Muchos todavía no pueden reponerse tras la filtración de un proyecto ultra secreto chino. Es demasiado poderoso, justo lo que necesitábamos para llevar lejos los próximos viajes espaciales. Recordemos que los vuelos espaciales pasaron a considerarse importantes logros de la humanidad en el siglo XX, después de los progresos teóricos y prácticos llevados adelante por Konstantin Tsiolkovswki y Robert H. Goddard.
La Unión Soviética marcó un antes y un después en la carrera especial después de la posguerra de la Segunda Guerra Mundial. Lo hizo con el primer satélite, el primer hombre y la primera mujer en órbita. Sin embargo, Estados Unidos no quiso quedarse atrás y alcanzó a los soviéticos enviando el primer hombre a la Luna en 1969.
Después del final de la carrera especial, los vuelos especiales se han distinguido por una cooperación internacional más alta, un acceso más económico a la órbita baja terrestre y una expansión de las corporaciones comerciales.
Múltiples sondas interplanetarias han visitado todos los planetas del sistema solar y los seres humanos han permanecido en órbita por amplios periodos a bordo de estaciones espaciales. Por ejemplo, la Mir o la Estación Espacial Internacional. En el contexto recientes, China ha proliferado como el tercer país con una capacidad de vuelo espacial considerable, que contempla misiones de vuelo espacial tripulado.
China hace historia con este proyecto: nadie pensó que llegaría tan lejos
El Instituto de Propulsión Aeroespacial de Xi’an en China ha dado un importante paso en la propulsión especial con un propulsor magnetoplasmadinámico de 100 kilovatios. Obtiene su energía del electrificante plasma ionizado.
El eje de esta pieza innovadora es su conversión de gases, como argón o xenón, en plasma, un cuarto estado de la materia, encendido y acelerado por campos electromagnéticos para generar empuje.
En contraposición a los cohetes de combustión convencionales, que desprenden considerables explosiones de energía en el despegue y se apagan rápidamente, los motores de plasma brindan un empuje continuo y sereno, incrementando la eficiencia y la longevidad.
Una disposición que imparte un precedente en el sector, que ni siquiera pudo alcanzarse con el motor espacial que nos llevará a Marte. Pero lo que realmente caracteriza a este motor chino son dos rasgos diferentes que cambian el paradigma impuesto y le proporcionan un beneficio.
El proyecto chino que nadie se vio venir: podría cambiar la propulsión espacial para siempre
Hablamos de componentes impresos en 3D intrincados que garantizan precisión y durabilidad, de la mano de imanes superconductores de elevada temperatura que acotan la pérdida de energía. Esta poderosa combinación amplía la llegada de los viajes espaciales.
Los modelos existentes solo pueden trabajar una fracción de esta potencia. Sin embargo, el umbral de los 100 kilovatios abre un nuevo abanico de posibilidad para tiempos de viaje más cotos para misiones tripuladas, incluso redefiniendo los plazos para rozar destinos como Marte.
Potencial del proyecto ultra secreto de China
El proyecto ultra secreto de China trae consigo varios avances significativos para el sector, como los mencionados componentes impresos en 3D. Su uso garantiza una alta precisión y sube la durabilidad del propulsor. ¿Conclusión? Baja el costo y el tiempo necesario para originar elementos complejos del motor.
Por otra parte, los imanes superconductores de alta temperatura bajan notablemente la pérdida de agua. A su vez, aseguran que más potencia se emplee para la producción sin desperdiciarse. Este rasgo podría mejorar todavía más la eficiencia del combustible y la potencia del motor.
Siguiendo esta línea, la incorporación de un motor de plasma de 100 kilovatios en viajes espaciales podría limitar el tiempo de viaje, consiguiendo que las misiones tripuladas a Marte sean algo más viable.
Esta serie de avances combinados con otro tipo de tecnologías, como paneles solares mejorados para estaciones espaciales, podría convertir la exploración continua en una práctica mucho más habitual.
El proyecto ultra secreto chino ha sido revelado y es justo lo que necesitábamos para impulsar los viajes espaciales del futuro. Ha causado tanta conmoción como el combustible verde para naves espaciales.