de Waymo
Mateo también puntualizó la amenaza que suponen este tipo de vehículos para la correcta circulación de Nueva York. “Es sumamente peligroso”, puntualizó. Los robotaxis no estarían preparados para reaccionar ante emergencias con ambulancias o bomberos.
Por otra parte, sus calles están plagadas de escolares, personas mayores, repartidores, policías, bomberos y servicios médicos de emergencia. Estos servicios dependen de conductores humanos que puedan tomar decisiones rápidas. Resulta crucial esta agilidad mental para salvar vidas, expuso, argumentando que ningún robot o algoritmo podría lograrlo.
De esta manera, Nueva York podría ser el campo de batalla de la guerra más importante. El pasado contra el futuro. Por ahora, lo que está claro es que los robotaxis siguen conquistando el mundo. A la par, generan polémica.